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La maniobra de Cebrián para sustituir a Moreno incendia la redacción de 'El País'

Crece el terremoto interno en El País. Como es lógico, a Javier Moreno, director del rotativo, no le ha sentado especialmente bien que el presidente de Prisa, Juan Luis Cebrián, haya maniobrado a sus espaldas para colocar en su puesto al periodista Antonio Caño, corresponsal del periódico en Estados Unidos y responsable de la edición en América Latina. Tampoco están muy contentos los otros jefes de la redacción sita en Miguel Yuste después de enterarse de la existencia de un email en el que el candidato elegido para liderarles vierte fuertes críticas contra ellos. Para colmo, estos problemas que ahora se acrecientan vienen de antiguo porque Moreno y Caño no tienen buena sintonía. 

Fuentes de El País explican que las relaciones entre ambos se quebraron en 2006, cuando Moreno fue elegido para asumir la dirección del rotativo. Caño se quedó a las puertas en aquella oportunidad. Y, desde entonces, los dos han protagonizado una suerte de pelea soterrada, con diferentes detalles por parte de ambos, según estas fuentes. Ahora, todo hace indicar que el corresponsal en Estados Unidos ganará la batalla y tomará las riendas del diario, como adelantó este domingo Vozpópuli, en sustitución del actual director. Sin embargo, el envío por error del email de marras a los corresponsales en América Latina podría generar otra vuelta de tuerca, de forma que Caño volvería a quedarse sin el nombramiento.

El posible relevo en la dirección y los cambios en la organización de la redacción han pillado por sorpresa a los redactores, que asisten con incertidumbre a los acontecimientos

Pase lo que pase con la dirección, la mera existencia del email ha generado un obvio malestar entre quienes aparecen criticados en el mismo, siempres según las mismas fuentes. Mientras, la plantilla del rotativo vive esta situación rocambolesca sumida en una enorme incertidumbre. Tanto este posible relevo en la dirección como los cambios en la redacción -jefatura de Política y varias corresponsalías- han pillado por sorpresa a los redactores. Y ahora mismo, según dicen, no tienen ni la más remota idea de lo que va a suceder en los próximos días, aunque tienen claro que algo tiene que ocurrir. Cuanto menos, creen mercecer una explicación sobre el correo electrónico enviado por error por Caño. 

Los trabajadores del rotativo de Prisa no tienen la mejor opinión de Javier Moreno. Con independencia de su valía profesional, el expediente de regulación de empleo (ERE) acometido hace más de un año y que supuso 130 despidos provocó heridas muy difíciles de cicatrizar entre la redacción y su máximo responsable. Además, los empleados consultados por este diario tampoco ven con buenos ojos la posible llegada de Caño. Para empezar, algunos le llaman "el virrey de América" dados sus poderes casi omnímodos en el desempeño de sus funciones. Y para continuar señalan que este veterano periodista de la casa posee un perfil que no es tan de izquierdas como ellos desearían. Por último, el episodio del correo electrónico enviado por error, desvelado por Vozpópuli, les parece un hecho "escandaloso", sin precedentes en el diario y que, por motivos evidentes, ha generado un incendio en la redacción. 

Entretanto, Cebrián, Abril-Martorell y compañía trabajan para vender Digital Plus mientras se esperan unas cuentas de 2013 nada positivas

A pesar de la innegable crisis generada estos días en El País, el Grupo Prisa tiene cosas más importantes en la que pensar. El conglomerado de medios tiene en marcha la operación clave para su futuro: la venta de Digital Plus. Por el momento, Cebrián, su número dos, Fernando Abril-Martorell y compañía estudian ofertas de varios interesados en la plataforma de pago. Como informó este diario, de momento Telefónica y Al Jazeera son los mejores colocados. A esto hay que sumar los problemas laborales derivados de la intención de aplicar nuevos recortes a la plantilla. El cierre de la venta de Digital Plus sería la mejor noticia posible para el holding de medios, justo cuando faltan pocos días para que se hagan públicas sus cuentas de 2013. Unas cuentas que, según se comenta en el sector, no serán precisamente positivas. 

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