Internacional

Países Bajos refuerza la seguridad del primer ministro ante la amenaza de un ataque del crimen organizado

Los servicios de inteligencia han recibido informaciones que apuntan a planes de secuestro por parte de grupos mafiosos

El primer ministro holandés, Mark Rutte. EFE

Las fuerzas de seguridad han decidido reforzar el dispositivo de seguridad del primer ministro holandés, Mark Rutte, ante la posibilidad de que grupos de la mafia intenten secuestrarlo y atentar contra su vida.

La decisión habría sido tomada tras recibido informaciones de Inteligencia sobre posibles "planes" de secuestro por parte de mafiosos, que habrían contratado a grupos criminales para ello, según informaciones del diario 'Telegraaf'.

Si bien los servicios de Inteligencia no han confirmado las informaciones al considerar que "la situación de seguridad y protección" no debe ser revelada, fuentes cercanas al asunto han indicado que los dispositivos se han reforzado.

Así, el dispositivo contaría ahora con la presencia de agentes del Servicio de Protección Real y Diplomática, quienes habrían puesto en marcha medidas "visibles e invisibles" para proteger al mandatario.

Refuerzo de la seguridad en el Parlamento

La presencia de un dispositivo de seguridad en el Parlamento ha suscitado comentarios, si bien muchos habían sumido que se debía a la presencia del líder del partido PVV, Geert Wilders, que ha tenido protección adicional desde el asesinato del cineasta Theo van Gogh hace más de 15 años. Sin embargo, medios de comunicación han señalado que dicho agente habría sido asignado en realidad a Rutte.

El 'premier' holandés ha sido discreto a la hora de hablar de dispositivos de seguridad durante sus once años en el cargo. Generalmente acudía a trabajar en bicicleta o caminando, sin ningún tipo de vigilancia.

Sin embargo, el asesinato de figuras públicas como el periodista Peter R. de Vries o el abogado Derk Wiersum ha hecho saltar las alarmas. La semana pasada, el ministro de Finanzas, Wopke Hoekstra, anunció que el próximo año se gastarían 400 millones de euros adicionales en medidas para combatir el crimen organizado, incluidos dispositivos de seguridad más amplios.