El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero no tiene reparos en mostrar su respaldo a la vicepresidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, condenada recientemente a seis años de cárcel e inhabilitación por actos de corrupción política durante su etapa como presidenta del país. José Luis Rodríguez Zapatero se sumó el martes, junto al exmagistrado Baltasar Garzón, al acto de homenaje de la expresidenta argentina organizado en Buenos Aires por el denominado Grupo de Puebla. El exjefe del Ejecutivo español destacó durante el acto el camino de Argentina hacia la consolidación de la democracia, tránsito en el que subrayó el papel de Cristina Fernández de Kirchner.
Zapatero participó en la capital bonaerense en el Foro Mundial de Derechos Humanos 2023, en el que también tomaron parte, como integrantes del Grupo de Puebla, los expresidentes de la izquierda iberoamericana Rafael Correa, Evo Morales y Ernesto Samper. Y dijo sentirse impresionado por el presunto intento de asesinato de Kirchner durante una manifestación de apoyo de sus seguidores a las puertas de su domicilio: "Me impactó por Argentina y por ti que la violencia política volviera a este país que tanto luchó por una democracia sin violencia política".
"Los 40 años de democracia han dejado un legado de Argentina al mundo, el de la lucha por los derechos humanos como ningún país ha procurado hacer: memoria, restauración y justicia", expresó Zapatero en la reunión.
"No me interesa en definitiva si nos van condenar, si me van a inhabilitar, me van a meter presa… No me importa. Lo que importa, fundamentalmente, es que volvamos a reconstruir un Estado democrático y constitucional, en el cual las garantías de la Constitución no sean cartón pintado. De esto se trata", dijo Fernández, quien anunció que apelará la mencionada sentencia.
Un tribunal argentino condenó en 2022 a la vicepresidenta a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos por un delito de corrupción, en el marco de la conocida como 'causa Vialidad'. El tribunal justificó la condena con argumentos como que la corrupción instaurada durante el mandato de Fernández carecía de precedentes en el país.
