Distintos despachos españoles están reactivando el recurso a los roadshow a Londres y Nueva York con vistas a explorar la posibilidad de integrarse en bufetes interesados en desembarcar en Madrid. Así lo trasladan a Vozpópuli diferentes bufetes y otros operadores del mercado que dan cuenta de estos movimientos, en un contexto de creciente interés del sector legal por EEUU y cuando el marco legal para los despachos en la UE puede sufrir restricciones.
En muchos casos, sólo se busca de entrada que se les refiera trabajo, aunque también están quienes plantean otras alternativas sobre la mesa con mayor recorrido.
Por lo pronto, socios directores de oficinas españolas de despachos internacionales atestiguan estas iniciativas. Es el caso de Álvaro Marco, socio de Legal de BDO Abogados responsable de la oficina de Madrid.
"Más les vale, nuestra impresión es que el cliente internacional con presencia en todo el mundo quiere un despacho internacional. Los clientes son cada vez más listos, más experimentados, el cliente primerizo que te llama, que no tiene experiencia, es muy raro", trasladan desde un despacho de Estados Unidos.
"Tiene una lógica aplastante que despachos españoles tengan interés en meterse con otros colegas", añade este socio, aunque matiza. "También tiene sus dificultades, los españoles trabajan con americanos en Londres e ingleses que no tienen presencia en España y generalmente hay un best friend. En el momento en que uno se integra, pierde las otras relaciones, hay que pensárselo".
A las grandes empresas españolas les cuesta hacerse un sitio como cliente relevante de un despacho americano y que éste le acepte, por lo que para un cliente español, tener una oficina en Madrid con socios que le conectan con otros de EEUU cuando lo necesita, pactando los rates, es "muchísimo mejor servicio", explican
Los despachos de EEUU trabajan para transaccionadores masivos, fondos de inversión que compran y venden, invierten y desinvierten constantemente; operar con un despacho internacional es mucho más fácil cuando se trata de una operación cross border en la que se tiene que coordinar a cinco bufetes.
Paralelamente, a las grandes empresas españolas puede costarles hacerse un sitio como cliente relevante de un despacho americano y que éste le acepte. Para un cliente español, tener acceso a una oficina en Madrid con socios que le conectan con otros de EEUU cuando lo necesita, pactando los rates, es "muchísimo mejor servicio", explican fuentes del sector.
La integración puede así ofrecer ventajas cuando se trata de compartir clientes por todo el mundo. Los despachos locales tienen una capilarización, un conocimiento del mercado y unos rates más bajos, por lo que es lógico que se recurra a ellos para el día a día. Pero para grandes operaciones, el americano ofrece una potencial estructura integrada.
Maneras de desembarcar
Hay muchas maneras de entrar en un país. La apertura de oficina sin integrar a una firma requiere de fichajes que pueden generar conflictos y dificultar el trasvase de clientes, por lo que gana enteros la integración de un bufete, el caso de la de Abdón Pedrajas en Littler en 2020 o de RCD en DWF que empezó en 2019.
Addleshaw Goddard entró en el mercado español en 2024. El equipo completo de King & Wood Mallesons (KWM) en España dio por concluido su acuerdo de asociación con KWM y se unió a Addleshaw Goddard, actuando a partir de ese momento bajo esta marca.
Alejandro Kress, socio director de SSQ, apunta que el mercado español es el más atractivo ahora para los fondos desde Londres de toda Europa continental; esto hará que la actividad de M&A se incremente este año, aunque no se encuentre a los niveles de Londres y Nueva York.
En su experiencia, los roadshow de abogados españoles por EEUU son fundamentalmente en busca de socio americano para que les refieran trabajo hacia España. En especial, por parte de aquellos que no están aquí, que son muchos.