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Cultura

‘Assur’ de Francisco Narla: ¡que vienen los vikingos!

Que la novela histórica, historicista o como queramos llamarla, sigue de moda y goza de buena salud es algo que sabe y puede constatar no ya un editor avezado, sino cualquier librero que se precie, que tendrá sobre seguro el tener bien a la vista de sus ávidos lectores y potenciales clientes, novedades, ediciones y reimpresiones, que sobre esta materia salgan publicadas. Yo reconozco que me hallo entre ellos y mi librero Méndez, cada vez que hay algo que sabe que me hará pasar por caja, me lo remata como testarazo de Santillana (que para eso somos del Madrí de toda la vida), para que inevitablemente entre en mis redes. Y sabe además que Roma y el Sire son mi pasión, con lo que de Saylor a Cornwell, y de Scarrow a Gallo, gol seguro, que para entretenerse buen rato se pasa con todos ellos.

Sin embargo, un runrún sordo, como de jarcias de barcos extraños y de cuadradas velas franjirrojas; un rumor creciente de gritos exaltados y de voces hablando en una lengua áspera como el hielo picado de tierras muy lejanas; una sensación de estar asistiendo a la llegada sin invitación de nuevos visitantes a una tierra muchas veces visitada, doblemente conquistada, y ahora en pleno proceso de lucha por su reconquista… Todo eso, me llamó la atención.

Porque enfrentarnos a una novela en Hispania (de primeras) pero sin romanos, y en el momento medieval pero sin luchas de cristianos contra la morisma (básicamente), como que me intrigaba. Una novela, una pequeña epopeya (aunque de pequeño nada tiene el volumen bien encuadernado y presentado por la editorial Temas de Hoy) en la que tendremos que encontrar el tiempo para vivir, sufrir, amar y luchar, con un protagonista que tendrá que ser épico aún a costa de no haberse querido nunca ver en tal situación. O sea, ¡lo que les pasa a los héroes de verdad, que se convierten en tales porque nunca quisieron serlo!

Esta es la historia que nos quiere contar (y lo hace) el escritor Francisco Narla (Lugo, 1978) en algo más de 950 páginas en su novela Assur, nombre del protagonista principal de esta aventura situada a finales del siglo X con la que los amantes del género histórico no van a quedar defraudados. Especialmente porque hay una historia que contar y el entorno, lugares y la época en que transcurre la vida de nuestro héroe gallego (como el autor) no es más que una excusa, una magnífica excusa desde luego, donde desarrollar una fabula, de esa manera que sólo los de tierras umbrosas y húmedas saben contar para hacer de sus cuentos, leyendas.

Es un libro que, a puertas como estamos -pese a las gélidas temperaturas- del verano, es de esos que piensas dejártelo para ese momento de ocio estival creyendo que tendrás lectura de sobra para tus vacaciones. Pues espero que tengan un plan B, pues una vez que uno entra en ese mundo de aventuras al que se va a ver arrastrado Assur, no quiere dejarlo para ver qué le va a ocurrir con esos fieros normandos que desembarcan por Compostela. Porque una vez que uno ha dado los primeros pasos en los lances, venturas y desventuras de nuestro joven amigo (pues se hace amigo desde muy pronto, que buena persona debe ser quien como amigo tiene a Furco), no puedes parar hasta saber si conseguirá su propósito final. Y vivir emociones y llegar a lugares donde estaba claro que tenía que haber llegado, antes que nadie, un gallego.

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