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Gourmet

En Córdoba se sabe mucho de bares

El tapeo más variado en una ubicación excelente en La caña d'España.

La caña d’España

El tapeo más variado en una ubicación excelente, en pleno centro de Córdoba y cerca del templo romano. Se trata un local pionero en la creación de tapas basadas siempre en la dieta mediterránea, y también en el apodado “sistema de la tapa”, en el que cada cliente puede diseñar su tapa eligiendo cuatro de cuarenta ingredientes. Un buen ejemplo de cómo la cosas evolucionan porque hay vida más allá del salmorejo y el jamón (Calle Claudio Marcelo, 2).

Bodegas Campos

Bodegas Campos

Un trozo de la historia de España con forma de bar. Bodegas Campos no es el mejor bar, pero es obligatorio para una primera visita. En las naves y patios de esta antigua bodega fundada en 1908 se pueden hoy celebrar cualquier tipo de fiesta, juerga o reunión. Se trata de un conjunto de patios y casas típicas, con diversos salones y ambientes, un restaurante especializado en cocina tradicional cordobesa y una bodega, la Sacristía. Muy, pero muy tradicional… con todos los tópicos que esperamos de un lugar como este. Patatas cortijeras, paté de perdiz, salmorejo, pisto con huevo, lomo de verdad, y todo un festín… que sorprende (Calle de los Lineros, 32).

Casa Pepe Vela

En la Judería encontramos este local sobradamente conocido para todos los cordobeses. Buen precio, mejor servicio, y el aspecto que esperamos en un negocio ubicado aquí. Sea la que sea nuestra elección, Rabo de toro, Berenjenas o, por supuesto, su mítico, salmorejo, podemos ir la conciencia, y la cartera, bien tranquilas (Cruz de Juárez, 4).

Huerta del Rey

Una taberna que toma el nombre del huerto cercano a la muralla y que, tras su reciente renovación, ofrece productos frescos, recién recolectados y de gran calidad, que remiten directamente a ese mundo agrario de los alrededores del Guadalquivir. Excelentes flamenquines y berenjenas fritas, por no hablar de la crepe de rabo de toro, todo ello envuelto en un ambiente agradable y moderno.

Siempre encontraremos algo en la cocina que nos sorprenderá. Maravillosos guisos de verduras en los días de invierno (C/ Doctor Fleming, 4).

Taberna Pepe de la Judería

En nuestro viaje por Córdoba no podía faltar la taberna Pepe, un lugar con historia plenamente asentada en la ciudad, y sin duda mucho más refinado de lo que el nombre da a entender. Cocina cordobesa típica con un toque de autor, el del chef Juan Pedro Secaduras, para darle a lo de siempre una pátina completamente nueva. No se nos olvida su azotea, que mira directamente a la torre de la mezquita, sin duda el lugar perfecto para entregarnos a las bondades del local. Un capricho…. Arroz negro con ralladuras de choco! Un lujazo! (Calle Romero, 1).

El Sótano

En las arcadas de este núcleo principal de Córdoba hallamos otro negocio único pero con buen gusto, quizá de nuestros preferidos a la hora de tomar cañas en Córdoba. Cerca del Ayuntamiento y lugar de tertulia para algún concejal que gusta de la austeridad.. En sus salones y su inigualable terraza podemos degustar unos deliciosos callos que encabezan una carta perfecta para degustar sin complejos la parte pintoresca de la ciudad andaluza. Sus platos de novillo son una delicia y las croquetas, si están recién hechas, muy dignas (Plaza de la Corredera, 1).

Sociedad de Plateros de San Francisco 

En nuestro camino hacia lo típico ya no hay vuelta atrás. Y para sumergidos en la historia y gastronomía de la ciudad, se hace imprescindible esta taberna, donde podremos disfrutar de una atmósfera típica -Julio Romero de Torres era uno de sus parroquianos- y un comida casera andaluza barata y deliciosa. Japuta en adobo, flamenquín, bacalao... se unen a los habituales y ya conocidos. Todos los tópicos con forma de tapa… (C/ San Francisco, 6).

Bar Santos

Lo critican, pero siempre está lleno. Uno de los lugares más afamados de Córdoba gracias a su tortilla gigante y su tipismo. Casi perpetuamente abarrotado, el diminuto local se las arregla para dar lo que promete, una sabrosa tortilla y un buen puñado de pinchos que no se olvidan, perfectos para llevárselos puestos mientras continuamos con la visita. El estar tan cerca de la catedral garantiza un nivel de ocupación que desborda cualquier expectativa… (Calle Magistral González Francés, 3).

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