El canciller alemán Olaf Scholz sigue copando los titulares en las últimas horas en el panorama internacional. Esta vez, a costa de la inmigración ilegal. En una entrevista con el medio alemán Der Spiegel, Scholz ha levantado polémica al asegurar que Alemania tendrá que "deportar gente a gran escala" para hacer frente a la escalada de inmigrantes que están llegando al país germano en los últimos tiempos.
Este exceso de inmigración ilegal ha causado, en palabras del canciller Scholz, "una situación de inseguridad en Alemania". Según el máximo mandatario del país, la solución a los males que vive Alemania sería "deportar a gran escala a los que no tienen derecho a permanecer".
Además, pide celeridad en el proceso, ya que Scholz cree que Alemania debe "deportar más y más rápidamente".
Una maniobra política para frenar el auge en las encuestas de formaciones de extrema derecha como Alternativa por Alemania (AfD), segunda fuerza del país tras el partido derechista CDU-CSU. Las palabras de Olaf Scholz no son por nada, pues llegan tras anunciar Alemania que sufre un acusado repunte de inmigración irregular, pues en los primeros nueve meses de 2023 han llegado a Alemania 92.119 personas sin autorización.
Esta cifra supone la más alta de los últimos siete años. En 2022, fueron 91.986, y en 2021, 57.637. El récord se logró en 2016, cuando 111.843 inmigrantes lograron poner un pie en tierras alemanas. Todo ello sin contar los extranjeros que se establecen por el cauce legal en Alemania, más los refugiados ucranianos acogidos.