El ultraderechista Frente Nacional (FN) obtuvo este miércoles dos de las seis vicepresidencias de la recién formada Asamblea francesa, una designación que ha provocado las críticas de la izquierda. Gracias a sus resultados récord en las legislativas de mediados de junio, con 89 diputados de 577 -la tercera fuerza opositora detrás de la alianza de izquierdas Nupes-, la ultraderecha de Marine Le Pen logró que resultasen nombrados sus parlamentarios Sébastien Chenu y Hélène Laporte.
Las otras cuatro vicepresidencias han recaído en una socialista, Valérie Rabault; una izquierdista de La Francia Insumisa, Caroline Fiat; y dos miembros de la alianza del presidente Emmanuel Macron: la centrista Elodie Jacquier-Laforge (MoDem), y Naïma Moutchou, del centroderechista Horizontes.
La exministra y abogada penalista Yael Braun-Pivet, diputada del partido de Macron, ya había sido el martes nombrada presidenta de la Asamblea, la primera mujer en ejercer este cargo, el cuarto de mayor importancia en el Estado francés.
Críticas a las vicepresidencias del Frente Nacional
Las críticas a los nombramientos de Chenu y Laporte no han tardado en llegar y el diputado Adrien Quatennens, uno de los referentes de La Francia Insumisa, acusó a la alianza de Macron, al conservador Los Republicanos y a RN de tener un acuerdo para impedir que la coalición Nupes tenga importantes puestos de poder en el hemiciclo.
Sin embargo, la jefa parlamentaria del partido de Macron, Aurore Bergé, aclaró que los dos candidatos a la vicepresidencia del grupo Ecologista, incluido también en la Nupes, no habían logrado ni siquiera los votos de los miembros de su propia coalición.
El Parlamento francés, que acaba de echar a andar, es el más fragmentado que se recuerda desde el inicio de la V República en 1958. Macron y sus aliados cuentan con una mayoría relativa y deberán pactar con otras fuerzas para poder aprobar leyes y medidas de gran calado, como los Presupuestados del Estado.
