Pertenezco a la generación de la transición, aquella que luchó con idealismo y voluntad de concordia para conseguir que España, por fin, dejara de ser diferente. He estado más de treinta años en la primera línea de la política, tratando de armonizar pensamiento y acción.
He sido por elección popular presidente de Navarra, parlamentario foral, senador y diputado en el Congreso. Ahora soy abogado ("primum vivere") pero procuro encontrar tiempo para poner negro sobre blanco lo que pienso.
He elegido para esta columna el lema del Príncipe de Viana: “Utrimque roditur” (Por todas partes me roen), porque es lo que he sentido y padecido muchas veces por defender el derecho a vivir con la dignidad de los hombres libres y la libertad de Navarra en España. También a España la roen hoy por todas partes. Pero si sabemos respetar los valores de la generación de la transición, sobrevivirá.