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Francis Lorenzo: “Tengo 55 años, mi desnudo no es apetecible”

Naty ilumina de 'glamour' la noche de París (PORTADAS)

Antonio Banderas: “Quiero que los hombres lleven capa”

Lo que nos faltaba. Dice Antonio Banderas que quiere revitalizar el uso de la capa entre los hombres y que es lógico que sea El Zorro el que la introduzca. Debe ser que ya ha olvidado las millones de veces que Ramón García presentó las campanadas con la capa puesta... Y eso por no hablar de lo innecesario de la iniciativa. ¿Para qué queremos una capa? Banderas opina que como hay calefacción en todas partes, que una capa es muy útil. Pero, ¿para qué? ¿Para ponerla encima de un charco y no ensuciarte los zapatos? ¿Para salir volando cuando te encuentras a tu ex por la calle? Antonio, por favor, no experimentemos con lo que no hace falta. Como te empeñes, acabarás diseñando faldas para hombres como si Miguel Bosé no las hubiese puesto de moda en los ochenta. Y no queremos capas, ni faldas. Queremos ropa de verdad. Que se note el dinero que inviertes en el Saint Martins, por favor (Lecturas).

Quim Gutiérrez: “Soy muy activo seduciendo”

Después de pillarle como su madre le trajo al mundo en las playas de Formentera, Quim Gutiérrez asegura que es muy pudoroso y que no se quedaría nunca desnudo. Pero, hijo, ¡si ya te lo hemos visto todo! ¿Qué impedimento tienes ahora? ¿No sería mejor posar desnudo con un buen fotógrafo y una buena iluminación antes de que te vuelvan a pillar en la playa? Será que el chico no tiene un cuerpo espectacular para poder hacer lo que quiera. Ay, pobres desgraciados de nosotros, que como nos pillen sin ropa tienen que clausurar el país... (Lecturas).

Rubén Cortada: “Soy gracioso, pero en la intimidad”

¿Cómo es ser gracioso en la intimidad? ¿Eres un coñazo de puertas hacia fuera y el alma de la fiesta cuando estás en casa? ¿No se supone que uno es gracioso siempre? A Rubén Cortada muy divertido no se le ve. No tiene pinta de tomarse las cosas a broma, no tiene pinta de hacer comentarios ingeniosos, ni de contar chistes a lo Paz Padilla -que es más un infierno que otra cosa-. Todo en la vida no se puede tener. La naturaleza le ha bendecido con un cuerpo de infarto y una cara digna de la mejor de las revistas. Ya tiene bastante. No le hace falta ser gracioso. Ya liga bastante con el físico, no tiene necesidad. Eso es así. Triste, pero así. Bueno, que más triste es lo de los demás, que no somos guapos, ni especialmente chistosos... (Semana).

Kiko Rivera: “Estoy limpio de drogas”

Los Pantoja viven por encima del bien y del mal. En lugar de pensar que tienen la suerte de poderse dejar caer por un plató cuando lo consideren, creen que es una maldición. Viven de la prensa, organizan su vida alrededor de la popularidad y reniegan de ella a la primera de cambio. Morder la mano que te da de comer se llama. Eso mismo hizo el viernes pasado Kiko Rivera. Con desgana y un escote hasta el ombligo -todavía tenemos pesadillas-, el hijo de Isabel Pantoja acudió al Deluxe para llevarse el cheque y pasar el trago sin hablar demasiado. No cae bien. Antes igual era gracioso, igual tenía su base de fans a lo Jesulín de Ubrique, pero ahora, ¿a quién le gusta Kiko Rivera? Haría bien en perder peso, curarse esa respiración tan poco saludable y tomarse un poco más en broma. 'Kiko Rivera te pide perdón', aseguró, hablando de él en tercera persona como si fuese Dios. ¡Madre mía! Y por si no teníamos bastante, aseguró que “estaba limpio'. De drogas, deben entenderse. Igual de ahí viene el aumento de peso de los últimos meses. Algo tenía que ofrecer a cambio del sueldo. Ay, Kiko, si no vuelves en una temporada tampoco pasa nada, ¿eh? No te echaremos de menos (Semana).

Francis Lorenzo: “Tengo 55 años, mi desnudo no es apetecible”

Alguien tenía una página en blanco y ha decidido rellenarla con la misma entrevista a Francis Lorenzo que ya salió publicada la semana pasada. Debe ser que un titular con la palabra 'desnudo' siempre vende, por mucho que ya lo hayamos visto antes. Debe ser que Francis Lorenzo es una estrella mediática de las que arrastran masas, como Kim Kardashian, y nunca tenemos suficiente. Debe ser que en esta vida de los datos y la memoria a corto plazo igual creían que nadie iba a darse cuenta. Pero aquí estamos, cual justicieros twitteros, levantando el brazo contra las injusticias del día a día. Aunque, bueno, ¿esto le importa a alguien? Lo de Francis, decimos (Diez Minutos).

El embajador de los Estados Unidos James Costos y el prestigioso diseñador de interiores Michael S. Smith nos reciben en su ático de Nueva York

Para qué escribir un texto cuando puedes ponerlo todo en el titular. Resulta que el embajador de Estados Unidos ha decidido posar por segunda vez para una revista con la excusa de enseñar su ático de Nueva York -ya lo había hecho con la casa de Madrid-, y sí, parece que el asunto ha evolucionado y, por fin, se refieren a Michael S. Smith como su pareja. 'Ah, ¿pero no eran dos compañeros de piso muy bien avenidos como nos quisieron dejar intuir la primera vez?'. La normalización viene por todas partes, incluso en estos pequeños detalles que parece que no sirven para nada. Si son pareja, sin pareja. Y si lo dejamos claro en el caso de Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa, ¿por qué en este no? Ay, la evolución de los tiempos... (Hola).

Cristina Pedroche nos anuncia su inminente boda y nos descubre su anillo de compromiso.

¡Quién nos iba a decir que Cristina Pedroche terminaría siendo una de las reinas de las revistas! De entrada, no es un personaje típico. No tiene una familia de alto abolengo, no destaca por su glamour intrínseco, no acude a recepciones reales, no se sienta con Naty Abascal en los desfiles. Vamos, nada que ver con el universo Preysler, pero ahí está, 'vendiendo' como una loca. No hay semana en que la presentadora no haga su posado, no hable de su boda, no deje caer algún chiste en instagram. ¿Saturación? Pues también, pero será que somos muy raros... Esta semana, la colaboradora se ha vestido así como elegante para lucir anillo de pedida y dar algunos detalles del enlace. Esto va a ser más largo que la boda de Alba Carrillo. ¿Cuándo vamos a poder descansar? ¿Cuándo? ¡Qué se casen ya y se dejen de previos! Y, ya puestos, que anuncien la luna de miel, el embarazo, el bautizo y, si hace falta, el divorcio, todo junto y eso que nos ahorramos para el futuro (Hola).

Naty ilumina de 'glamour' la noche de París

Cuando no tienes una exclusiva, tiras de agenda y haces un posado casual con una de tus habituales. ¿Aburrido? Sin duda. ¿Efectivo? Suponemos que también. Naty Abascal ha aprovechado su estancia en París para dejarse fotografiar junto a su hijo Luis. Y ya que estaba, nos ha desvelado los trucos para estar tan estupenda. En resumen, Naty no come nada que no sean frutas y verduras. O pescado salvaje -debe ser el que te mira mal antes de ponerlo en la sartén-. O queso de cabra, que debe ser más de alta alcurnia que el queso normal. Al levantarse se toma un vaso de agua caliente con limón y luego un zumo verde, y con la descomposición del estómago que te queda después, normal que no tengas ganas de comer. Lo probaremos. '21 días bebiendo agua caliente con limón'. ¿Creen que resistiremos? (Hola).

Jorge Javier se ha convertido en Mariah Carey

Y no, no lo decimos por llevar ropa demasiado ajustada, ni por mover las manos cual diva en éxtasis. No. Resulta que Jorge Javier se ha aficionado a todas las técnicas habidas y por haber para tener una voz cuidada. Como si cantara ópera, como si el lírico fuese su tabla de salvación. “Ahora que soy actor y cantante -es decir, artista en toda la extensión de la palabra- he incorporado nuevos rituales a mi vida. Pastillas de própolis y echinacea en desayuno, comida y cena. Limpieza diaria de fosas nasales con agua de mar. Enchufarme todos los días a un nebulizador para hidratar las cuerdas vocales, a las que también les proporciono diariamente sus dosis de própolis en aerosol”. También lleva pañuelo en el cuello y toma antiestamínicos sin parar. De acuerdo, pero, ¿qué consecuencias tiene todo esto? ¿Es necesario? ¿Está a un paso de ponerse 20 humidificadores en la habitación como Mariah? ¡Qué estrés! Menos mal que no somos cantantes... (Lecturas).


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