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Garmin Fénix 2: El rey de las muñecas aventureras ahora se hace deportista

Grande pero discreto, pocos detalles estéticos cambian en este nuevo Fénix 2 en comparación con el modelo al que sucede. Fabricado en acero, termoplástico reforzado y cristal mineral, aguanta golpes, impactos, caídas y toda condición climática severa. Lo principalmente nuevo, que es mucho, está dentro.

Para empezar, su GPS es de nueva generación y ahora es capaz de adquirir la señal de manera más rápida y consistente (es uno de los ‘debes’ del Fénix genuino, que sin ser un grave, es mejorable). En lo que se refiere a otros sensores, mantiene la brújula de tres ejes y el altímetro barométrico. Este último registra los cambios en la presión para determinar con precisión la altitud, a la vez que puede utilizarse para representar gráficamente la presión barométrica y controlar así los cambios de las condiciones meteorológicas.

Este reloj localiza y recuerda los lugares donde has estado, te permite planificar y gestionar rutas y excursiones, y con él puedes marcar waypoints. A modo de tech-garbancito, puedes configurarle para que te guíe hasta un punto de partida determinado.

Junto a esta faceta de guía, localizador e informador ambiental, Garmin ha tenido a bien añadir a su nuevo reloj GPS una virtud más marcadamente deportista, consciente del empuje wearable (relojes y fundamentalmente pulseras de actividad) que acechan desde distintos frentes.

Evalúa tu condición física y calcula el tiempo de recuperación

 En este sentido, el Fénix 2 incluye prestaciones que hechizarán al aficionado a uno o varios deportes. Aparte de monitorizar datos relativos al ritmo, tiempo y distancia para deportistas en general, a los trail runners les informa de los datos de ascenso, rendimiento y velocidad vertical; a los nadadores, del número de brazadas; a los ciclistas, de su rendimiento y seguimiento de las salidas; y para los practicantes de esquí alpino, de fondo o snowboard, incluye un modo específico que les cuenta las bajadas y detecta la velocidad, la distancia y el desnivel.

Además, tiene la capacidad de evaluar tu condición física y, a partir de tu entrenamiento habitual, calcula el tiempo de recuperación, un dato interesante para que sepas cuánto debes de descansar antes de darte la siguiente paliza física.

¿Necesitas más? Si alías el Fénix 2 con el monitor HRM-Run, verás en su pantalla un cálculo aproximado del consumo de oxígeno extraído a partir del rendimiento y otros valores de frecuencia cardiaca. Igualmente, monitoriza la cadencia, la oscilación vertical y el tiempo de contacto con el suelo.

Comparte al instante tu experiencia

En la era de la conectividad, el Fénix 2 no se podía quedar atrás y, mediante la función LiveTrack y Garmin Connect 2.0, puedes presumir en tiempo real de la experiencia que estés viviendo. Todo aquel que tú quieras podrá conocer dónde estás, a dónde te diriges y cuándo haces una paradita (qué seguridad para ti y los tuyos… o qué peligro, según se mire). Para ello sólo necesitas un smartphone y acceso a datos 3G. ¿Hemos mencionado smartphone? Aquí viene la sorpresa: si lo asocias con un iPhone, el reloj te alertará de llamadas, mensajes, etc. Lástima que sólo pueda emparejarse con el móvil de Apple. También puedes utilizar este reloj para manejar de forma remota una Virb, la cámara de acción de la propia marca.

Muy completo por los cuatro costados, echamos en falta una pantalla a color. Seguro que los ingenieros de Garmin se lo han planteado, pero me temo que su ausencia se debe a que generaría un daño colateral en su autonomía energética, detalle innegociable cuando hablamos de actividades outdoor. En este caso, está estimada en 50 horas. El Fénix 2 está ya a la venta desde 399 euros. 

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