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Veinte años después, Jesús Vázquez habla del caso Arny

Jesús Vázquez (Gtresonline).

El presentador de La Voz ha viajado hasta la isla de Pascua, donde ha concedido una entrevista a la revista Lecturas. En ella ha contado la “pesadilla” que supuso para él el caso Arny y lo recuerda como uno de los momentos más dolorosos de su vida. Por eso no se había pronunciado sobre este tema antes y aún le cuesta contarlo.

El año 1995 supuso un shock para él. Su nombre, junto al de Jorge Cadaval, de Los Morancos, y el de Javier Gurruchaga entre otros, fueron acusados de estar relacionados con actividades de prostitución de menores ocurridas en un bar de Sevilla cuyo nombre era Arny: “Es una de las historias más negras y sórdidas de la historia de la sociedad y justicia españolas. Nos acusaron de abusos sexuales a menores cuando yo jamás había estado en el Arny ni en ningún otro local de chaperos”.

Jesús, analizando la situación, considera que se trató de una caza de brujas contra los homosexuales: “Fue el último intento de las cavernas, las fuerzas reaccionarias y el poder homófobo para asestar un golpe a la libertad y la tolerancia, a que cada uno tenga su opción sexual”.

Jesús: "Tuve que dejar de trabajar y estuvieron a punto de lincharme"

Un escándalo que supuso un duro varapalo en la vida del presentador: “Aquello me costó casi la vida. Jamás había estado en ese local y no conocía a nadie de quien me hablaba, ni a los dueños. Sentí una impotencia terrible. En cuanto saltó la mentira tuve que dejar de trabajar, estuvieron a punto de lincharme en un pueblo en el que actuaba”. Y añadía que temió por su integridad física ya que se generó “una ola de intolerancia apoyada por la ignorancia”.

Relata que lo poco que tenía ahorrado se lo gastó en abogados y que se quedó “sin nada, esperando a que me sacaran de aquella mentira para rehacer mi vida”. Ahí es cuando se le aparece al que considera su “milagro”, Jorge Cadaval, que le dijo que se fuera a vivir a su casa. Algo que le vino muy bien ya que no tenía dinero, según relata, para pagarse un hotel en Sevilla, donde se estaba llevando a cabo el juicio: “Estoy en deuda eterna con los Cadaval. Son mi familia”.

Lo más trágico fue perder a su madre antes de que saliera la sentencia

Sin embargo, la vida le deparaba otro golpe aún más duro, la muerte de su madre: “Perderla fue lo más trágico de mi vida”. Cuenta cómo el proceso se alargó más de dos años y como estaba delicada de salud “no lo pudo superar. Aunque ella lo sabía, murió antes de que mi inocencia fuera oficial. Fue terrible”.

A pesar de que pasar página le ha costado mucho, asegura que consiguió superarlo: “Es un golpe del que me levanté y seguí” y añadía: “Sé lo que es tocar fondo y empezar de nuevo. Ahí comenzó la mejor etapa de mi vida”. Aunque en su cabeza le quedan algunas secuelas de esta situación frustrante que vivió: "Tengo el nombre de la jueza instructora grabado, jamás voy a volver a pronunciarlo".

Considera que la oferta en Canal Sur fue para saldar la deuda

Después de esto le llamaron para trabajar en Canal Sur en el programa Gente con chispa aunque él tiene la teoría de que esta oferta de trabajo vino porque "los andaluces, aunque no tenían culpa de esto, se sentían tan avergonzados de lo que se había hecho a gente inocente que quisieron saldar esa especie de deuda”.

Aún así, el presentador, que cumplirá 50 años en septiembre, ha declarado que la televisión le devolvió la felicidad y la seguridad en sí mismo y por ello “decidí hacer pública mi homosexualidad. Sentí que era una forma de responder a aquellos que habían querido hundirme”. Aunque confiesa que hay algo que le hubiera gustado decir durante la instrucción del juicio: “No es un delito ser gay” pero sus abogados le aconsejaron que esperara a que terminara el juicio.

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