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Encasillarse en una serie durante más de 10 años, ¿suerte o desgracia?

Imagen de un capítulo de Friends.

Chandler, Joey, Ross, Monica, Phoebe y Rachel llegaron a cobrar un pastizal inmenso por cada episodio que rodaban en Friends. Algo comparable con lo que se embolsan hoy en día los protagonistas de Anatomía de Grey, The Big Bang Theory o Dos Hombres y Medio que, aunque se sitúan en las listas de los mejores pagados, no alcanzarán, por lo menos de momento, a la cifra estratosférica de los “amigos” de la pequeña pantalla: un millón de dólares por capítulo.

Los tiempos no están para altos dispendios en sueldos, lo saben hasta en la China popular. Pero si de algo sirvió esa cifra fue para asegurar un futuro lejos de las cámaras a los protagonistas que este mes recuerda medio mundo (el otro medio no ve la televisión) y que no han corrido la misma suerte. ¿O sí?

Si juzgáramos cada una de las trayectorias que tomó cada cual hace ahora diez años veríamos que, sin grandes papelones, Mónica y Rachel han sido las únicas que han sabido aprovechar esa ola en la que se subieron a finales de los 90. La primera, Courteney Cox, ha remado a contracorriente año a año con su papel protagonista en Cougar Town. Antes de que esto ocurriera intentó, sin suerte, ser alguien en la gran pantalla de la mano de películas como Scream. Todo ello, claro, con un gran desembolso en cirugía estética que casi ha desconfigurado esa cara que se colaba en nuestras casas allá por los 90.

La ex de Brad Pitt, por su parte, se ha llevado su rédito particular del cine independiente y de numerosas películas comerciales en las que parece interpretar siempre el mismo papel. Es decir, una extensión más o menos cómica de Rachel Green. Jennifer Aniston continúa su vida sin pasar por el altar, ¿atemorizada, quizá, porque le pase lo mismo que a su personaje en el primer episodio de la serie?

Casi la misma suerte que Rachel corrió Phoebe, pequeños papeles en películas comerciales que no le reportaron el éxito que sí le dio Friends. Y es que, igual que ella, los chicos no pueden enorgullecerse de haberse deshecho de esa estirpe seriéfila del actor encasillado. Matt LeBlanc quizá sea el que ha sabido sacar el pequeño jugo que le quedaba a Joey protagonizando un spin-off con el mismo nombre que apenas duró. Ahora, y por sorpresa de todos, la serie Episodes le reportó una nominación al Emmy como mejor actor de comedia. Pero lejos de cosechar el éxito que Tribiani le dio, Matt LeBlanc vive la vida plácidamente en su amada California.

Y qué decir de Chandler y Ross. El primero no ha cejado en su empeño por dejar atrás el papel que le llevó hasta rehabilitación. Y nunca lo consiguió. Al menos, de momento. El segundo ha preferido tirar hacia el mundo del teatro y la producción cinematográfica. Quizá hubiera sido mejor dejar el párrafo en blanco. Ellos siempre serán Ross y Chandler, por mucho que intenten evitarlo.

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