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Destinos

Buenos Aires, la ciudad donde Madrid se juega su futuro

Foto: Angel M. Bermejo.

1. Microcentro. El centro financiero y político de Buenos aires tal vez sea el único lugar de la capital que utiliza un diminutivo en su nombre. Y eso que aquí se encuentra la Casa Rosada (la presidencia del Gobierno), la catedral, el cabildo (todos en la plaza de Mayo), la Manzana de las Luces, las oficinas de muchos bancos y empresas, etc. La calle Florida es el eje por el que pasear y las galerías Pacífico el lugar en el que hacer un pequeño viaje en el tiempo, a las galerías comerciales de hace más de un siglo.

2. Puerto Madero. Con Buenos Aires siempre había un enigma sin resolver. Sus habitantes son los porteños, pero el puerto no se veía por ninguna parte Puerto Madero es la zona que sirvió de puerto durante 30 años a principios del siglo pasado. La zona, a pesar de estar muy cerca del Microcentro, era de difícil acceso. Ahora, completamente rehabilitado, es lo más moderno de Buenos Aires, y las antiguas instalaciones portuarias se han reconvertido en cualquier cosa que sea cara: apartamentos, restaurantes, galerías, oficinas. El museo Fortabat, la colección de arte de una de las familias más ricas de Argentina, hay que buscarlo aquí.

San Telmo es un barrio en alza, lleno de hoteles boutique, anticuarios y cafés nuevos con aspecto centenario.

3. San Telmo. El barrio más antiguo de Buenos Aires es, últimamente, uno de los más modernos. Hace años era el típico lugar alicaído, donde algún señor mayor cantaba tangos los domingos. Ahora es uno de los dos o tres barrios en alza, lleno de hoteles boutique, anticuarios, galerías de arte, tiendas caras y donde los cafés nuevos tienen la apariencia de cafés centenarios. El domingo estalla con el bullicio del mercadillo callejero pero los demás días es más tranquilo y se puede pasear más a gusto, buscando detalles interesantes en una arquitectura caótica y el Zanjón de Granados, una de las visitas turísticas más infravaloradas de la ciudad.

4. La Boca. La Boca es eso, la boca del río, del Riachuelo. Un barrio portuario donde atracaban los barcos, había almacenes de todo tipo y los inmigrantes se amontonaban al llegar a la tierra prometida. Dicen que aquí se inventó el tango, con hombres que bailaban con hombres porque no había ni una mujer por los alrededores. Ahora recibe a muchos visitantes que buscan las calles colorida de Caminito y el arte moderno de la Fundación Proa. La Bombonera, el mítico estadio del Boca Juniors, donde jugó el aun más mítico Maradona, está a tiro de balón. Los colores de Boca, azul y amarillo, son los de la bandera sueca, que ondeaba en un barco que entró en puerto cuando los mandamases del club discutían sobre cómo debían ser las camisetas.

5. Recoleta. La Boca y San Telmo son los barrios originarios de Buenos Aires, y Recoleta es el lugar, más al norte, adonde se fueron las familias pudientes a finales del XIX para huir de las epidemias y la masificación. Allí levantaron sus mansiones y sus edificios de apartamentos con ese toque parisino que gusta tanto en estas tierras. Construyeron sus mansiones para los vivos y el cementerio de la Recoleta para los muertos. Allí reposan los restos de los peces gordos de la época, presidentes, financieros, militares… y Evita.

Si no te ven por Palermo Viejo es que no existes.

6. Palermo. El barrio que representa a la clase media porteña es Palermo: calles anchas, parques, museos, los jardines Botánico y Zoológico, el planetario y Tierra Santa, del que dicen que es el primer parque temático religioso del mundo. Palermo Viejo es la zona de moda: tiendas, restaurantes, hotelitos… Si no te ven por Palermo Viejo es que no existes.

7. Avenidas. La Nueve de Julio está considerada como la avenida más ancha del mundo, lo que llena de gozo a los porteños. Ahí está el obelisco y el teatro Colón. Al final se estrecha, porque el palacete de la Embajada francesa no se puede tocar. La Nueve de Julio se cruza con la Rivadavia, que está considerada como la avenida más larga del mundo, lo que llena de gozo a los porteños.

8. Librerías. En Buenos Aires hay librerías normales, esas que tienen las novedades y los libros de fondo. Pero también hay muchas otras, diferentes. Desde las muchas que surgen en la avenida Corrientes, que parece que no cierran nunca y presentan miles y miles de libros —viejos, antiguos, usados y nuevos descatalogados— hasta las tradicionales de bibliófilos y los puestos en la calle del domingo del mercadillo de San Telmo. Y, claro, también está la librería El Ateneo Grand Splendid (Av Santa Fe 1860), ubicada en el antiguo teatro Grand Splendid y considerada por muchos como una de las más hermosas del mundo.

Buenos Aires es el lugar ideal para disfrutar de la pizza y el helado fuera de Italia.

9. Herencia italiana. La herencia italiana se nota en todo, pero aquí vamos a centrarnos en dos temas: las pizzas y los helados. Buenos Aires es el lugar para disfrutar de esos dos sencillos placeres de la vida fuera de Italia. Hay heladerías y pizzerías buenas por todos los barrios. Bueno, igual que restaurantes, porque aquí se puede comer muy bien en casi cualquier sitio.  

10. Hoteles. Pocas ciudades del mundo han aumentado su oferta hotelera en los últimos años como Buenos Aires. Hay, por supuesto, para todos los gustos. Desde el Boca, el primer hotel temático de fútbol del mundo, hasta el clasicismo del Alvear Palace pasando por el excelente Panamericano, desde cuya piscina en la azotea uno cree volar sobre la Nueve de Julio, el obelisco y el teatro Colón. La comitiva española que defiende la candidatura de Madrid ante el COI ha elegido el NH City & Tower, justo al lado de la plaza de Mayo. Una buena elección. 

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