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Estilo

Puma: en la pista, sí, pero con estilo

Los tiempos del chándal de espuma azul eléctrico con rayas blancas laterales por fin han muerto. Respiramos aliviadas: no podíamos más con ese look de chandalista rampante. Salir así a la calle era lanzar al mundo una imagen desesperada. Estamos salvadas: los looks de ahora tiran de espaldas a cualquiera que le dé por fijarse en nuestras zonas prietas y bien colocadas.

Desde hace años Ralph Lauren, Stella McCartney y  Giorgio Armani compiten a muerte en los Juegos Olímpicos con otros valores seguros y tradicionales en el mundo del sportwear: Nike, Adidas, Reebok, Puma, Kelme o Li-Ning. Hasta H&M ha conseguido introducirse en la pista vistiendo al equipo sueco en las últimas de Londres. Pero si tenemos que elegir, de todas ellas, nos quedamos con Puma. Su estilo de sportlife nos cautiva. Sobre todo a nosotras, que nos rendimos con devoción a cada una de las facetas que nos ofrece el estilismo Puma.

Al fútbol (miramos con pasión los entrenamientos ajenos y masculinos, eso sí pertrechadas con las mejores galas de sportlife); al running (sentadas en terracitas mientras vemos pasar a los corredores de fin de semana, eso sí, con nuestros tops Puma); los fines de semana al automovilismo (de copilotos, monísimas); una vez al mes al golf (acompañamos luciendo modelito) y en verano, a la vela (del brazo de algún fornido marino que nos recoge cuando termina la regata). Todas y cada una de estas categorías las tenemos cubiertas con Puma.

Tenemos que confesar que el hecho de que colabore con firmas como Alexander McQueen, Mihara Yasuhiro o Hussein Chalayan nos parece definitivo. Además, en estos tiempos de crisis en los que el paro no hace más que crecer, una firma que ofrece empleo a más de 11.000 personas en todo el mundo nos hace valorarla más.

Ah, el deporte... con un look así... ¿Quién se resiste?

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