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RedBull X-Alps, 1.000 kilómetros para superhéroes

Os proponemos la siguiente guía para que conozcáis cuánto se van a perder por ir corriendo como locos. Así, si te acercas a ver la prueba en alguno de los checkpoints, podrás aprovechar para ver todo lo que se van a perder con tanta prisa estos chicos.

El funcionamiento de la prueba es sencillo, excepto en la salida y la meta tienes que llegar por donde quieras de Salzburgo a Mónaco pasando por 10 hitos propuestos. Tómate tu tiempo, si quieres verlo todo te llevará muchos más días pero total, este año no vas a por la medalla, ¿no?

El recorrido

Tras salir de Salzburgo hay que subir hasta el monte Gaisberg, a 1.287metros de altitud, perfecta cima de referencia para disfrutar de los Alpes Calizos Austriacos en el límite de la cordillera. Desde aquí esperan 60 kilómetros de travesía en dirección sur hacia Hoher Dachstein a 2.995 metros de altitud.

En Hoher Dachstein, como nosotros no tenemos prisa, aprovecharemos para visitar alguna de las cuevas cársticas que caracterizan este macizo, como la Cueva del Hielo o la Cueva del Mamut. Tampoco nos podemos perder el mirador Five Fingers, una estructura en voladizo a con cinco dedos para disfrutar del lago Hallstättersee y la región del Salzkammergut.

No tenemos mucho tiempo, hay que correr hacia el Wildkogel, 2.224 metros en pleno Parque nacional de Hohe Tauern. Allí nos esperan las cinco estrellas del parque austríaco: el quebrantahuesos, el águila real, la cabra salvaje de los Alpes, el buitre leonado y el rebeco, así que en tu mochila deberás llevar también un buen par de prismáticos. Un poco más de peso que no te sobrará.

Hacia el Tirol italiano

A estas alturas estarás agotado, pero hay que seguir hacia  adelante. El siguiente checkpoint es el techo de Alemania, el Zugspitze, de 2.962 metros, un pico emblemático en nuestro recorrido. Para seguir a los esforzados podremos tomarnos un descanso y subir en un impresionante teleférico de casi 2.000 metros de ascensión desde el lago Eibsee. En la cumbre tenemos dos opciones, comer tranquilamente en alguno de los restaurantes existentes y disfrutar de las vistas o bien ascender al Zugspitze por una vía ferrata. Tú eliges.

Como has descansado en Zugspitze, podrás ir relajado en tu viaje hacia el Tirol Italiano, a Ortler / Sulden de 3.906 metros, la montaña más alta del Tirol. Estamos en la que se ha venido a llamar la Siberia de los Alpes. Esta es una ruta más complicada, aunque no es necesario escalar, deberás atravesar un glaciar y estás a casi 4.000 metros, así que mucha precaución y buen equipo. La ruta está recomendada para realizarla en dos días, así que disfruta.

Es hora de bajar de la montaña. El sexto checkpoint se realizará en Interlaken a 568 metros, en el centro de Suiza y entre los lagos Thun y Brienz, puerta de entrada a la montaña suiza. Te recomiendo descansar, pues las siguientes dos etapas son sólo para montañeros experimentados.

El séptimo día será para los corredores uno de las más difíciles técnicamente. El Monte Cervino o Matterhorn de 4.478 metros está señalado para escaladores expertos, por lo que no podremos animar a nuestros chicos en la cima. Pero lo que sí podemos hacer en el Matterhorn es quedarnos a mitad de camino, ascendiendo al refugio de Hörnlihütte, al pie del gran monte, donde podremos jalear a los atletas mientras nos tomamos una cerveza a su salud.

El techo de Europa

Casi sin descanso, al día siguiente deberíamos estar en el Mont Blanc de 4.810 metros, el techo de Europa y de Los Alpes. Fuera de la controversia de dónde está la cima exactamente, los franceses y los italianos dicen que es de ellos, es una ascensión también reservada para escaladores con experiencia. Sí queremos animar a los muchachos, podemos coger el Tramway du Mont Blanc y ascender cómodamente al Nido del Águila, donde hay un restaurante a 2.380 metros.

Llegados a este punto podemos hacer dos cosas, seguir hasta Mónaco o pasar unos días haciendo el Tour de Mont Blanc, un Gran Recorrido de 250 kilómetros alrededor del techo de Europa, atravesando Suiza, todo un colofón para compartir el sabor del X-Alps. Si optamos seguir hacia Mónaco, podremos animar el vuelo en parapente desde Saint Hilaire, a 995 metros, en el Parque Natural Regional de Chartreuse. En sus fantásticos bosques de montaña viven 500 especies de mariposas y especies tan amenazadas como el lobo, el lince y la marmota, que han conseguido retornar por sus fueros tras años de ausencia. 

El décimo día, si no hemos desfallecido en el intento de seguir a los corredores, nos encontrará en Peille, a las puertas de la meta en Mónaco. Habremos recorrido más de 1.000 kilómetros del corazón de la montaña europea, visitando sus picos más emblemáticos. No llevaremos medalla esta vez, pero nos la merecemos.

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