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Prisa, el imperio menguante que edificó Polanco y que ahora trocea Cebrián

El grupo Prisa está siendo troceado a una velocidad mucho más alta de lo que fue edificado. Poco a poco, compra a compra, negocio a negocio, siempre con el favor de los diferentes gobiernos socialistas, Jesús de Polanco, dueño y señor, creó en los ochenta un imperio mediático que no ha tenido parangón en España. Aglutina la editorial más grande, la radio más oída, el periódico más leído y la plataforma de pago de televisión más potente. Pero no corren buenos tiempos en el conglomerado mediático. Hoy las tornas han cambiado: la familia Polanco ya solo posee el 25% de las acciones, el grupo ya no tiene la influencia de antaño y Juan Luis Cebrián, presidente ejecutivo, acaba de vender una parte de Santillana y una parte de Mediaset, amén de su intento de deshacerse cuanto antes de Digital Plus. 

Las cifras hablan por sí solas y obligan a tomar decisiones dolorosas y que hasta hace nada parecían impensables. Prisa, pese a su generación de caja positiva, tiene una astronómica deuda de más de 3.200 millones de euros. En 2010 el fondo buitre estadounidense Liberty salvó al grupo de la quiebra inyectando 650 millones de euros. En 2012 tres grandes bancos (La Caixa, Santander y HSBC) y Telefónica tuvieron que volver a salvar de la quema a Prisa a cambio de entrar en su accionariado. A finales del año pasado el holding de medios se vio obligado a suscribir un plan de refinanciación con dieciséis fondos buitre y nueve bancos. Por tanto, no paran de llegar nuevos accionistas que dividen y dificultan más la composición del consejo de administración. Y las cuentas de 2013 arrojan unas pérdidas de 649 millones. 

Con la venta del 3,7% de Mediaset, el grupo ha logrado embolsarse 121 millones de euros y puede que siga vendiendo parte de ese paquete

Así las cosas, toca vender. No hay otra opción y, además, es una obligación contraída por el grupo en el mencionado acuerdo de refinanciación. La última venta que han decidido Cebrián y su número dos, Fernando Abril-Martorell, ha supuesto la operación exprés para colocar un 3,69% de Mediaset. El holding se ha embolsado 121,2 millones de euros. Antes de la venta, Prisa disponía del 17% del grupo de capital italiano. Ahora, ya solo le queda un 13,65%. Todo apunta a que Prisa seguirá vendiendo acciones de su paquete en Mediaset. Sin embargo, tendrá que esperar 90 días antes de acometer una operación de venta, porque ha asumido un compromiso de no transmisión, como detalló la propia empresa este viernes en un hecho relevante enviado a la CNMV. 

Esto se suma a la venta de Alfaguara y otros sellos editoriales de Santillana a Randon House por 72 millones de euros, operación dada a conocer el pasado 19 de marzo. Especialmente llamativa fue esta venta de los sellos editoriales, tanto por el momento del anuncio como por el precio de la operación. Y es que todas las fuentes del sector coinciden en que 72 millones no son demasiados. Es decir, el comprador salió ganando. Quizás las urgencias que apremian a Prisa han provocado que la cifra no haya sido la esperada. Asimismo, esta operación supuso un antes y un después en la historia del grupo, al tocar por primera vez su joya de corona, su rentable negocio editorial. 

Digital Plus y Media Capital, los siguientes

Como se ha dicho, vender no es solo una necesidad, sino una obligación para Prisa. El complejo plan firmado con fondos buitre y entindades bancarias estipula que Prisa debe deshacerse de "tres activos no estratégicos" en un plazo de tres años. Los activos susceptibles de ser enajenados son, como adelantó Vozpópuli mucho antes, el 56% de Digital Plus/Sogecable, la participación del 17,3% en Mediaset y la participación en la portuguesa Media Capital. Como acaba de quedar claro, el grupo liderado por Cebrián ha empezado por Mediaset. Pero su gran operación pendiente, cuyo cierre parecía cercano semanas atrás, es la venta de Digital Plus presumiblemente a Telefónica.  

El 'holding' de medios reconoce que su cuenta de resultados en 2014 dependerá de sacar tajada de la ley Wert de Educación

Por supuesto, Prisa sigue siendo un gran grupo mediático que llega a millones de personas. Está presente en 22 países y tiene unos 10.000 trabajadores. Sigue disponiendo del periódico más influyente de España, El País, y la cadena de radio más escuchada, la Ser. También cuenta ya con 250 páginas webs que visitan 36 millones de usuarios únicos al mes. Y, lo que es más importante, la editorial Santillana continúa siendo el gigante en la edición de libros de texto.

Paradojas del destino, ahora la gran esperanza del conglomerado mediático que creció hacia el infinito gracias a su buena relación con el PSOE consiste en sacar tajada a una polémica decisión del Gobierno del PP. Y es que, como reconocieron en su última junta de accionistas Cebrián y Abril-Martorell, la cuenta de resultados de Prisa en 2014 dependerá en gran medida de cuántos libros de texto puedan vender mercer a la polémica ley Wert de Educación. Y la otra clave de su futuro está en mejorar sus negocios crecientes en Latinoamérica, sobre todo en Brasil. O sea, un grupo menguante se dirige a un país emergente. 

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