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Gourmet

Henar Puente: la nariz del Parador de San Ildefonso

¿Cómo ha cambiado la visión turística de La Granja con el parador?

En La Granja hemos tenido largas temporadas en las que la gente visitaba el Palacio, los Jardines y después la mayoría se marchaban a comer a otros sitios. Desde la apertura del Parador, ha aumentado la oferta, con la aparición de más restaurantes y bares. Entre todos hemos conseguido que ya no sea esa mayoría la que se vaya a otros lugares, sino que se queden a disfrutar de nuestra gastronomía y del encanto del pueblo. Además, la gran calidad hotelera del Parador y la maravillosa reforma del edificio que ocupa, ha hecho que quieran quedarse a disfrutar de una estancia más larga.

¿Ser mujer dificulta la progresión en esta profesión?

En mi caso, para nada. Al contrario, siempre me he sentido ‘mimada’ tanto por mis compañeros como por los clientes.

¿La gente sabe beber?

Sí, afortunadamente cada día estamos más concienciados de la importancia de beber bien, tanto en calidad como en cantidad.

¿Crees que se valora lo suficiente el papel del sumiller en los restaurantes?

Aunque cada día vamos tomando más protagonismo e importancia, todavía nos queda un largo camino por recorrer

¿Se dejan aconsejar los clientes o funcionan los tópicos?

Casi siempre. Por suerte, cada día menos.

¿Se puede ser autodidacta?

En esta profesión estamos obligados a ello. Al no estar reconocidos nuestros estudios, nos vemos obligados a aprender unos de otros. Heredamos los conocimientos de otros que se abrieron paso antes que nosotros, y a su vez, enseñamos a los que están empezando

En Segovia, los vinos viven una continua evolución... ¿hacia dónde van?

Como en el resto de España, van en busca de la mejor calidad y mejora en sus elaboraciones, así como en el cuidado de todos los procesos, desde la viña hasta el etiquetado

¿Se puede conocer a las personas por lo que beben y por cómo beben?

Difícilmente. La mayoría cambiamos de bebida dependiendo del momento. Yo diría que más bien por cómo cogen la copa.

¿Te gustaría hacer tu propio vino?

No. Me gustaría que me hicieran un vino, pero yo no me veo capacitada para elaborar un buen vino

¿Un vino para seducir?

Todos los vinos seducen. No podría elegir un tipo. Depende del momento y de la persona que tengas enfrente.

¿Has usado el vino para seducir...?

No. He usado el vino para conocer personas interesantes y gozar de su amistad.

¿Para una fiesta?

Por supuesto. Toda fiesta que se precie debe tener vino en todas sus diferentes gamas.

¿Qué vino te gustaría beber?

Cualquier vino es bueno, si con quien lo disfrutas merece la pena. Una buena compañía hace que un vino sea el mejor del mundo, aunque no lo sea, igual que el mejor vino del mundo acaba siendo el peor si la compañía no es de nuestro agrado. Yo más bien me preguntaría: ‘¿Con quién te quieres beber un vino?’ Y la respuesta sería: un vino tinto jugoso y con carácter, con Joaquín Sabina, un gran personaje con carácter.

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