Quantcast

Nieve

Gstaad, el escondite invernal de los millonarios españoles

Gstaad (Gtresonline).

Son ricos a prueba de crisis. No en vano es una de las zonas más lujosas y exclusivas de Europa. Una casa aquí puede costar entre 12 y 33 millones de euros. En Gstaad no existe la recesión económica. Por eso es el paraíso particular de grandes empresarios como Emilio Botín.

Al evento navideño de los Botín acuden apellidos como March, Alcocer, Lapique…

Su familia siempre ha mantenido un perfil bajo, pero célebres han sido durante años sus fiestas navideñas, en las que solía reunir a gran parte de la jet set europea. La máxima era despedir el año desde Gstaad y a este evento navideño siempre han acudido ínclitos apellidos como March, Alcocer, Cortina, Lapique, Hidalgo (Globalia) o Rodés, a los que se sumaban El Assir y su esposa, e incluso Pedro J. Ramírez y su familia.

Reuniones sociales, en definitiva, que tienen como centro neurálgico el legendario Gran Hotel Palace, que preside el pueblo alpino y ofrece unas vistas únicas de sus montañas. Su Gstaad Yatch Club ha sido testigo esta última navidad de otra exclusiva fiesta: la organizada por Juan Antonio Samarach Salisachs, hijo del fallecido presidente de honor del Comité Olímpico Internacional. A ella han acudido Juan Abelló y su familia, además de Alberto Cortina y Elena Cué, entre otros.

Clubs y campos de golf

Pero no sólo el hotel Gstaad Palace -con su spa de 1.800 metros cuadrados o sus dos tower suites de 190 metros con vista panorámica- hace las delicias de la high society. Sus campos de golf y los exclusivos clubs como Rialto o Eagle también son un reclamo para personalidades como Ernesto Bertarelli, Bernie Ecclestone y sus hijas, el extenista Boris Becker, el director de cine Roman Polanski o el diseñador italiano Valentino.

En Gstaad, el metro cuadrado puede llegar a costar 49.000 euros.

Gstaad es, sin duda, el refugio invernal que más celebrities alberga por metro cuadrado. Antes que ellos, por las boutiques de su avenida peatonal pasearon estrellas como Liz Taylor, Michael Jackson, Audrey Hepburn, Claudia Cardinale, Julie Andrews, Clark Gable, Rock Hudson, Cary Grant, Marlene Dietrich o Frank Sinatra. También ha sido el paraíso predilecto de los royals durante años. Don Juan Carlos y doña Sofía, Rainiero y Gracia de Mónaco, su nieta Carlota, el príncipe Harry de Inglaterra o Carlos y Diana de Gales han disfrutado de los paisajes de Gstaad, un lugar en el que el metro cuadrado puede llegar a costar 49.000 euros.

La realeza europea también es asidua a la Promenade. Allí se encuentran lujosas tiendas como Lorenz Bach o Trois Pommes. Pero la estación alpina es mucho más. Posee exclusivos restaurantes en los que comer es todo un lujo: con zonas especiales al aire libre desde las que contemplar las impresionantes montañas nevadas. Es el caso del Berhaus Wasserngrat. Aunque la jet set también disfruta de largos almuerzos en La Fromagerie, en Le Bar du Grill del Gstaad Palace, Chesery, o en el bar La Cave del hotel boutique Olden. Y de tiendas delicatessen como Pernet, en las que uno puede encontrar todo tipo de productos frescos y de gran calidad.

Pero no hay que olvidarse del alojamiento. Porque al margen del Hotel Palace, existe un sinfín de posibilidades en un entorno idílico como es Gstaad. El clásico Post Hotel Rössli es un buen ejemplo, aunque no el único. En alguna ocasión, los ricos europeos también se han hospedado en el Gran Hotel Park y en el reciente The Alpina Hotel, en los que disfrutan especialmente del aprés ski.

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.