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Internacional

Los reyes de España, testigos de la entronización de Naruhito

Los reyes de España, Felipe VI y Letizia Ortiz, han sido testigos este martes de la entronización del emperador Naruhito, una ceremonia que se celebró en el Palacio Imperial de Tokio ante unos 2.000 invitados entre los que se encontraban representantes de las diversas monarquías europeas.

Algo más de dos años después de la visita de Estado que realizaron a Japón (la primera a Asia desde el relevo en la corona española), los Reyes han querido viajar de nuevo a este país para un evento histórico.

Una presencia que fuentes oficiales españolas subrayan que es una muestra de las relaciones profundas personales entre la familia imperial japonesa y la familia real de España.

En el Palacio Imperial, los Reyes ocuparon la primera fila de asientos destinada a los jefes de Estado que se habían trasladado hasta la capital japonesa con motivo del relevo en el trono nipón.

De acuerdo con el protocolo, el Rey vestía frac, y la Reina eligió un vestido de ceremonia estampado de flores. Por su parte, el emperador nipón hizo el anuncio vestido con una túnica naranja que se ponen únicamente en ocasiones especiales, mientras la emperatriz Masako, con un kimono. 

Los reyes de España, Felipe y Letizia, durante la ceremonia de proclamación oficial de su ascenso al Trono del Crisantemo en Tokio.

A la derecha de Felipe VI se sentó el emir de Catar, el jeque Tamim bin Hamad Al Zani, mientras que a la izquierda de Letizia Ortiz estaba el jefe de Estado de Samoa, el príncipe Vaaletoa Sualavi II.

Asistieron varias monarquías europeas

Numerosas miembros de monarquías europeas asistieron igualmente a este evento, en el que, por el formato del acto y a diferencia de la cena posterior ofrecida por el emperador y su esposa, Masako, a sus invitados, no tuvieron oportunidad de charlar entre ellos.

Sin embargo, en el hotel en el que se alojaron los reyes de España también lo hicieron los representantes de otras coronas europeas y con los que sí tuvieron ocasión de conversar.

Así, cuando se disponían a trasladarse hasta el Palacio Imperial, coincidieron en el vestíbulo con el rey Gustavo de Suecia y su hija y heredera de la corona, la princesa Victoria, así como con los reyes de Holanda, Guillermo Alejandro y Máxima.

Hubo un saludo entre ellos y conversaron unos minutos hasta que fueron saliendo sus correspondientes comitivas hacia la ceremonia de entronización.

Las palabras de Naruhito en la ceremonia de entronización

Una colorida ceremonia de algo más de media hora que tuvo lugar en la Sala del Pino del Palacio Imperial y que los invitados extranjeros siguieron desde otro salón separado por el patio central, donde se podía apreciar la persistente lluvia que caía en ese momento.

Desde su asiento escucharon las palabras de Naruhito, de 59 años, en las que se comprometió a cumplir con sus funciones. "Prometo actuar de acuerdo con la Constitución y cumpliré con mi responsabilidad como símbolo del Estado y de la unidad del pueblo de Japón, siempre deseando la felicidad del pueblo y la paz del mundo", señaló.

El emperador logró el trono el 1 de mayo, el día después de que su padre de 85 años, Akihito, renunciara, convirtiéndose en el primer emperador en hacerlo en alrededor de 200 años.

En el lugar destinado a otros representantes de los países invitados siguieron también el acto el ministro de Asuntos Exteriores español, Josep Borrell, y su embajador en Tokio, Jorge Toledo.

La agenda de los reyes en la capital japonesa se limitó a su presencia en los actos de entronización, salvo una reunión previa el lunes de Felpe VI con el primer ministro nipón, Shinzo Abe.

En ese encuentro, según las fuentes oficiales, se constató la satisfacción mutua por la presencia de los reyes en el acto con el que se oficializaba el relevo en el Trono del Crisantemo.

El rey Felipe VI recalcó la capacidad de japón de sobreponerse a tragedias naturales

Abe puso énfasis en las coincidencias entre España y Japón y subrayó que los dos países comparten valores como la defensa de la libertad, la democracia, el Estado de Derecho y el imperio de la ley.

Por su parte, el Rey hizo hincapié en que Japón es un ejemplo de superación para el mundo al haber demostrado una vez más su capacidad para sobreponerse a tragedias naturales tras el reciente tifón que ha sufrido el país y que ha provocado la muerte de casi 80 personas.

Tras la cena de gala ofrecida por Naruhito a sus invitados, los Reyes pernoctarán en Tokio y en la mañana de este miércoles se trasladarán a Seúl para realizar su primera visita de Estado a este país.

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