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De nieto de joyeros a hostelero de éxito: el heredero de los Suárez camina en solitario

Emiliano Suárez Jr (Gtresonline).

Desde el principio, Emiliano Suárez Jr ha tenido muy claro que hay que adaptarse a los tiempos y revolucionar el mundo de la orfebrería, ése que tanto conoce su familia. Un día decide independizarse y desde entonces su nueva casa se llamará Aristocrazy. También tiene claro el nuevo concepto de joyería: será moderna, creativa, urbana y vanguardista: una perfecta simbiosis entre moda y joyería dirigida a un público muy similar al de Tous o Folli Follie. Una firma transgresora a la que Emiliano imprime desde el principio valores como la rebeldía, el cosmopolitismo, el glamour, la naturalidad y la frescura.

Es su apuesta personal. Y, para ello, recurre a su hermano Juan, quien se encargará de la dirección de producto. Así, él podrá dedicarse a la dirección estratégica de marketing de Aristocrazy, que compatibilizará con la comunicación de todo el grupo Suárez y con su labor como administrador único de la nueva marca, donde cuenta con equipo propio, aunque siempre bajo el paraguas de la matriz Suárez.

Con Aristocrazy, la nueva generación de la familia joyera -la tercera-, se propone romper con todo. Tanto, que no sólo adapta la marca a la moda, sino que prácticamente las fusiona. No en vano, ha sido la primera empresa de joyería en desfilar sobre la pasarela de la Mercedes Benz Madrid Fashion Week.

Pero Emiliano Suárez es consciente de que, además de estar a la vanguardia de la moda  y de revolucionar el mundo de la joyería, no puede dejar al margen la tradición y la trayectoria de su familia. Es consciente de sus raíces, de sus orígenes. Por eso decidió, mientras iniciaba la expansión internacional de su firma, volver a su tierra, Bilbao, y abrir allí una tienda Aristocrazy, en el mismo lugar en el que nació la firma Suárez, la de su padre, su tío y su abuelo, hace ahora más de 70 años.

La aventura empresarial continúa entre fogones

La cocina era otro de sus sueños. Quería trasladar a la hostelería ese nuevo concepto vanguardista que había implantado en el mundo de la orfebrería. Este mismo año lo ha hecho realidad abriendo un restaurante de moda único, el Punk Bach, en el que ha unido sus dos pasiones con permiso de la joyería: la comida y la ópera. De hecho, muy poca gente lo sabe pero es cantante vocacional, de ópera para más señas. De hecho, ha llegado a trabajar en el departamento de Comunicación de la Lyric Opera of Chicago, es colaborador del portal Opera World y acude a menudo al Liceo de Barcelona. Además, no son pocas las reuniones de amigos en las que termina entonando alguna pieza operística.

Volviendo al Punk Bach, éste aúna la música delicada y la más canalla, una oferta gastronómica contemporánea pero sencilla y una cuidada decoración con el toque del prestigioso interiorista Lázaro Rosa Violán, la misma mano que está detrás de las boutiques de Aristocrazy.

Pero Emiliano Suárez no se limita a su papel como hostelero. En ocasiones se ha metido entre fogones. Célebres son sus arroces, que prepara de todas clases, y de los que presume entre sus amigos. En cierto momento llegó incluso a colaborar con Canal Cocina ofreciendo algunas de sus recetas más célebres.

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