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Paula Echevarría: “Los rumores de crisis no me hacen ni p*** gracia”

Paula Echevarría: “Los rumores de crisis no me hacen ni puñetera gracia”. Como ven, las revistas del corazón cuidan de nuestra educación y nuestro lenguaje y cambian la palabra 'puta' por 'puñetera', que es más fino. Ay, Paula, hija mía, ¿tú sabes lo que es la fama? Si te pasas media vida presumiendo de tu amor maravilloso en Instagram, pues es normal que el resto especulen sobre si hay algo más oscuro detrás de tanta felicidad. ¡Es ley de vida! No querrás que, encima, nos creamos que sois tan perfectos y hacéis coreografías en el coche todo el rato. ¡Eso no es humano! Lo suyo es discutir, echarle en cara al otro que no ha limpiado el baño o no ha recogido sus calzoncillos del suelo y luego reconciliarse con pasión y fuegos artificiales. Seguro que cuando vas a un restaurante y te dan la mejor mesa, no te quejas, pero si te preguntan si pasáis por una mala racha, sí. Son las cosas de la fama, Paula. Gracias a eso tienes un contrato en Pantene que te deja el pelo brillante y liso. ¡Ya quisiéramos nosotros un pelo así! (Diez Minutos).

Kiko Rivera deprimido, se rapa la cabeza. Como lo oyen. Bueno, lo leen. El shock por la entrada de su madre en prisión ha hecho que Kiko Rivera se rape la cabeza. ¡Pero si no tiene pelo! ¿Qué noticia es esta? Si al menos se hubiera puesto una extensiones -les recomendamos la marca 'Melenísima'- o se hubiese tatuado la letra de Marinero de luces en el cráneo, pues aún, ¿pero raparse el pelo? Para eso no hace falta estar deprimido. Con tener una maquinilla cerca es más que suficiente. Kiko, si necesitas unos buenos estilistas que hagan algo con tu look, no dudes en llamarnos, pero no te deprimas, que no va a ningún sitio. ¿Tú ves a Chabelita deprimida? ¡Claro que no! Ella sale por ahí, se tatúa unos labios y se peina la melena. Aunque, claro, ella tiene pelo para peinarse... ¡Qué dura es la vida del DJ! (Diez Minutos).

En la cocina de... Cari Lapique. ¡Por fin vuelve la sección de las cocinas a este repaso de la crónica social! Si es que no hay sección mejor. Esta semana, Cari Lapique se arremanga para preparar una crema de verduras y pollo. ¡Alta cocina! Ahora, de la crema, ni rastro. Cari solo enseña una bandeja -suponemos que de plata de ley- con verduras y un poco de pollo. Debe ser que en su casa la hacen así. En fin. La socialité madurita conoce muy bien su trabajo y en dos paginitas cuela su trabajo en la joyería Suárez, promociona la aplicación 'Face Time' y una clínica de estética de una amiga suya y comparte su perfil de Instagram. ¡Product placement literario! Una revolución digna de Cari. (Diez Minutos).

María Valverde: “Creo haber estado 4 años con un desconocido”. Desde luego, la capacidad de olvidar de María Valverde es asombrosa. En cuestión de unos meses, ya no se acuerda ni cómo se llamaba su novio. Chica, ¡que era Mario Casas! ¿Te suena? Actor, sex symbol, así como malote, con una ceja medio depilada, un cuadro. Si ya veíamos venir que esta relación no podía durar mucho. A Mario se le ve ligón, de los que le gusta entrar y salir, subir y bajar, y María parece más tranquilita. Lo mejor que les ha pasado ha sido romper. Ahora cada uno puede hacer su vida y siempre podrán presumir de que fueron la pareja del momento, aunque ella ya ni se acuerde. (Lecturas).

Vicky Martín Berrocal: “El hombre con mayúsculas aún no llega”. A ver, Vicky, pongámonos serios. Llegada determinada edad, el hombre con mayúsculas no es que no llega, es que directamente no existe. Ya no estás para ir eligiendo si lo que quieres es tener una pareja -ahí ya, cada uno que haga lo que quiera-. Todos tenemos una tara, o dos, ¡y que no sean más! No queremos decir que tengas que conformarte, pero sí ser realista. Puede que no sean perfectos, que no sepan cocinar, que dejen la casa un poco desordenada, que les dé por combinar marrón y azul, pero hay que quererles igual. Seguro que tú también tienes lo tuyo y nadie te lo dice. Abre tu mente, como diría Merche, y déjate llevar. Nos lo agradecerás.  (Semana).

Vanesa Romero: “Quiero enamorarme”. ¡Y quién no! Vanesa, eres guapa -mucho-, famosa, actriz de éxito, tienes tu serie, tus campañas, tu todo, ¿cómo es que no tienes novio? ¿Qué pasa en ese corazoncito? Que no es por hacer leña del árbol caído, pero si Vanesa no tiene novio, algo malo tiene que haber. La pobre se ha tenido que ir de compras para levantarse el ánimo. Mujer, no es para tanto. Si tú no encuentras novio, imagínate los demás. Eso sí es un drama. (Love).

Blanca Marsillach: “Si no me hubiera llamado Marsillach, todo hubiese sido más sencillo”. ¿No están cansados de los famosos victimistas? Nosotros ya no podemos más. Es evidente que llevar un buen apellido hace que todo el mundo te mire con lupa, pero también te abre muchísimas más puertas. Las cosas como son. Anda que estaríamos aquí si nos hubiésemos apellidado Middleton, Beckham o Gaga. ¿Se imaginan? Todo el día posando en las alfombras rojas, recibiendo regalos de las marcas y haciendo apariciones estelares en programas de televisión. Además, si un día te levantas con el pie torcido, pues te pones a correr como un loco por la calle y te ganas una página entera en una revista. “El primo de Lady Gaga ha perdido la cabeza”. ¡Qué suerte tienen algunos! (Love).

Cayetano y Eva, y Francisco y Lourdes en su viaje más romántico a México. ¿Pero esta gente puede hacer viajes sin llevarse a los reporteros en la maleta? Mientras fallecía la Duquesa de Alba, Fran Rivera, Cayetano, Eva González y Lourdes Montes estaban en México viviendo la vida loca. Y llevando los peores estilismos del momento. Pero Francisco, ¿qué es eso? El hijo mayor de Carmina ha perdido la forma y el porte y se empeña en ponerse camisas que no son ni de su talla. ¡Y eso que Lourdes dice que es diseñadora! Como sea la estilista de su marido, apaga y vámonos. Eso sí, qué guapos son Cayetano y Eva, y qué niños más guapos van a tener. Nos da envidia. De la mala. De la que luego te da hambre y arrasas la nevera. Y no queremos engordar que llega la navidad. (¡Hola!).

Esta semana Terelu ha dejado que su madre se encargue de todo. La Campos más veterana se ha paseado por todos los saraos, rastrillos y cumpleaños posibles, mientras Terelu se quedaba en casa pasando la mopa. Ay, Terelu, no nos dejes así. Una semana sin tu presencia se convierte en una tortura, en un desierto sin diversión, en un camino de Santiago sin Rosa Benito. Pasamos las páginas de las revistas esperando encontrar el tipín repleto de lentejuelas de nuestra musa y tan sólo nos encontramos fotos de Shakira con sombrero. ¿Quién va a compensarnos tanta decepción? Al año nuevo sólo le pedimos un encuentro, cara a cara, con la luz que guía nuestros pasos. Cinco minutos con nuestra Terelu, para que nos firme un autógrafo y nos riña por haber sido malos. ¿Creen que lo conseguiremos? Prometemos dejar el teléfono en casa y no avisar a la prensa. Será algo íntimo y secreto, como un cruzado mágico. Desde luego, nos lo merecemos.

Miedo nos da lo que pueda tener Jorge Javier en el móvil. El presentador es un hombre de su tiempo, que se las sabe todas y no pierde oportunidad. ¿Y qué tiene un hombre de su tiempo en el smartphone? Pues selfies desnudo delante del espejo. Es así. Pueden creérselo o no, pero todo el mundo tiene, como mínimo, una, y Jorge no va a ser diferente. Ahora, el presentador también es un hombre precavido y seguro que las tiene escondidas a buen recaudo, no sea que se lo roben y acabe haciendo un Olvido Hormigos. ¿Y cuándo se hace los selfies? Pues seguro que cuando P. se marcha con sus amigos y él se queda en casa. “El domingo P. queda con unos amigos en La Latina. Para aliviar el mal rollo que le da dejarme un domingo tirado en casa me deja la comida preparada. Luego, no tiene otra cosa que hacer que enviarme el siguiente mensaje: “¡No sabes cómo está La Latina!”. Me da envidia de la mala que se lo esté pasando bien. Soy así de generoso”. Primero, Jorge, ¿por qué no fuiste? Te pones cualquier cosa y a la calle. Y segundo, ¡quedarse en casa sólo un domingo es una maravilla! Tienes todo el sofá para ti, puedes ir todo el día en pijama y encima tienes la comida hecha. Esto no es una tortura, es una bendición. ¡Aprovecha! (Lecturas).

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