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Amber Capital presiona para escindir Santillana del resto de la gestión del Grupo Prisa

Edificio del Grupo Prisa.

Son muchos los rumores que han circulado alrededor del Grupo Prisa durante las últimas semanas, algo que suele ser sinónimo de que el ambiente está alterado entre los propietarios del capital. En realidad, el fondo de inversión, Amber Capital, ha mantenido una batalla en los últimos tiempos contra Javier Monzón por el excesivo poder de decisión que -considera- tiene dentro de la compañía, pese a que sobre el papel no dispone de poder ejecutivo ni representa directamente a ningún accionista.

El gran cambio que trata de impulsar este fondo de inversión -y que el grupo estudia desde hace meses- es la operación de salida a bolsa del negocio digital de Santillana. En principio, en el Nasdaq estadounidense.

Su intención es escindir por completo el negocio de educación de Prisa de la parte de medios de comunicación, al considerar que El País y la Cadena SER 'contaminan' a la verdadera joya de la corona de la compañía, que es Santillana, muy bien posicionada en España y en Latinoamérica y líder en varios países.

Así lo explican fuentes conocedoras de Amber Capital, que inciden en que la compañía brasileña Arco Plattform realizó hace dos años una operación de salida a Bolsa similar y se revalorizó un 150%.

El problema, evidentemente, sería realizar un movimiento de este tipo en este momento histórico, en el que las crisis sanitaria y económica han dificultado sobremanera casi cualquier lanzamiento bursátil. En cualquier caso, en las horas previas a la Junta General de Accionistas celebrada este lunes, ambas partes conversaron sobre la conveniencia de separar la rama de la educación de la mediática dentro del holding de Prisa y acordaron impulsar la separación de estos negocios.

La intención del fondo capitaneado por Joseph Oughourlian (29,8% de Prisa) sería la de hacer crecer a Prisa en el único negocio en el que puede hacerlo actualmente, toda vez que el sector de los medios de comunicación está afectado por el desgaste de los soportes tradicionales y por la evolución negativa del mercado publicitario.

Una inversión de decenas de millones

Cabe recordar que esta entidad ha invertido alrededor de 300 millones de euros en Prisa y ha acudido a las dos últimas ampliaciones de capital, planteadas en 2018 y 2019. Sin embargo, la evolución del negocio hace peligrar la rentabilidad de este movimiento, toda vez que la acción de Prisa ha perdido la inmensa mayoría de su valor durante los últimos años.

De hecho, desde que arreció la crisis del coronavirus, su participación se ha depreciado el 60% en Bolsa, donde actualmente cotiza a 52 céntimos de euro. Por contra, su deuda se mantiene por encima de los 1.000 millones de euros.

En la Junta de Accionistas de este lunes, el propio Javier Monzón, presidente no ejecutivo de Prisa, ha destacado que el futuro de Prisa se sujeta sobre dos patas: una, la relativa al negocio de la educación (Santillana) y, otra, la que está relacionada con los medios de comunicación.

"Estamos convencidos de que ambos negocios tienen elevado potencial de valor si los gestionamos de forma adecuada, con equipos enfocados en cada uno de ellos, atentos a sus características y circunstancias específicas, que requieren capacidades muchas veces diferentes y rutas diferenciadas; preparándolos así para que puedan atraer los recursos y el capital necesarios para cada uno de ellos y también, por qué no, inversores y accionistas distintos", ha expresado.

Ahora bien, Amber Capital ha demandado cambios más profundos y ágiles que los que busca la parte del Consejo favorable a Monzón (Santander, los Polanco...), lo que explica el malestar de este y otros fondos de inversión con una participación significativa.

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