Paula Vázquez descansa entre vinos gallegos

Se la veía tranquila, relajada, hablando con hombres trajeados y moviéndose como pez en el agua. Paula Vázquez, actriz, presentadora e imagen de las bodegas gallegas Marqués de Vizhoja (casa productora, entre otros vinos, de un blanco que ya hemos reseñado en Marabilias) ha aparecido en Madrid con nueva imagen, dejando atrás ese rubio platino que llevaba desde los tiempos de maricastaña para dar paso a un pelirrojo mechado que presagia algo más que un simple cambio de look.

Estaba tranquila, sí, pero cuando le ha tocado el turno de presentar el acto en el que se daban a conocer las nuevas variedades de productos de las bodegas algo ha pasado. Ella, que nunca fallaba frente a la cámara, no sabemos si por los nervios, las prisas o, simplemente, el descanso total en el que vive, ha comenzado a trabarse en lo que es su especialidad. Presentar, presentar y presentar.

Y haciendo patria de su tierra ha comentado que "no puede ser mayor orgullo para mí, como gallega y amante de los productos de mi tierra, que apoyar el buen hacer de los profesionales y empresas gallegas". Nada más... y nada menos, porque después de terminar su relación con Atresmedia y no tener actualmente ningún proyecto inmediato, su vida es tranquila y entre vinos.

¿Qué hace Paula con su vida?

Hace poco publicábamos en estas páginas el cruel destino que podría esperarle a la mujer que nos enseñó a contar en euros. Sin ir más lejos, en Marabilias hemos podido saber que Paula “se está tomando un año de descanso, que es lo que quería desde principios de año. Y ahora está muy tranquila”.

A sus 39 años no se le conoce pareja (al menos de momento) pero sí salió a la luz su voluntad de ser madre. Lo desvelaba LOC el pasado mes de febrero. Sin embargo, en Marabilias sabemos que será “al menos dentro de un par de meses” cuando la presentadora dé más pasos hacia el anuncio de su deseo de congelar sus óvulos en la clínica de su amiga. Y publicitarla, claro. Mientras tanto, silencio absoluto y relax, mucho relax para la gallega. Eso sí: el vino, que no falte.