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Cliveden House: un hogar para unos días en Ascot

Cliveden House.

¡Qué semana nos espera! Caballos en Ascot, coches en Le Mans y fiesta privada en Mónaco.

Por encima de sombreros y escotes, las ganas de aparentar en la campiña del condado de Berkshire, en Inglaterra, convierten en obligada la visita de dos o tres días seguidos al Hipódromo de Ascot. Siempre es una alegría ver a la reina pasear en coche de caballos y encontrarse con algún “joven heredero” con aspiraciones a ser celebrity, con dos copas y una botella de G.H. Mumm en la mano y alguna que otra copa de más en el cuerpo. Si volver a Londres da pereza y buscamos un alojamiento digno de nuestro estatus, tenemos el lugar: Cliveden House.

Estamos en Berkshire, a una hora de Londres y muy cerca de Windsor. Para los muy gourmets, a diez minutos del Fat Duck, Royal Oak, Waterside Inn o Hinds Head… Ocho estrellas Michelin en menos de 3 kms. Después de un excitante día de las carreras en Ascot, con el recuerdo de un generoso escote en el visor de nuestros prismáticos y con pequeñas pérdidas en las apuestas, llegamos a un hotel que será nuestra casa durante unos días.

Esta elegante mansión, convertida en un hotel con encanto de cinco estrellas, ocupa un monumento histórico del siglo XIX. Sus formas son un delicado capricho arquitectónico rodeado de 162 hectáreas de jardines protegidos por la Dirección General Británica del Patrimonio Nacional (National Trust). Su aspecto es realmente imponente, tanto por el edificio en sí, como por su historia.

Espías y ministros: el asunto Profumo

La finca es propiedad del vizconde de Astor y la primera mansión fue construida en 1666 por el segundo duque de Buckingham. Tras dos incendios, finalmente se construyó este palacio de estilo italiano que se esconde entre los bosques de la campiña del condado de Berkshire. Cliveden es una parte de la historia de Gran Bretaña. Por aquí han desfilado como huéspedes los personajes más distinguidos de la política, la economía, la cultura y la sociedad, y muchos visitantes extranjeros que van desde el Presidente Roosevelt hasta Charlie Chaplin.

Durante trescientos años, aquí se han alojado todos los monarcas británicos desde Jorge I. Para la reina Victoria, uno de los mayores divertimentos era llegar hasta sus jardines en barco para tomar el té después de un pequeño paseo. Todos los clientes quieren saber los cotilleos de esta mansión, porque aquí se han escrito algunas de las más importantes páginas de la historia política de Inglaterra, como el caso Profumo, un escándalo sexual que casi hace caer a la reina Isabel II en los años sesenta.

Era precisamente en Cliveden House donde tenían lugar los encuentros entre la bella espía pelirroja Christine Keeler y el ministro Profumo y también era el lugar de cita entre la espía y el agente soviético Eugene Ivanov. Por esta y otras muchas historias, uno se siente en Cliveden House como un invitado de excepción a esos típicos fines de semana que tanto gustaba organizar a las familias aristócratas ingleses: contactos, relaciones políticas, líos de faldas, partidas de caza, cenas de gala…

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