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Adam Levine y por qué es un semidios en cinco claves

Adam Levine: un semidiós en cinco claves (GTRES)

El físico de Adam Noah 

Piscis del 18 de marzo de hace 36 años, es tan potente que cuando su estilista tuvo que hacer su trabajo en el video de Moves Like Jagger, le probó camisas, sweters, camisetas, polos, hasta pañuelos... sin que le convenciera nada. Hasta que en uno de los cambios de Adam, mientras se desnudaba, se le quedó mirando perpleja y se dio cuenta de su estupidez: “Pero, ¿para qué demonios quiero yo cubrir este torso si es un regalo para los ojos?” Dicho y hecho; en el vídeo, Adam nos lo muestra enteramente haciendo las delicias de los adeptos por los siglos de los siglos mientras Youtube e internet no perezcan.

Solo si eres un semidiós tienes derecho a seducir ángeles

Él ha cautivado a la plana mayor de Los Ángeles de Victoria Secret. Adam es un apasionado de las modelos (a poder ser rubias) y ha salido con Anne V,  Nina Agdal y Ángela Bellote (morena)... Y a todas las abandonó sin enfrentarse a sus dulces caras y largas piernas: mediante sms. Hasta que conoció al último ángel,  con quien ha decidido unirse para siempre (al menos es su intención). Behati Prinsloo, hace ya más de un año (se casaron en julio del año pasado en México). 

Humildes en los momentos cruciales

Por eso Levine antes de casarse y para llegar limpio al altar, pidió perdón a sus conquistas anteriores por el modo en que las había tratado. También echó el cierre a su apartamento de soltero con vistas a la montaña en la que lucen las letras de Hollywood, donde los saraos eran constantes, sonoros y los más populares de la zona.

Ama su tierra sobre todas las cosas

Judío y de California, piensa que ser californiano es una forma de vida, una manera de pensar y de sentir. Lleva tan dentro su pertenencia a la tierra que se ha tatuado su nombre en el brazo derecho: “Soy muy romántico con respecto a mi ciudad. Amo lo que California representa: ser progresista y pensar en el futuro. Los californianos somos una clase distinta de gente, creo. Es una maravillosa burbuja de calidez, y es genial conducir por ella. Realmente siempre he amado vivir aquí y pensé que viviría aquí para siempre. Nunca he deseado mudarme a ningún otro lugar”.

Un semidiós puede tatuarse lo que quiera 

Adam tiene el cuerpo completamente dibujado, no sólo esculpido a base de gimnasio y de genes prodigiosos, y lejos de mermar su estilo y elegancia, le catapulta al olimpo de los solteros, aunque esté ya casado. Lo sentimos Behati, pero los semidioses no llegan a pertenecer a nadie del todo jamás.

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