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De Valldemossa a Badajoz: los 7 paisajes más fotogénicos de España

Los paisajes más fotogénicos de España: Playa de las Catedrales, Lugo (Pixabay | imagen de dominio público).

Valldemossa (Mallorca)

En plena sierra de Tramontana, rodeada de bosques y vegetación frondosa, se levanta la asombrosa localidad de Valldemossa. Sus estrechas calles, las ventanas llenas de flores, sus fachadas de piedra teñida de amarillo o el espectacular antiguo monasterio del siglo XIV que fue residencia de la escritora Sand y del músico Chopin forman un escenario de película, de los más golosos para fotógrafos que buscan imágenes perfectas y auténticas. Una foto imprescindible es la del armónico conjunto que ofrece Valldemossa con la sierra como fondo, pero hay miles de posibilidades más, una por cada acogedor rincón de este lugar.

Bardenas Reales (Tudela, Navarra)

Dice el artista colombiano Herrson Piratoba que las fotografías más impresionantes son aquellas que te generan recuerdos, incluso si aún no los has vivido. Algo de esa magia es la que transmite el espectacular desierto de las Bardenas Reales, en el suereste navarro, donde todo parece irreal y auténtico al mismo tiempo. Las formaciones que han surgido en este paraje semiárido de barrancos, mesetas y cerros solitarios son una auténtica delicia para los amantes de la fotografía, que encontrarán decenas de perspectivas desde las que retratar un paisaje tan original como espléndido. 

Mirador de San Nicolás (Granada)

El ex presidente Clinton dijo haber visto desde aquí la mejor puesta de sol del mundo, y quienes conocen este mirador saben que no exageraba. En pleno barrio del Albaicín, el mirador de San Nicolás es un lugar privilegiado para contemplar y fotografiar La Alhambra con Sierra Nevada como decorado de fondo, llevándose a casa la imagen más emblemática de la ciudad granadina. Justo antes de que caiga el sol, la luz es perfecta para quienes buscan que la panorámica se tiña de matices. A pesar de que todos los turistas saben que no pueden saltarse este punto de la ciudad, encontrarás hueco para plantar tu trípode si vas con un poco de tiempo.

Ermita de Santa Catalina (Mundaka, Vizcaya)

En plena Reserva de la Biosfera de Urdaibai, y más concretamente en el municipio de Mundaka,  la pequeña península de Santa Catalina acoge una ermita que no tiene desperdicio para quienes disfrutan de la fotografía. Se encuentra en la entrada de la ría, donde se mezclan el azul del agua con las tonalidades verdes de los montes, y está rodeada por los restos de un fortín del siglo XIX. El escenario perfecto para obtener una imagen de postal.

Playa de Las Catedrales (Ribadeo, Lugo)

Seguramente es una de las playas más fotografiadas de España y aún así, cada foto parece diferente. El mar ha tallado una especie de catedral con arcos en los acantilados, algunos de hasta 32 metros de altura, que forman un escenario natural digno de toda una tarjeta fotográfica. La única precaución que hay que tener si quieres sacar la mejor de las imágenes es acudir cuando ha bajado la marea porque de lo contrario te encontrarás con que el agua ha escondido parte de este tesoro.

Cañón del Ebro (Burgos)

Desde el punto correcto, todos los cañones fluviales se merecen su lugar en esta lista. Hoy os proponemos el del Ebro por ser uno de los que todavía se puede visitar sin masas de turistas alrededor la mayor parte del año. Entre los remotos paisajes del norte de la provincia burgalesa, el segundo río más caudaloso de la península ha creado un oasis de biodiversidad del que se obtienen imágenes alucinantes. Muy cerca, los fans de la fotografía encontrarán otro tesoro. Se trata de Orbaneja del Castillo, una localidad que la naturaleza ha ido cincelando dando como resultado uno de los rincones más fotogénicos del país.

Acueducto de los Milagros (Mérida, Badajoz)

Extremadura es mucho más que el valle del Jerte. Porque aunque con la llegada de la floración de los cerezos este sea un precioso paisaje para fotografiar, hay decenas de opciones más. Por ejemplo, el acueducto de los Milagros, en Mérida, una impresionante construcción con más de 2000 años de antigüedad que se levantó para traer agua del pantano de Proserpina. Aún siguen majestuosamente en pie más de 800 metros de acueducto que lucen extraordinariamente ante la lente de la cámara.

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