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Unidad Editorial mejora sus números, pero termina el año con un déficit de 5,4 millones

Urbano Cairo.

Unidad Editorial cerró con pérdidas el ejercicio 2016, uno de los más convulsos de su historia, en el que varias decenas de sus trabajadores fueron despedidos en un ERE y en el que su matriz italiana, RCS MediaGroup, fue comprada por el magnate Urbano Cairo. La compañía presidida por Antonio Fernández Galiano registró un déficit de 5,4 millones de euros, que fue inferior al del ejercicio anterior, pero que evidencia la dificultad de rentabilizar los negocios de medios de comunicación en un contexto de crisis de la prensa escrita.

La compañía obtuvo el pasado ejercicio un resultado bruto de explotación (EBITDA) de 29,2 millones de euros, frente a la cifra negativa de 9,1 millones que registró el año anterior. El plan de ahorro puesto en marcha a principios de 2016 por la anterior consejera delegada de la RCS, Laura Cioli, y respetado por su sucesor, Cairo, fue clave para que los costes operativos de Unidad Editorial se redujeran en 50,1 millones de euros.

Sus ingresos fueron en 2016 de 318,3 millones de euros, frente a los 330 que obtuvo en el ejercicio anterior. En lo que respecta al negocio de publicidad, Unidad Editorial registró en 2016 una facturación bruta total de 162 millones de euros, prácticamente igual que la que obtuvo el año anterior. Las campañas digitales crecieron el 13% durante el anterior ejercicio, frente al 11,5% de 2015.

Desde 2010, este grupo ha perdido más de 900 millones de euros, algo que se explica en la precaria salud del sector de la prensa escrita y en el descenso del mercado publicitario que vivió España durante los peores años de la crisis económica; pero, principalmente, en el deterioro de los activos de la compañía.

Este último hecho se deriva del elevado precio que se pagó en 2007 por el Grupo Recoletos (Expansión y Marca), de 1.100 millones. Entre 2011 y 2015, el valor de estos activos se deterioró en alrededor de 850 millones de euros, lo que ha lastrado las cuentas de la sociedad y ha condicionado el futuro de su matriz.

A este respecto, cabe destacar que RCS MediaGroup cerró el anterior ejercicio con un resultado neto de 3,5 millones de euros (-175,7 millones en 2015) y con un EBITDA de 89,9 (16,4). Todo ello, en un ejercicio en el que el presidente del Torino C.F. y del grupo Cairo Communications se hizo con el control de la compañía a través de una OPA que logró el apoyo fundamental de Intesa-Sanpaolo, uno de sus principales acreedores.

En España, se ha comprometido a no vender activos, ni a ejecutar más despidos a su plantilla. Eso sí, ha establecido una economía de guerra en sus redacciones con la que pretende reducir al máximo los gastos operativos.

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