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Cultura

Para los que hablan mal del cine español

Una imagen de la película Belle epoque, de Fernando Trueba.

Es una de las personas que más sabe de cine en este país. Se trata de Javier Tolentino, director del programa El séptimo vicio, que se emite en Radio 3 desde hace quince años, quien ha hecho una selección de películas para la colección Filmoteca FNACional con la que se pretende, sobre todo, cambiar el discurso de quienes "hablan mal del cine español".

"No existe un país más destructivo con la cultura propia que España", asegura Tolentino, quien busca echar por tierra los prejuicios contra la industria cinematográfica local. "El cine español tiene los mejores técnicos y una filmografía diversa, completísima y estupenda. Desde Martín Patino a José Luis Guerín; desde Bigas Luna al más joven de los autores, Lois Patiño o Neus Ballus; desde la divina Escuela de Barcelona hasta el nuevo cine andaluz y sin olvidarnos de los míticos Buñuel, Berlanga y Bardem existe un cine español que, a veces, no ha sido suficientemente difundido ni cuidado"

Convencido de que ya era hora de que se reparara el error, Tolentino se puso manos a la obra y, tras aceptar la invitación de Fnac, Divisa y Mercury Film (la empresa de Enrique Cerezo, que tiene prácticamente todos los derechos sobre el cine español) decidió "hacer todo lo posible" para devolverle el lustre. Así, los cinéfilos más exigentes y los espectadores simplemente interesados en conocer la historia del cine español dispondrán de ediciones exclusivas, presentadas en alta definición, tanto en DVD como Blu-Ray y remasterizadas, a razón de tres títulos por mes.

Cada película viene acompañada por una Guía del espectador, un texto que ubica la obra, en treinta o cuarenta páginas: el contexto sociopolítico en que se publica, si había censuras, su recorrido, si fue exhibida en festivales internacionales, y lo más importante, según su autor "rescata para los nuevos espectadores a los técnicos españoles que son de una calidad excepcional". Cuenta Tolentino, del director de fotografía de Muerte de un ciclista Alfredo Fraile, "pasó horas en el Museo del Prado, estudiando el uso y el control del claroscuro de Caravaggio para dar a película la luz del tenebrismo, que le sirve para mostrar una etapa negra".

"No es un texto desde la crítica cinematográfica -explica- sino para dar claves" y toques de atención para no perderse un plano, entender algunas miradas o ensalzar trozos de guiones históricos, cuando no míticos. Como cuando, en Belle epoque, Rafael Azcona hace explicar la presencia del cura en un prostíbulo: "Sí señor, estoy en una casa de putas, donde se peca, trabajando a pie de obra". Hay, igualmente, anécdotas y comentarios de muchos de los que participaron en las películas: Antonio Resines explica que, en la escena de la moto en Amanece que no es poco, Luis Ciges "pesaba tan poco que, en cuanto te descuidabas, la moto se volcaba para mi lado. Hubo que llenar de piedras el sidecar, y el pobre no pisaba el suelo".

La colección clasifica las obras de los años 40 a 1971; entre 1971 y 1990, y del 90 a la actualidad. Incluye los filmes  Plácido y El verdugo, de Luis García Berlanga; Muerte de un ciclista, de Juan Antonio Bardem, y Viridiana, de Luis Buñuel. Amanece, que no es poco, de José Luis Cuerda; Remando al viento, de Gonzalo Suárez; El sur y El espíritu de la colmena, de Víctor Erice; Cría cuervos, de Carlos Saura; El desencanto, de Jaime Chávarri y La cabina, de Antonio Mercero. A estos hay que añadir Belle epoque, de Fernando Trueba; Familia, de Fernando León de Aranoa; El perro del hortelano, de Pilar Miró; Noviembre, de Achero Mañas; Amantes, de Vicente Aranda o La buena estrella, de Ricardo Franco. También se incluyen Surcos, de José Antonio Nieves; Furtivos, de José Luis Borau; El pisito, de Marco Ferreri; Calabuch, de Berlanga; Los farsantes, de Mario Camus o El último caballo, de Edgar Neville.

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