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Atresmedia y Mediaset luchan por audiencia y beneficios a la espera del Gobierno y la TDT

Difíciles son los augurios sobre el marcador cuando no está claro cuál es el terreno de juego ni cuántos son los jugadores. Y es que en el sector audiovisual el año 2014 se ha iniciado como terminó 2013: a la espera del Gobierno. El Ejecutivo del PP debe ejecutar la sentencia del Tribunal Subremo por la que deben dejar de emitir nueve canales de la Televisión Digital Terrestre (TDT). Un cambio en las reglas de juego que afectará especialmente a las dos compañías que conforman el duopolio del sector, Atresmedia y Mediaset, que copan casi el 90% del mercado publicitario. Sin embargo, todos los grupos audiovisuales esperan una decisión gubernamental que impida la pérdida de licencias. Y, entretanto, los dos gigantes mencionados mantienen una dura pugna por la audiencia y los beneficios. 

Fuentes del sector apuntan a Vozpópuli que se está trabajando, minuciosa y calladamente, con la posibilidad de que el Ejecutivo haga cumplir la sentencia del Supremo, reforzada recientemente por el propio tribunal, pero con algún tipo de contrapartida o recoveco que sirva para evitar que las televisiones pierdan sus inversiones en la TDT, tal y como exigen los propios interesados. El Ministerio de Industria prometió en varias ocasiones que pondría en marcha el "dividendo digital" antes del 1 de enero de 2014, extremo que unía a la eliminación de nueve canales de TDT. El Alto Tribunal ha dejado claro que deben dejar de emitir tres canales de Atresmedia y dos de Mediaset

El departamento cuyo titular es José Manuel Soria sigue sin mover ficha. Desde hace meses, el sector vive en una suerte de limbo jurídico donde nacen y se avivan diferentes rumores. La patronal que agrupa a las televisiones, Uteca (Unión de Televisiones Comerciales Asociadas), ha exigido públicamente una decisión que no suponga la reordenación del espacio radioeléctrico. Las negociaciones entre los representantes de Uteca y los del Ejecutivo todavía no han dado frutos. Además, la decisión del Gobierno no solo afecta a los dos gigantes ya mencionados. Vocento/Net TV se quedaría sin dos canales y otros tantos perdería Unidad Editorial/Veo TV. Un verdadero terremoto para el sector. Y con muchos afectados

Numerosas empresas, y no solo de comunicación, se verán afectadas por la decisión que tome el Ejecutivo

Y es que son enormes las implicaciones, y no solo en el sector de la comunicación, que tiene la decisión del Gobierno sobre la reordenación de la TDT. Para empezar, prácticamente la supervivencia de Intereconomía TV depende indirectamente del Ejecutivo. No es un secreto que su acuerdo con el Real Madrid para que el club blanco emita en la frecuencia de la cadena está en el aire mientras no se sepa cómo queda definitivamente el sector. Intereconomía emite en un canal de Net TV en el que posee el 25% y donde la mayoría corresponde al grupo Vocento.

Por otra parte, como publicó recientemente este diario, diferentes empresas están al acecho de lo que haga el Ejecutivo porque están interesadas en hacerse con licencias de TDT. Una de ellas es la Conferencia Episcopal, que quiere una licencia propia para que en ella emita su canal, 13TV, que de momento puede verse en una licencia de Unidad Editorial. También El Corte Inglés desea un canal propio para hacer llegar su publicidad a los ciudadanos. Y empresas alemanas con ansias de abrirse paso en España. 

Más publicidad, aún mejores cifras

Además de lo que ocura con los canales de TDT, la inversión publicitaria es clave para que las empresas de comunicación superen la crisis en la que se hayan inmersas. Al igual que le ocurre a los grupos editores de medios impresos, los grupos editores de medios audiovisuales esperan que el nivel de ingresos por publicidad aumente ostensiblemente en 2014. Así ocurrirá, según los principales estudios publicados. Eso sí, las compañías que operan en televisión no tienen tantas necesidades para arreglar sus cuentas de resultados. De hecho, a falta de conocer los datos del último trimestre del año, en 2013 tanto Mediaset como Atresmedia obtuvieron números más que positivos. Con más publicidad y siempre que el Ejecutivo no les quite canales, los componentes del duopolio conseguirán este año cifras abrumadoras. 

Atresmedia multiplicó por cinco sus beneficios el año pasado, mientras Mediaset siguió en cabeza

El negocio de Atresmedia va viento en popa. Entre enero y septiembre de 2013, el grupo presidido por José Manuel Lara aumentó su beneficio neto hasta 28,3 millones, lo que supone un incremento del +514,1% respecto al mismo período del año precedente, cuando Antena 3 y La Sexta perdieron 48,7 millones de euros. Atresmedia alcanzó los citados beneficios netos de 28,3 millones y un resultado bruto de explotación (EBITDA) de 45,5 millones de euros, con un crecimiento del 91,5%. De todas las líneas de negocio del grupo multimedia, la que creció exponencialmente fue la de televisión (aumento del 15,7%) frente a la caída de la radio (descenso del 5,4%)

Los directivos de Mediaset tampoco pueden quejarse. En los nueve primersos meses de 2013, la compañía dirigida por Paolo Vasile alcanzó un EBITDA ajustado de 57,57 millones de euros y un EBIT de 45,39 millones, con un margen sobre ingresos que se situó en el 9,9% (3,5 puntos más que en el mismo periodo de 2012) y el 7,8% (3,4 puntos por delante de 2012), respectivamente. El beneficio neto ajustado de Mediaset España ascendió a 33,54 millones de euros, lo que supone un margen del 5,7% sobre ingresos, con un beneficio neto de 22,14 millones de euros. 

La pelea entre Atresmedia y Mediaset se da en dos frentes. Por un lado están sus cuentas de resultados. Ambas, como se ha visto, cosechan números cuando menos jugosos que se traducen, además, en sendos crecimientos continuados de sus acciones en Bolsa. El otro frente, donde se batalla en paralelo, es el de las audiencias. Las dos principales cadenas de los grupos, Antena 3 y Telecinco, libran una encarnizada lucha por vencer en el share. En 2013 el canal de Mediaset se impuso por solo una décima. Y la pugna sigue más fuerte que nunca. 

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