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Sólo habrá un 'gran debate' en campaña: las TV pugnan por acogerlo

Pedro Sánchez, Pablo Iglesias, Albert Rivera y Soraya Sáenz de Santamaría

A falta de poco más de un mes para la celebración de los comicios del 26-J, todavía es una incógnita cómo, cuándo y dónde se realizarán los debates electorales entre los candidatos a la Presidencia del Gobierno. Después de varios días de negociación entre PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos, lo único que tienen claro las televisiones es que Mariano Rajoy, Pedro Sánchez, Pablo Iglesias y Albert Rivera sólo están dispuestos a enfrentarse a un coloquio a cuatro bandas que será el acto de más relumbrón en campaña y que, en el caso de Atresmedia y Mediaset, podría depararles unos ingresos extraordinarios por facturación publicitaria que, en diciembre, fueron de 1 millón de euros en una sola noche.

Como ha ocurrido siempre que los partidos se han visto obligados a negociar para fijar las condiciones de un debate electoral, las discrepancias han sido múltiples durante las conversaciones. Todos son conscientes de que, en este nuevo escenario, en el que la tarta se repartirá entre cuatro partidos, en lugar de entre dos -como ocurría hasta la anterior legislatura- la televisión jugará un papel capital en la campaña y el debate puede ayudar a sumar unos cuantos miles de votos a mayores que pueden ser fundamentales para formar gobierno. Pero, a la vez, temen que sus opciones de conseguir un buen resultado disminuyan como consecuencia de exponer a su candidato a un entorno hostil, han precisado a Vozpópuli fuentes conocedoras del proceso.

Pese a que la lógica invita a pensar que el escenario más idóneo para organizar el debate es Televisión Española, la pública, en el PSOE recelan de esta opción, puesto que consideran que está controlada por el Gobierno y eso implica un riesgo que no están dispuestos a asumir. La opción alternativa es celebrarlo en una de las cadenas privadas, pero no existe una división de opiniones sobre cuál sería la más adecuada.

El secretario de la Academia de Televisión dimitió tras conocerse su supuesta relación con el caso Nummaria

La Academia y el caso Nummaria

La opción que ha servido para romper con el bloqueo en anteriores ocasiones ha sido la Academia de Televisión, una asociación que ha producido debates entre Felipe González y José María Aznar; entre José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy; entre este último y Alfredo Pérez Rubalcaba y, el pasado diciembre, entre Rajoy y Pedro Sánchez. En todos los casos, ha ofrecido una señal institucional para todas las televisiones interesadas en ofrecerlo en sus canales y siempre han contado con Manuel Campo Vidal, su presidente, como moderador.

El problema que se plantea en esta ocasión es que en el PP desconfían de la capacidad de este periodista para llevar las riendas de un coloquio a cuatro bandas. Máxime después de que, en diciembre, no respetará escrupulosamente los bloques temáticos que los partidos habían pactado y que no supiera poner freno a las “desmedidas” acometidas de Pedro Sánchez contra Rajoy. A esto se suma el desprestigio que consideran que ha sufrido esta institución desde que trascendiera que su secretario desde 1997, Fernando Peña -ya dimitido-, está siendo investigado dentro del caso Nummaria, de evasión fiscal.

Lo que se descarta desde las televisiones privadas es que PP y PSOE organicen un cara a cara entre sus candidatos. “Consideran que en este debate tendrían mucho que perder y poco que ganar. Tienen claro que el plato fuerte será el debate entre los cuatro candidatos” y, salvo “sorpresa mayúscula”, Rajoy participará en el encuentro, detalla un ejecutivo de una televisión privada.

Más allá de este encuentro, está previsto que Televisión Española organice un coloquio entre los portavoces de 7 partidos. Pero, como ha ocurrido en anteriores ocasiones, su importancia dentro del proceso electoral será muy secundaria. Por su parte, Manuel Campo Vidal moderará el próximo miércoles una charla entre representantes de PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos sobre necesidades sociales. Pero ni mucho menos será el plato fuerte de la campaña, puesto que el más esperado es el que medirá a los candidatos de estos cuatro partidos. Y, en ese sentido, todavía quedan algunas diferencias importantes que resolver entre los interesados.

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