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La televisión checa revive la ocupación del país por los nazis en un programa de telerrealidad

'Vacaciones en el protectorado' pretende, nada más ni nada menos, hacer revivir a sus concursantes la experiencia de la ocupación nazi (Česká televize).

En la televisión pública de la República Checa no han tenido mejor forma de traer a la actualidad el oscuro pasado de la ocupación nazi que plantear un programa de telerrealidad. Vacaciones en el protectorado, se llama el espacio televisivo, cuyo primer episodio tuvo medio millón de espectadores. La cifra es significativa para un país donde se cuentan poco más de 10 millones de habitantes.

El título del programa alude a los años en los que la República Checa -entonces la región situada más al oeste de Checoslovaquia- estuvo controlada por el III Reich. La ocupación nazi en este país centroeuropeo comenzó en 1938 con la anexión de los Sudetes, regiones del Norte, Sur y Oeste de Checoslovaquia. Allí estaba principalmente asentada la minoría de etnia germana del país. Un año después, lo que hoy se conoce como la República Checa, pasó a estar controlada íntegramente por el nacionalsocialismo en lo que se llamó Protectorado de Bohemia y Moravia.

La ocupación nazi duraría hasta mayo de 1945 y, durante seis años, la población checa vivió sometida a la voluntad de Adolf Hitler. Se cuentan cerca de 360.000 checos y eslovacos fallecidos en aquel violento periodo. Por su parte, la cultura judía del país quedó prácticamente extinta tras el Holocausto. De ahí que “apenas unos 30.000 judíos comenzaran a regenerar la vida de la comunidad judía en Bohemia y Moravia” tras la Segunda Guerra Mundial, según aclaran desde El Congreso Judío Europeo, organismo de representación de esta comunidad religiosa en el 'Viejo Continente' con sede en París.

La familia checa que gane obtendrá 35.500 euros como recompensa.

En los capítulos de Vacaciones en el protectorado, una familia checa se somete a las supuestas condiciones de vida de los días de la ocupación nazi en una región montañosa del país centroeuropeo. Hay problemas para encontrar comida y la comodidad nada tiene que ver con cómo se vive en Gran Hermano VIP o lo que se entiende por esa palabra en el Siglo XXI. Además, un puñado de actores vestidos de oficiales alemanes abusa de su poder permanentemente. Someten a interrogatorios e irrumpen en la casa de la familia por la noche para hacer registros, entre otras cosas. Si logran superar la experiencia y las pruebas ideadas por los guionistas del programa, hay para los familiares un premio de un millón de coronas checas (unos 35.500 euros).

Los responsables del programa de televisión están convencidos de que hay una dimensión pedagógica en Vacaciones en el protectorado. “Creemos que es una tentativa correcta para presentar esa época, facilitando que se respeten unas ciertas reglas éticas y una realidad histórica”, según la directora del programa, Zora Cejnková. “Traté de mostrar ese periodo de tiempo con absoluta seriedad y respeto por su carácter trágico”, ha explicado.

No obstante, para los historiadores, o para los más sensibilizados por los tremendos horrores de la Segunda Guerra Mundial, esta tentativa histórico-televisiva ha sido fallida. “Afortunadamente para la familia de participantes, no serán tratados como los judíos que vivieron en el protectorado y que fueron deportados por los nazis a los campos de concentración y de exterminio donde fueron asesinados por checos colaboracionistas”, ha escrito Renee Ghert-Zand, columnista del diario israelí de lengua inglesa The Times of Israel. Para ella, y para no pocos críticos, este programa contribuye a banalizar la vida en tiempos de guerra y la traumática experiencia que supuso la ocupación nazi.

Críticas de este tipo se han escuchado en todo el mundo desde que se lanzara el programa a finales de mayo. Son la consecuencia de la búsqueda de éxito mezclando el formato televisivo más popular con la etapa más oscura de la historia europea. Así lo ha explicado Stanislav Kokoska, un historiador y estudioso del periodo de la ocupación nazi en Checoslovaquia. A su entender, “la memoria de la gente que murió en ese periodo se considera sagrada”. Y Vacaciones en el protectorado busca entretener pese a lo sacro del tema.

Eso sí, Cejnková y compañía sabían de las polémicas consecuencias que podía generar el programa. Sin embargo, esa eventualidad nunca fue un impedimento para lanzar el proyecto. “Es un periodo histórico turbulento” y la temática “controvertida”, ha reconocido la directora del programa. Precisamente por eso ha atraído gran atención en Chequia y fuera de sus fronteras. Pero esto no quiere decir que los espectadores vayan a conocer mejor la historia del país de Václav Havel delante de un capítulo de Vacaciones en el protectorado.

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