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Belén Esteban: el reinado de 'la princesa del pueblo' llega a su fin

Telecinco ha tenido que recurrir a la censura pura y dura para camuflar la última metedura de pata de Belén Esteban en Gran Hermano VIP (Gtresonline).

Telecinco ha tenido que recurrir a la censura pura y dura para camuflar la última metedura de pata de Belén Esteban en Gran Hermano VIP. La colaboradora, aparentemente ajena a la presencia de cámaras en el concurso, insinuaba un supuesto consumo de drogas por parte de Ángela Portero, periodista del corazón y también concursante de GH VIP, e involucraba en el tema, de pasada, a Mila Ximénez. Rápidamente, saltaron todas las alarmas y la cadena optaba por silenciar el tema y eliminar toda prueba gráfica. Demasiado tarde. Las imágenes ya habían corrido de perfil en perfil, y suponían la estocada final para la 'princesa del pueblo'. ¿Qué más tiene que hacer ‘la Esteban’ para que la echen del concurso?

A lo largo de estas semanas, hemos visto a una Belén Esteban autoritaria, pandillera, machista, deslenguada, rencorosa, tramposa, chivata, terrorífica y, a ratos, divertida. Nada más y nada menos que lo que vemos diariamente en sus intervenciones en Sálvame. La copresentadora que nunca ha ejercido como tal ha creado un reinado del terror en la casa de Guadalix a imagen y semejanza del que tiene creado en Sálvame.

¿Cuántas veces la hemos visto cogiendo el bolso y abandonando el plató cuando alguien le llevaba la contraria? ¿Cuántas veces ha mandado callar a Lydia Lozano sin tener ningún poder en el plató? ¿Cuántas veces se ha salvaguardado su integridad a costa de salpicar a los demás? Belén Esteban ha hecho y deshecho a su antojo y alguien se lo ha permitido. Total, la audiencia siempre estaba a favor de su diva de barrio.

Hemos pasado a ver a Belén Esteban como ‘a una bruja del pueblo’.

Ahora las tornas han cambiado. De los aplausos y los vítores hemos pasado a los abucheos cada vez que la colaboradora interviene en la gala o el debate del concurso. De considerarla como una 'madre coraje' que ha salido victoriosa de las adversidades hemos pasado a verla como una bruja -del pueblo- que mueve los hilos a su antojo. Y eso, para alguien que vive de su imagen y de la aceptación del público, es difícil de superar.

Belén Esteban ha pasado por situaciones televisivas muy complicadas, con un azote diario cuando todavía Antena 3 contaba con sus propios programas de corazón -incluso dentro de Telecinco cuando existía Enemigos íntimos-, pero siempre había contado con un apoyo mayoritario del público. La gente se pegaba al televisor para ver a ‘la Esteban’ en todo su esplendor. Ahora lo hace para ver su declive final. Y aplaude cada estocada por las redes sociales.

Una ‘reina’ en declive

Y no crean que la disyuntiva que se plantea es sencilla. Por una parte, lo más lógico sería precipitar su salida del concurso -ya dejó caer Kiko Hernández que la madre de la colaboradora no lo estaba pasando bien- y tratar de recuperar su imagen fuera de la casa, enfrentándose a los vídeos y dando las explicaciones correspondientes. Pero, entonces, ¿qué hacemos con Gran Hermando VIP? Todas las tramas de la edición, o casi todas, giran alrededor de Belén Esteban, ya sea para apoyarla o para cargar contra ella. ¿Quién ocupará su lugar? ¿Aguantará el programa el tirón mediático sin su principal estrella y generadora de conflictos? Eso sí, la salida y posterior aparición de la colaboradora en los platós garantizaría unos niveles de audiencia magníficos. No hay mal que por bien no venga.

A los responsables de la cadena no les tembló el pulso para echar a Los Chunguitos por sus declaraciones racistas y homófobas -gracias a la presión social-, pero han preferido mirar hacia otro lado cuando ha sido la 'princesa del pueblo' la que ha metido la pata en directo. ¿En qué concurso hemos visto que una infracción como la de Belén Esteban, manipulando las votaciones, acabe con un castigo tan laxo? Sí, la audiencia es la audiencia, pero precisamente por eso, ¿no deberían tratarnos como nos merecemos? Aunque, claro, contando que ya fue ganadora de Más que baile sin saber bailar, deberíamos haber previsto lo que iba a ocurrir...

Posiblemente, Telecinco acabará claudicando y acelerando la salida de ‘la Esteban’, ofreciéndole un espacio tranquilo y controlado para que dé explicaciones y lime asperezas. El problema vendrá cuando la colaboradora se entere de la repercusión que han tenido sus palabras y comportamientos en el público, en sus compañeros y en sus propios aliados.

Auguramos un retiro temporal con la excusa de reponerse del desgaste. Total, ya hemos aprendido que Sálvame funciona igualmente sin la presencia de la 'princesa del pueblo' -y, de paso, se garantizan un nuevo comeback con alfombra roja en el Deluxe-. Siempre nos quedará Rosa Benito para animar el cotarro. ¿Recuerdan el magnífico paso de la colaboradora por Supervivientes? Eso sí fue hito televisivo y no éste al que estamos asistiendo.

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