Quantcast

Gente

Las Alazán sacan pecho en Interviú para apoyar a Los Chunguitos

Portada de la revista `Interviú`.

Desde la semana pasada, no queda nadie en el país que no haya opinado sobre Los Chunguitos. Mucho criticar los realities, mucho llevarse las manos a la cabeza por estos 'experimentos sociológicos' que tienen mucho más de lo primero que de lo segundo, pero, gracias a las redes sociales, todos hemos tenido la oportunidad de dar nuestra opinión -por mucho que nadie nos la hubiese pedido-. El breve paso del dúo musical por la casa de Guadalix dejó abundantes y nutridas perlas que motivaron su expulsión, eso sí, en prime time y con los cebos correspondientes durante las horas previas. Y funcionó. España se alegró de su salida y Telecinco se llevó una de las mejores audiencias de la historia de Gran Hermano. ¡Todos ganan! O casi todos...

La imagen de Los Chunguitos, por mucho que no fuese la mejor, ha quedado muy tocada. De un plumazo pasaron de ser las estrellas de Tu cara me suena a representar la faceta más vergonzosa de la televisión -y dicho en el contexto de Gran Hermano VIP, que ya tiene mérito-. El concurso tomó nota de la presión social y reaccionó. La expulsión llegó tras una magnífica conversación en que los cantantes trazaban un plan para irse de la casa. Muy mal tampoco le sabría, contando que tras su peregrina explicación les dejan asistir a todas las galas y debates -algo que no ha pasado con otros expulsados en el mismo concurso-. Pero no crean que Los Chunguitos están solos en esta cruzada. Mientras España les señala con el dedo, sus familiares han decidido sacar pecho por ellos. Y sí, lo han hecho literalmente.

Enseñar un pecho y hablar de la realidad gitana

“No son racistas ni homófobos, sólo son mayores”, declaran las Alazán

“No han matado a nadie”, dicen las Alazán, hija y sobrina de Los Chunguitos, con un pecho fuera desde la portada de Interviú, que debe ser como hay que decir las cosas para que te hagan caso -acuérdense de la mítica pintura de La libertad guiando al pueblo-. Las cantantes aprovechan la 'percha de actualidad' de sus queridísimos familiares para presentar disco, hacer caja y hablar de la realidad gitana -“ser gitana hasta la muerte no significa que como mujeres no tengamos libertad”, aseguran en la entrevista-. Y no crean que aquí acabará el asunto. Nos extrañaría mucho que no hubiesen ya gestionado su aparición en Sálvame, en versión tarde o noche, para erigirse en defensa de la libertad de expresión 'chunguita'. “No son racistas ni homófobos, sólo son mayores”, declaran las Alazán. ¡Y se quedan tan tranquilas! Si tan mayores y anticuados son, ¿qué hacían en Gran Hermano? Ay, qué difícil es defender lo indefendible...

Ahora, ustedes no hagan como las Alazán. No traten de justificarlo todo con los ojos cerrados. Vean los vídeos y dense cuenta que, mientras Los Chunguitos lanzaban sus discursos sobre que preferían tener un hijo enfermo que homosexual, el resto de sus compañeros presentes -Belén Esteban entre ellos-, reían a mandíbula batiente y aplaudía con ganas. Debía ser muy caro echarlos a todos de la casa, ¿no? Porque otra cosa...

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.