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Los discretos números de Unidad Editorial agravan la crisis de sus dueños italianos

El conglomerado italiano Rizzoli-Corriere della Sera Mediagroup (RCS), matriz de Unidad Editorial, editora de El Mundo, Expansión y Marca, presentó este miércoles sus resultados de los nueve primeros meses del año. En este período el panorama ha mejorado tímidamente para la compañía, pero sigue siendo muy complicado: pérdidas netas de 176 millones, reducción del 13,7% en los ingresos y deuda de 547 millones. El holding de medios argumenta que ha reducido sus pérdidas en un 53,9% respecto al mismo período del año anterior y achaca su difícil situación a la crisis económica. Su ramificación en España consigue unos discretos números que no ayudan a solventar unos problemas que, en buena medida, nacieron precisamente de la operación ruinosa que fue para Unidad Editorial la compra de Recoletos. Como consecuencia de aquella operación, este mismo año RCS tuvo que inyectar 400 millones. Una ampliación de capital que los propietarios italianos acometieron a cambio de recortes en la plantilla de su unidad de negocio en España.  

En los tres primeros trimestres de 2013, RCS alcanzó unos ingresos netos de 965,4 millones de euros, lo que supone, como se ha dicho, un 13,75% menos que los 1.119,4 millones de euros del mismo período del año anterior. El ebitda (resultado bruto de explotación) fue negativo en 121,6 millones de euros. Este dato es cuatro veces superior al dato, también negativo, de enero a septiembre de 2012, cuando se quedó en 30,4 millones de euros, recogió Efe. También el ebit (resultado neto de explotación) fue negativo en 178,3 millones de euros, un 55,51% menos que los 400,8 millones de euros negativos del mismo periodo de 2012. A fecha de 30 de septiembre de 2013, el endeudamiento neto financiero de RCS era de 547,4 millones de euros, frente a los 845,8 millones de euros del año anterior. Para el último trimestre de 2013, RCS prevé descensos en los ingresos publicitarios y en sus ventas, lo que no dibuja un horizonte demasiado halagüeño.

Y, desde luego, el negocio de Unidad Editorial no es la mejor esperanza para el futuro de RCS. En los nueve primeros meses del año, la antigua Unedisa logró unos ingresos de 273,4 millones de euros, un 11,5% menos que en el mismo periodo de 2012. Además, obtuvo 104 millones de euros en concepto de ingresos publicitarios, lo que supone un retroceso de 20 millones respecto al mismo período de 2012 (124,1 millones). Según el comunicado que RCS colgó en su página web oficial, el ebitda fue un negativo de 22,5 millones. Eso sí, la matriz italiana destaca en su texto que su tentáculo en España obtiene muy buenos resultados de audiencia. Sobre todo, destaca a elmundo.es, con una media de 31,1 millones de usuarios únicos mensuales (aumento del 7,8 %), y marca.com, con 34,7 millones de usuarios únicos mensuales (aumento del 14,4%).

Los números de Unidad Editorial van en consonancia con los problemas que atraviesa todo el sector. La crisis es común, como demuestran las cuentas que Vocento ha presentado esta misma semana. La diferencia es, como se ha contado en este diario, la enorme rémora que supone para las cuentas de la antigua Unedisa la venta a Recoletos por mil millones de euros. Mientras, digan lo que digan los números, el presidente de Unidad Editorial, Antonio Fernández Galiano, y el director de El Mundo, Pedro J. Ramírez, siguen empeñados en sacar adelante su arriesgada apuesta por los contenidos de pago en internet. Esta semana ha firmado un acuerdo de colaboración con Microsoft, al que hay que sumar el acuerdo de distribución conjunta al que ha llegado con Libertad Digital

Los otros problemas de RCS

Los problemas de RCS son evidentes porque, por ejemplo, hace un mes sus directivos decidieron la venta de la sede histórica que tiene en Milán el Corriere della Sera, buque insignia del grupo. La operación fue aprobada por el Consejo de Administración tras duras divisiones entre varios sectores. Finalmente, el fondo nortemaricano Blackstone pagará 120 millones de euros por la sede citada, que se ubica en las calles San Marco y Solferino, en el centro de Milán. Lo sucedido para aprobar esa venta es un botón de muestra del momento que atraviesa la compañía italiana. A las cifras puras y duras hay que sumar las luchas intestinas entre los accionistas de referencia. A principios de octubre se rompió el acuerdo entre el grupo de accionistas que controlaba el 60% del grupo.

Todo ello genera una enorme incertidumbre para el futuro de la empresa. Un futuro que depende de qué hagan con sus paquetes los principales accionistas hasta ahora asociados: Fiat (20,3% del capital), Mediobanca (14,17%), Fonsai (5,43%), Pirelli (5,42%), Intesa SP (5%), etcétera. Algunos de este grupo y otros accionistas que no estaban asociados, como Rotelli (16,6%), decidirán el futuro de RCS y, con ello, el de El Mundo. De momento, en la Bolsa de Milán RCS pasa por un período de inestabilidad acorde con el terremoto interno que vive la empresa. La posibilidad de que varios accionistas vendan al alemán Axel Springer es una amenaza porque cambiaría el reparto de poder. 

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