Hacienda 'regala' 105 millones de euros a RTVE para que compre los JJOO y la Eurocopa

Más madera. El Gobierno se ha comprometido con Radiotelevisión Española a incluir en los Presupuestos Generales del Estado de 2024 una partida extraordinaria, de 105 millones de euros, para que la corporación pueda acudir a la puja de los derechos de retransmisión de la Eurocopa de Alemania de fútbol y adquiera los Juegos Olímpicos de París.

Estos últimos pertenecen a la multinacional Discovery, al contrario que los dos siguientes ciclos olímpicos de verano (Los Ángeles y Brisbane) y de invierno, que fueron negociados por la Unión Europea de Radiodifusión.

La presidenta interina de Radiotelevisión Española, Elena Sánchez, se dirigió hace unas semanas por carta a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, para intentar obtener un compromiso de financiación para estas dos citas deportivas polideportiva y futbolística. La subsecretaria del departamento, María Pilar Paneque, respondió el pasado 6 de julio en una misiva a la que ha tenido acceso Vozpópuli, y en la que se refleja la intención del Ejecutivo de realizar una inversión multimillonaria en estos acontecimientos.

“Desde este Ministerio y desde el Gobierno de España, se comparte por completo la gran importancia que tiene la retransmisión de los Juegos Olímpicos, configurándose como un servicio público de comunicación, relevante y fundamental, para atender el interés general que resulta de este acontecimiento deportivo de elevada magnitud”, detalla el documento.

Y añade: “Pongo de manifiesto nuestro compromiso en su financiación a través de la partida consignada en el presupuesto 2024 recogida en la aprobada Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2023”.  

Conviene recordar que el Ejecutivo inyectó en RTVE en 2020 una partida de casi 58 millones de euros para poder retransmitir los Juegos Olímpicos de Tokio. La propietaria de los derechos era entonces Discovery y disponía de un paquete de 8.000 horas de competiciones deportivas, de las que RTVE adquirió 400.

Al año siguiente, los Presupuestos Generales del Estado no descontaron esos 58 millones, sino tan sólo 30, lo que, unido a la modificación al alza de otras partidas, permitió a la corporación disponer de 1.127 millones de capacidad de gasto.

En el ejercicio actual, esa cantidad asciende a 1.193 millones de euros, es decir, muy cerca del techo de gasto fijado por ley, que es de 1.200 millones. Este periódico ha intentado averiguar si esta aportación extraordinaria llevará a RTVE a rebasar este límite. pero no ha obtenido respuesta.

Una aportación "habitual"

Acerca de la aportación que ha previsto Hacienda, RTVE ha afirmado oficialmente lo siguiente: “Esta dotación presupuestaria extraordinaria destinada a ofrecer los Juegos Olímpicos es habitual en los presupuestos de RTVE en los años que coinciden citas olímpicas”.

El objetivo –apuntan- es “poder ofrecer la máxima cobertura” de un evento que “es considerado de interés general para la sociedad”.

Cabe recordar que, en los meses previos a los Juegos de Tokio se produjo cierta tensión porque RTVE se encontraba en pleno proceso de transición –con Rosa María Mateo como administradora única-, las televisiones privadas no habían expresado ningún interés en adquirir estos derechos audiovisuales y el Comité Olímpico Español manifestó al Ejecutivo cierta preocupación por la incertidumbre generada al respecto.

Finalmente, fue una aportación de dinero público de casi 60 millones de euros la que alejó el fantasma del ‘apagón’ televisivo de las Olimpiadas. A esta cantidad siempre hay que sumar los costes que asume RTVE por la cobertura de las competiciones, que incrementan la factura algunos millones más.

El caso de la Eurocopa es diferente, dado que las televisiones privadas han acudido a diferentes pujas de la UEFA y la FIFA a lo largo de la historia. También Movistar y Mediapro con el objetivo de ofrecer todo el campeonato en sus plataformas de pago.

La de 2024 se celebra en Alemania. Por tanto, sus partidos se disputarán en horario de máxima audiencia, lo cual podría ser un aliciente para que los grupos privados de televisión participen en la subasta de los derechos audiovisuales junto a RTVE.