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Por qué Pedro J. declara la guerra a García-Abadillo tras el XXV aniversario de 'El Mundo'

Las hostilidades entre Pedro J. Ramírez y Casimiro García-Abadillo se desataron públicamente este miércoles. El primero arremetió contra el segundo en Twitter como respuesta a un editorial del rotativo según el que el exdirector de El Mundo había "cedido el testigo" a su sustituto "fruto de un acuerdo empresarial". El afectado reaccionó recordando que fue "destituido", denunciando que con esa versión se engañaba a los lectores, asegurando que se le había "manipulado" y expresando sus diferencias con la actual dirección. Pero los motivos de esta guerra sin precedentes no solo tienen que ver con este editorial, sino que están directamente relacionados con la intrahistoria del discurso que pronunció Ramírez en la celebración del XXV aniversario del diario.

En concreto, fuentes del entorno del periodista aseguran a Vozpópuli que el presidente de Unidad Editorial, Antonio Fernández-Galiano, pidió expresamente a Pedro J. que hiciera referencia a la continuidad del rumbo del periódico con el nuevo director. El exdirector así lo hizo. Además, fue conciliador en sus palabras y no lanzó dardos envenenados, como muchos se barruntaban, contra los miembros del Gobierno del PP presentes -Soraya, Guindos y Wert, entre otros- y contra los grandes empresarios a los que ha culpado de su despido. Sin embargo, el mencionado editorial de este miércoles entremezclaba esa referencia a la "continuidad" con las expresiones antes mencionadas, de forma que, según los cercanos a Pedro J., "parecía que su destitución fue un cambio pactado y sin problemas de ningún tipo, cuando no es así en absoluto, como todo el mundo sabe". 

En una reciente entrevista a este diario, el exdirector sorteó cualquier polémica y/o enfrentamiento con García-Abadillo, suavizó su mensaje respecto a ocasiones precedentes e insistió en no referirse a problemas de los últimos meses

Quienes rodean a Ramírez insisten en que antes del XXV aniversario él ha intentado no enfangar la situación, a pesar de la tensión existente, precisamente para no dañar la imagen del rotativo y de su actual director. Días antes de esta esperada celebración, Vozpópuli publicó una entrevista a Ramírez a cuenta de la publicación en Francia de su libro El primer naufragio. Y lo cierto es que en aquella conversación, tanto con la grabadora encendida como apagada, el exdirector sorteó cualquier polémica y/o enfrentamiento con García-Abadillo, suavizó su mensaje respecto a ocasiones precedentes e insistió en no referirse a problemas de los últimos meses como la suspensión de empleo y sueldo de su hija, María Ramírez, y su marido, Eduardo Suárez.

Asimismo, en dicha entrevista Pedro J. achacó a un caso de "mala comunicación" el episodio en que el diario ignoró un acto suyo en Cádiz junto a Ana Romero, quien salió de El Mundo enfrentada a García-Abadillo. "Él considera que le han maltratado con ese editorial, así como con excluirle de la fotografía del XXV aniversario junto a los reyes, justo cuando él optó por morderse la lengua y no por reventar el acto de los premios, algo que podía haber hecho perfectamente porque tenía delante a quienes le han movido la silla", afirman dichas fuentes. De hecho, él mismo mencionó en sus tuits de ayer que le habían "borrado" de la foto y que se sentía "manipulado". Basta leer esas afirmaciones del afectado para ver que se siente traicionado por la dirección del periódico que fundó 25 años atrás.  

El trato a Ágatha

Otra cuestión que no ha gustado a Pedro J., según las citadas fuentes, es el trato recibido por su esposa, la diseñadora Ágatha Ruiz de la Prada, tanto en la cena celebrada en el Palace como en las páginas sobre dicho evento publicadas este miércoles en la edición impresa de El Mundo. En el acto, Ágatha estuvo colocada en una mesa ubicada al fondo del salón, apartada de la mesa presidencial y lejos de su marido, en un claro segundo plano. Además, en el reportaje gráfico del rotativo solo apareció el rostro de ella, junto al de la escritora Carmen Rigalt, y no su indumentaria, algo un tanto llamativo, destacan estas fuentes, si se tiene en cuenta que la diseñadora apareció con un vestido que llamó la atención de los presentes. 

El asunto de Ágatha, que podría parecer un tanto frívolo, no lo es tanto si se tiene en cuenta que semanas atrás se publicó en elconfidencialdigital que la dirección de El Mundo había dado la consigna de ignorar las imágenes de la diseñadora. El propio Pedro J. envió entonces al medio citado una durísima carta destinada "al cobarde o los cobardes" de Unidad Editorial que hubieran hablado en el artículo. Y dicha misiva concluía así: "Me resisto a creer que pueda ser verdad (...) que el 'castigo' vaya a hacerse extensivo a algún miembro de mi familia pues, sólo quien no haya leído ni a Gibbon, ni a Mommsen, ni siquiera a Goldsworthy –en realidad quien no haya leído a nadie- puede soslayar que esa práctica marcó el pináculo del tiempo en que el Imperio devino en tiranía". 

En su reportaje gráfico sobre el XXV aniversario celebrado el lunes, 'El Mundo' destacó sobremanera una imagen en que aparecían juntos los presidentes de Unidad Editorial y Vocento y el consejero delegado de Rizzoli; una imagen que vuelve a encender la posibilidad de una fusión... 

Polémicas entre directores aparte, en el reportaje gráfico mencionado aparecía una fotografía más que llamativa. Y es que El Mundo destacó sobremanera, como puede verse en la imagen que ilustra este texto, una fotografía en la que aparecían juntos el citado Fernández-Galiano, el presidente de Vocento, Rodrigo Echenique, y el italiano Pietro Scott Jovane, consejero delegado de Rizzoli, matriz de Unidad Editorial. Una imagen que no parece casual y que vuelve a encender en el sector de los medios la posibilidad de una alianza estratégica entre ambos grupos de comunicación. Extremo que ahora mismo está enfriado, pero desde lueho no enterrado.

Quizás en la gala del lunes unos y otros hablaron al respecto. A ambas compañías les vendría bien una fusión para mejorar sus maltrechas cuentas de resultados, sobre todo a la antigua Unedisa. Lo único seguro es que los mandamases italianos, que acudieron a la ya célebre fiesta del Palace, quieren una solución cuanto antes para su ramificación en España, como ha ido narrando este diario. Y también está claro, a la vista de los hechos, que Rizzoli no le venderá el periódico a Pedro J., que, si quiere ser director, tendrá que fundar su propia cabecera.

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