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Tres claves infalibles para empezar a ser un experto en fotografía

Tres claves para convertirte en un experto en fotografía (Pixabay | imagen de dominio público).

Medir la luz

Lo primero que tienes que aprender para utilizar el modo manual es medir la luz. En el visor interior de tu cámara te aparece una línea horizontal con un signo +/- y un cero en el centro. Antes de nada, elige la medición puntual en el menú de tu cámara: con ella medirás siempre la luz del punto en el que enfoques (verás que el medidor interior varía hacia la derecha o izquierda dependiendo de la luz que emita el objeto al que apuntes con tu lente).

Para obtener una buena medición, la línea horizontal de la que hablábamos antes tiene que estar situada en el cero. Si se acerca al signo +, estarás sobreexponiendo la fotografía y te saldrá demasiado blanca. Si se acerca al signo -, la estarás subexponiendo y te saldrá muy oscura.

Aprender a medir la luz es esencial y te llevará un poco de práctica. Para mover hacia la izquierda o la derecha el cursor de luz, tendrás que llegar a un equilibrio entre la velocidad de obturación y la apertura del diafragma. Es decir: a menor velocidad, diafragma más cerrado; y a mayor velocidad, diafragma más abierto.

La composición

Casi todo el mundo conoce la regla de los dos tercios, pero no es la única que podemos seguir cuando hablamos de la composición de una foto. La composición es la forma en la que los elementos de una fotografía se distribuyen en el espacio. Ahora bien, una vez hayas aprendido a medir la luz, intenta uno de los siguientes encuadres:

Horizonte medio: es la típica foto de un paisaje en el que el horizonte, la línea que separa la tierra del cielo, se sitúa justo en mitad de la fotografía, formando una línea horizontal que parte la imagen dos. El horizonte también puedes utilizarlo en la parte superior de la foto o en la inferior, sin que quede necesariamente en el medio.

Diagonal: otra de las composiciones más recurrentes es la diagonal. Seguro que has visto alguna vez una fotografía en la que aparece un monumento en diagonal o el surco de un avión en el cielo en diagonal. Jugar con las líneas que te ofrece el paisaje (tanto natural como urbano) te ayudará a combinarlas en la misma fotografía para que tu composición sea más completa.

Zeta: este encuadre es un poco más difícil de ver o de encontrar, pero distribuye los elementos en la fotografía de forma armónica. Se trata de la composición en zeta o en eses: un retrato en el que los brazos dibujan un equilibrio en Z, las curvas de una carretera de montaña que hacen S…

Los ojos: la ley básica en todo retrato es que el enfoque tiene que estar en los ojos. La mirada es lo más importante de un retrato. Da igual dónde y cómo sitúes al sujeto, enfócale siempre los ojos.

Simetría: otra de las composiciones que podemos buscar es la simetría. Son muy  frecuentes en simetría las fotos que, gracias al agua, repiten el paisaje, sujeto, edificio o lo que quiera que retrates en la parte inferior de la imagen. También es frecuente buscar simetría en los edificios, gracias a sus formas y ventanas.

El equipo

Si todavía no tienes un equipo con el que iniciarte en la fotografía de modo experto, te recomendamos que te hagas con una réflex cuanto antes. Nuestra recomendación es que, para aprender a realizar tus primeras fotografías no necesitas un equipazo, ya que seguramente se te quedará grande y no sabrás por dónde comenzar a utilizarlo.

Las réflex más básicas del mercado son, por ejemplo, la Nikon d3300 (o sus modelos anteriores d3200 y d3100, que se llevan muy poca diferencia con el modelo actualizado) y la Canon 1200D (que sustituye a su modelo anterior, el 1100D). La principal diferencia entre ellas es que la Nikon tiene un sensor de 24mm y la Canon viene equipada con uno de 18mm. El duelo entre Nikon y Canon es eterno y nosotros no queremos posicionarnos, por eso lo mejor será que vayas a una tienda y te aconseje un profesional.

Lo que sí podemos decirte es que si ya te has iniciado y estos equipos se te quedan pequeños, lo mejor es que te hagas con una full-frame: una réflex con sensor de 35 mm que aumentará la calidad y nitidez de tus fotografías y capturará los objetos de forma más real. Las full-frame más asequibles y razonables para empezar a ser profesional son la Canon EOS 5D (en sus diferentes versiones) y las Nikon D810 y D750. El principal inconveniente de estas cámaras, como podrás comprobar, es su precio.

Eso sí, siendo sinceros, apenas notarás las ventajas de tener una full-frame si no tienes un poco de nociones fotográficas. Así que no te compliques y para empezar, hazte con un equipo básico.

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