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BMW renueva por completo la R1200 RT, rutera por excelencia

Las hay dentro de la marca todavía más ruteras, como las K 1600 GT/GTL, pero la RT ha sido desde siempre una de las versiones de la marca que mayor aceptación ha tenido en el mercado entre quienes buscan una moto con la que cubrir los más largos viajes con el máximo confort posible y sin perder la sensación de estar conduciendo una moto, sintiendo como frena o como se inclina en una curva, algo que en la gran 1600 GT se pierde por lo voluminoso de sus formas y su elevadísimo peso. La R 1200 RT logra mantener ese atractivo equilibrio de disfrutar de un simple paseo dominguero entre curvas o de plantarse el fin de semana siguiente en una travesía de mil kilómetros, algo que esta nueva versión BMW ha logrado intensificar aún más, mejorando la postura de conducción para hacerla aún más confortable, modificando el chasis para lograr una mejor maniobrabilidad e introduciendo la última evolución del motor bóxer de 1.200 cm3 estrenado el año pasado en la 1200 GS.

Se mantiene fiel al concepto original, pero la nueva RT mejora en confort, dinamismo y seguridad

Todo ello manteniendo un precio que, aunque sube ligeramente, incluye además de todas las mejoras anteriores elementos que antes no estaban en el equipamiento de serie, como el control de tracción ASC, dos modos diferentes de conducción «Rain» y «Road» y los puños calefactables, elemento este último imprescindible en una rutera como la RT. Exteriormente, el diseño sufre también evolución, con nuevos grupos ópticos, carenado con mayor protección y mejor aerodinámica y una ergonomía mejorada, sintiéndose más baja que antes y con mejor maniobrabilidad por ello en parado. El cuadro de instrumentos es completamente nuevo, ahora con mucha más información y una mejor visibilidad durante la conducción.

Aunque no es más ligera que antes en términos absolutos, en marcha sí se siente mucho más liviana, fruto del nuevo bastidor y geometrías que logran que apenas nos pongamos en movimiento sus reacciones sean más fluidas. El ancho manillar ayuda a ello, girando a baja velocidad con mucha sencillez y ofreciendo en carretera el control necesario para llevar a la 1200 RT justo por dónde queremos. Las primeras curvas ya nos dejan constancia de la facilidad con que se mueve en carreteras sinuosas, sin apenas esfuerzo para cambiar de trayectoria y con mucho aplomo cuando lo hacemos a alto ritmo. Frena con mucha consistencia y sale de la curva con enorme rapidez gracias a la inmediata respuesta del nuevo motor.

Pero es en amplios y rápidos trazados donde la R 1200 RT se siente plenamente a gusto, con un chasis ahora más rígido que permite altísimos cruceros con la máxima sensación de seguridad. Sin darnos cuenta el marcador indica pronto los 160 km/h, velocidad a la que apenas sentimos el viento, perfectamente protegidos por el envolvente carenado, que permite regular además la pantalla en altura para protegernos, más que del aire, de la lluvia. Por mucha agua que nos caiga, podremos acabar un largo viaje sin apenas mojarnos.

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