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Cultura

Seis clásicos de la literatura convertidos en videojuegos

Una imagen de El testamento de Sherlock Holmes, publicado en 2012. (Wikipedia)

Diez Negritos. La compañía The Adventure Company desarrolló el juego para PC y Wii Agatha Christie... Y no quedó Ninguno, inspirado en la novela de misterio de Diez negritos. El jugador se ve envuelto en una fascinante historia de intriga como el undécimo personaje, Patrick Narracott, el barquero que conduce a los invitados a la isla y que luego se queda allí atrapado. La misión del jugador consistirá en descubrir el móvil tras cada una de las muertes y en averiguar la identidad del asesino mientras intenta salvar la vida de las otras víctimas y desbaratar los atentados contra él mismo.

Sherlock Holmes. El clásico de Arthur Conan Doyle ha dado para mucho: series, películas y hasta videojuegos. Esta última categoría fue desarrollada por Frogwares en 2002. Se trata de una serie de ocho entregas que lleva por título Las aventuras de Sherlock Holmes. El usuario asume el rol del detective Sherlock Holmes y su compañero el Dr. John H. Watson. Cada juego sin embargo tiene una trama e historia ficticias: la primera entrega fue El Misterio de la Momia; le siguieron el Pendiente de Plata, La Aventura, Sherlock Holmes y el rey de los ladrones, El Misterio de la Alfombra Persa, Sherlock Holmes contra Jack el DestripadorSherlock Holmes y el Misterio de la Casa Osborne y El Testamento de Sherlock Holmes, este último salió al mercado en 2012. También basado en la historia de Nonan Doyle, Dreamcatcher sacó el juego de PC Sherlock Holmes: Nemesis.

Dune. Basado en la novela homónima de ciencia ficción de Frank Herbert y  desarrollado por Cryo Interactive en 1992, Dune es un clásico del videojuego de estrategia en tiempo real. Ambientado en el imperio  dominado por señoríos planetarios controlados por familias nobles, conocidas como Las Grandes Casas, que rinden tributo al Emperador Padishah Shaddam IV, de la Casa Corrino, el  jugador asume el papel del protagonista, Paul Atreides, en el momento en el que el Emperador Shaddam IV concede la licencia a su familia para la explotación del planeta Arrakis. En el año 1992, Westwood Studios produjo otro juego de la saga, Dune II: Battle for Arrakis (Dune II: The Building of a Dynasty originalmente), considerado por algunos una entrega menos aventurera que la primera. Westwood produjo dos secuelas, Dune 2000 en 1998 y Emperor: Battle for Dune en 2001. Casi 20 años más tardes, en 2001, Cryo relanzó el juego original con la entrega Frank Herbert's Dune. Fue un fracaso total; al punto de llevar a la compañía a la quiebra.

La Odisea. Fue sacado al mercado por Cryo un año antes de su quiebra. Basada en el poema épico de Homero. Concebido como una aventura gráfica, en el videojuego, el usuario debe acudir al rescate de Ulises y, para ello, pasar todas las pruebas que él sufrió: desde atravesar la isla de los Cíclopes hasta cruzar el Hades. Para desarrollarlo, la compañía contó con la asesoría de  académicos y expertos en arqueología para recrear con la más exactitud posible la Grecia clásica y poderla presentar lo más fiable ante nuestros ojos. Su título original fue Odyssey: The Search for Ulysses.

Blade runner. Está basado en  el mundo de la conocida novela de ciencia ficción  de Philip K. Dick, que también fue llevada al cine por Ridley-Scott.  De hecho, fue lanzando tres años después del estreno del filme, en 1985. Aunque se inspira en la historia, el videojuego hace una versión libre más de la versión de Ridley-Scott que de la novela en sí. El jugador asume el papel de un detective que  debe dar caza a un grupo de replicantes  en 2019 en Los Angeles. Los guionistas del juego, David Yorkin y David Leary, idearon una historia que tiene lugar al mismo tiempo que la película y que comparte con esta algunos personajes. También se incluyen  locaciones emblemáticas como la Corporación Tyrell o  el edificio Bradbury. El juego, sin embargo, fue pésimamente valorado por los usuarios. Doce años más tarde salió una edición mejorada.

Brave Story. Cuando se publicó en Japón fue una verdadera locura. Se trata de la novela de fantasía creada por Miyuki Miyabe: Brave Story. En ella, se narra la historia de Wataru, un niño de once años que se introduce en un mundo fantástico llamado Vision, donde inicia la búsqueda de la Diosa del destino para que le conceda un deseo: el de volver a unir a su familia. Pero para ello deberá evocar toda su valentía para luchar contra demonios, sus propios amigos e incluso contra sí mismo. Primero se adaptó en formato manga (2004) y poco tiempo después llegó a la industria de los videojuegos en versiones para Nintendo DS, PlayStation 2 y PSP.

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