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Así se gestó la gran "guerra intestina" de las televisiones privadas

El consejero delegado de Mediaset España, Paolo Vasile

Se veía venir. Así se refería este jueves un alto directivo de una televisión comercial a la decisión de Mediaset de abandonar UTECA, la patronal de los operadores privados de la TDT. La salida ha tenido lugar tras varios meses de guerra interna en los que un grupo de pequeños canales -liderado por Blas Herrero- ha reclamado a la organización que defendiera sus intereses del mismo modo que ha hecho durante muchos años con los del 'duopolio' conformado por Atresmedia y Mediaset.

Hay que tener en cuenta que estos dos grandes grupos, con el 55% de la audiencia, acaparan el 85% de los ingresos del mercado de la televisión. De cada dos euros que los anunciantes invierten en los medios de comunicación españoles, uno va a parar a las arcas de estas compañías, lo que impide a los pequeños operadores obtener rentabilidad de sus canales, según su versión.

En la reunión que han mantenido este jueves los representantes de UTECA -a la que ya no ha acudido Mediaset-, se ha vuelto a poner de manifiesto la diferencia existente entre el 'duopolio' y el resto de las empresas, dado que se han distribuido entre los socios los últimos datos de inversión publicitaria de la consultora Infoadex.

Estos, reflejan que Mediaset facturó 922 millones de euros por este concepto en el último año completo y Atresmedia, 862 millones. Por contra, Net TV (Vocento) obtuvo 52,9 millones; Veo TV (Unidad Editorial), 44,3, DKiss (Blas Herrero), 14,9; Trece (Conferencia Episcopal), 10,4; y Ten, 6,6. El farolillo rojo lo ocupó Real Madrid TV, quien dobló su cifra de negocio, con respecto al año anterior, pero que sólo logró 1,9 millones de euros.

En esta situación, un grupo de empresas inició hace dos años maniobras para intentar limitar el porcentaje de la tarta publicitaria que se llevan Atresmedia y Mediaset. La iniciativa estuvo liderada por Blas Herrero y 13TV (José María Mas) y a ella se adhirieron Vocento, Unidad Editorial y el Real Madrid. Entre sus reivindicaciones, también estaba la que planteaba a Cellnex un abaratamiento de la factura que pagan por llevar la señal a los televisores de sus espectadores. En esta aventura, han contado con el asesoramiento del bufete de abogados de Alberto Ruiz Gallardón.

La reacción de los grandes

Ante esta circunstancia, Atresmedia y Mediaset reaccionaron y pidieron un cambio en los estatutos de UTECA para impedir a sus miembros que formaran parte de organizaciones paralelas, como la que los pequeños habían establecido.

La modificación salió adelante y, a partir de ahí, se impulsó una propuesta para expulsar de la organización a quienes no cumplieran con este punto de la normativa interna. Esa medida no se aprobó, dado que sus promotores no contaron con los votos suficientes. A la vista de los acontecimientos, Mediaset ha decidido marcharse, previo portazo.

“En los últimos meses, se han evidenciado nuestras profundas diferencias con algunos asociados, cuya entrada en la Asociación (UTECA) parece haber obedecido, no tanto al ánimo de dinamizarla, como a un deseo de desestabilizarla. Prueba de ello es que las últimas reuniones han estado más centradas en confrontaciones intestinas que en la defensa de los intereses comunes", expone el grupo de medios de comunicación.

Y añade: "Los grandes retos que, en breve, debe afrontar el sector, requieren de la máxima atención, a ello dedicaremos nuestro esfuerzo".

Desde los grandes operadores, siempre han defendido que su negocio es el de hacer televisión y producir contenidos, al contrario que ocurre en el caso de la mayoría de los pequeños operadores, que han optado por la vía más sencilla y han alquilado la licencia a empresas estadounidenses como Viacom, Disney o Discovery. Esto -a su juicio- ni genera industria, ni empleo ni valor añadido. "Se quejan de su situación, pero ni arriesgan dinero ni aportan nada", lamenta un directivo del 'duopolio'.

Consecuencias del incendio

La ruptura de UTECA provoca que, a partir de ahora, Mediaset quede como una isla a la hora de negociar con las Administraciones sobre los asuntos de carácter sectorial. En este sentido, varias fuentes de las televisiones inciden en que cada una de estas empresas mantenía hasta ahora reuniones a título particular con los diferentes gobiernos para solucionar los problemas que le afectaban y hacer labor de presión. Por tanto, quitan hierro a la decisión del grupo dirigido por Paolo Vasile, aunque, eso sí, reconocen que UTECA ha sido una herramienta útil en varias ocasiones.

También hay que tener en cuenta que lo que los pequeños operadores de la TDT definen como 'duopolio' no es precisamente un ente unido que rema en la misma dirección. De hecho, entre Atresmedia y Mediaset se libra desde hace varios años una guerra sin cuartel que ha generado algunos sonados enfrentamientos entre ambas empresas en varios momentos de la historia de UTECA.

En este contexto, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) estudia desde hace un año las presuntas prácticas anticompetitivas realizadas por estas empresas para condicionar el funcionamiento del mercado publicitario en la TDT. Este expediente podría derivar en multas de varios millones de euros para estas empresas y en una larga batalla judicial, con enfrentamientos en la Audiencia Nacional y, probablemente, en el Tribunal Supremo.

Los pequeños rebeldes

Los pequeños operadores no se han mantenido al margen en este asunto y, en algunos casos, han aportado pruebas que -consideran- prueban las acciones colusorias de la competencia por parte del 'duopolio'. Esto, evidentemente, ha enturbiado el ambiente en UTECA y ha condicionado más, si cabe, la toma de decisiones en su asamblea en los últimos meses.

La situación en la que queda la patronal no es sencilla. Atresmedia será a partir de ahora el único gran grupo en su seno, con Eduardo Olano, su hombre de confianza, en la presidencia. A la cabeza de los 'rebeldes' se espera que se mantenga Blas Herrero, con el Real Madrid de su parte.

Unidad Editorial y Vocento han adoptado últimamente una posición no beligerante, mientras que Ten ha estado cerca del 'duopolio'. Entre otras cosas, porque es propiedad de Secuoya, una productora audiovisual que "se pegaría un tiro en el pie” si se posiciona en contra de las empresas en las que puede colocar sus productos, estiman fuentes internas.

Lo más llamativo en este tiempo -apuntan- ha sido el cambio de posición de Trece, que comenzó apoyando a los pequeños operadores -con José María Mas como representante-, pero que ha girado hasta situarse bajo el paraguas del duopolio en los últimos meses, de la mano de Julián Velasco, su nuevo portavoz.

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