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Destinos

Cinco destinos para pasar un puente senderista-gastronómico

Lago del Valle, uno de los lagos de Saliencia (wikimedia | imagen con licencia CC BY-4.0).

Parque Natural del Gorbea (País Vasco)

El corazón verde del País Vasco es, sin duda, la mejor opción para pasar un puente en plena naturaleza y comer como si fueras un rey. El Parque Natural del Gorbea ofrece innumerables actividades, pero las que nos interesan son sus senderos gastronómicos: ruta más comida de primera calidad.

Un total de cuatro rutas, de entre 5 y 7 kilómetros, aúnan lo mejor de los fogones vascos con el senderismo. Eso sí, senderismo suave para todos los públicos. Las dos primeras rutas te invitan a descubrir el queso de oveja latxa, la miel, el pastel vasco y la cerveza. La tercera ruta sabe a queso Idiazabal y a arándanos, y va de Otxandio a Oleta. Y la cuarta es nuestra favorita: un paisaje único por un paseo a orillas del embalse Ullibarri-Gamboa. Es la más larga, con 7 kilómetros, por eso te aconsejamos que la dividas: un paseíto de media mañana, comida con vistas al embalse y otro paseíto por la tarde. Aquí te dejamos el folleto para que las descubras.

Pero ojo, que también podemos disfrutar de la gastronomía vasca en el parque y en mitad de la noche: puedes reservar tu cena bajo las estrellas, con sesión de astronomía incluida, desde 35 euros por persona en el restaurante Atzabal.

Las Arribes del Duero (Salamanca-Zamora)

Para los que gusten de una ruta de senderismo más fuerte, en el entorno de las Arribes del Duero existen muchas posibilidades, pero una de ellas es una ruta circular, de 22 kilómetros y un desnivel de más de 700 metros, que parte y llega al municipio de Aldeadávila de la Ribera bordeando la frontera con Portugal. Es la opción ideal si lo que quieres es pasar un puente conociendo las Arribes con un día fuerte de senderismo o incluso una gran opción si quieres dedicar un día a la naturaleza y al deporte y, luego, cruzar la frontera y pasar el resto del puente en Portugal.

Para los que se decanten por este destino, recomendamos hacer parada gastronómica en el Bar Tía María (tfno. 923505182), comida típica de la zona con inmejorable relación calidad-precio. El plato estrella es los huevos caseros con jamón ibérico y patatas fritas: un buen repostaje pre y post caminata.

Lagos de Saliencia (Asturias)

Situados en el Parque Natural de Somiedo, en el sur de Asturias, los cinco lagos de origen glaciar de Saliencia fueron declarados Reserva de la Biosfera en el año 2000, y la verdad, no se nos ocurre mejor forma de visitarlos que con una ruta senderista. Con unos 17 kilómetros y unos 400 metros de desnivel, esta ruta se presenta como estrella para este puente de diciembre.

El recorrido empieza y acaba en el Alto de la Farrapona y visita el Lago de la Cueva, el Lago de la Mina, el Lago de la Calabazosa, el Lago Cerveriz y el Mirador del Valle del Lago. También se puede acortar la ruta para hacerla de unos 7 u 8 kilómetros, si no se llega hasta el mirador.

Eso sí, aquel que llega hasta el final puede acercarse a comer a Casa Cobrana (tfno. 985763374), el típico bar de mantel de papel, humilde y rústico como el que más, situado en el Valle del Lago y recomendado por casi todo el que se acerca por allí. Nuestro consejo: no pueden faltarte la fabada y la sidra asturianas.

Ruta de los Monasterios (Galicia)

Esta es la ruta en la que historia, paisaje y arte se han puesto de acuerdo: un camino que recorre los monasterios gallegos de A Ribeira Sacra do Sil. Cuando pensamos en senderismo por Galicia es inevitable que nos venga a la cabeza el Camino de Santiago en sus múltiples variantes, pero la Ruta por los Monasterios no tiene nada que envidiarle: misticismo, naturaleza, paisaje, historia y arte se mezclan en este camino de unos 22 kilómetros, entre Ourense y Monforte de Lemos.

Justo en Monforte de Lemos se encuentra Nuestra Señora la Antigua, edificio conocido como El Escorial de Galicia. Actualmente es un colegio, pero en su pinacoteca todavía hay obras de El Greco. Otro de los monasterios que componen la ruta es el de Santo Estevo (en Nogueria de Ramuín), monumento histórico-artístico nacional en el que se mezclan estilos románico, barroco, gótico y renacentista.

Puedes prepararte la ruta para visitar los monasterios en el orden que desees, pero recomendamos que no te pierdas el de Santa María de Xunqueira de Espadanedo y el de Santa Cristina de Ribas de Sil (Castro, Parada de Sil). Pero sin duda la joya de esta ruta es el monasterio de San Pedro de Rocas (en Esgos), el más antiguo de España, del siglo IV, y está excavado en la propia roca, como si de una cueva artesanal se tratara.

Una ruta que podrás combinar con la gastronomía gallega, tan rica y tan particular, en cualquiera de los bares que te encuentres por el camino. Por ejemplo, puedes hacer parada en Casa Sacra (tfno. 988030090), en Esgos, un restaurante acogedor en el que disponen de menú todos los días y con una amplia carta de vinos entre los que encontramos Mencia, Ribeiro, Albariño, Ribera del Duero o Somontano.

Ruta de las Caras (Cuenca)

Y para acabar de darte ideas, no se nos ocurre mejor destino para un puente con un poco de todo que descubrir la provincia de Cuenca, en la que se encuentra la Ruta de las Caras, situada entre Entrepeñas y Buendía. En ella se mezclan naturaleza, misticismo y magia. En total 15 caras esculpidas en la roca, caliza y arenisca mayormente, que trazan un recorrido cautivador y sorprendente de apenas unos dos o tres kilómetros.

Los artistas responsables de esta muestra de arte al aire libre se inspiraron en la cultura precolombina, pero con la característica posición frontal y perfil redondeado de los modelos orientales. La ruta es circular y para llegar al punto de partida hay que hacer un trayecto en coche de unos cinco minutos desde el pueblo de Buendía.

Por eso te recomendamos, como visita gastronómica, el bar restaurante Buendía (tfno. 969373239), situado en el paraje de La Fuente, a la entrada del pueblo, cuyas especialidades son el asado y la paella. Y si no te importa alejarte un poco más, no puedes perderte la carta de el Cenador de las Monjas, a unos 15 kilómetros de Buendía, donde disfrutarás de unas migas, gachas, queso manchego y morcilla espectaculares.

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