Quantcast

Medios

¿Libre mercado? Así funciona el clientelismo del 'statu quo' español, según Aleix Saló

¿Comisiones ilegales?, ¿políticos enchufados en grandes compañías al dejar la carrera pública?, ¿élites que sustraen los recursos de la ciudadanía para mantener su ritmo de vida?, ¿grandes tramas de corrupción que afectan a los principales partidos? Sí, lo han adivinado, estamos hablando de España. Y al ver estos dibujos tan reconocibles ya podemos saber también que vuelve a la carga Aleix Saló, el creador nacido en Ripollet (Barcelona) que se hizo famoso en las redes sociales en 2011 con 'Españistán' y el año pasado con 'Simiocracia'.

Saló ha publicado el pasado 4 de abril su nuevo libro, llamado "Europesadilla", y de nuevo ha creado un video para presentarlo, aunque bien centrado, eso sí, en la situación del sistema español. Este es el tercer video de Saló, que revolucionó absolutamente las redes hace algo más de un año con su estilo fresco y divertido para contar las miserias del sistema español. 14 meses después de aquel pelotazo, Saló no cuenta ya algo que nadie sepa, aunque su intención divulgativa es loable.

En el video se comenta enfrentando dos posturas ideológicas a nivel económico: el pensamiento intervencionista de Vicenç Navarro (en el video Vicenç Nubarro) y el liberal de Huerta de Soto (en el video Huerta de Seto). Asegura que para uno es el Estado el que debe de distribuir convenientemente los recursos económicos invirtiendo allí donde puede crear riqueza mientras que el otro cree que la riqueza se crea dejando a las empresas libertad para salir adelante con menos impuestos y trabas burocráticas.

Pero al final, asegura, no importa cual sea la doctrina que se aplique porque en España la realidad "es que los métodos de gobierno de los partidos se inscriben en otra dimensión" debido a la oligarquías político financieras que se intercambian favores. Estas oligarquías se encargan de montar un sistema clientelar para repartir el dinero "según si son afines o rebeldes, amiguetes o díscolos (...) el chantaje se extiende al mercado económico, donde el Estado concede trato de favor a un selecto grupo de empresas, que agradecen el gesto pagando comisiones o colocando a políticos en sus consejos directivos. El resto de empresas son marginadas a lidiar con una elefantiásica burocracia. Si esto es libre competencia...".

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.