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Internacional

Putin recrudece los bombardeos contra las ciudades: claves del séptimo día de guerra

Rusia intensifica los bombardeos sobre grandes ciudades que sus tropas no han logrado tomar. Moscú también recrudece su ofensiva en el sur y anuncia la caída de Jersón, su primera 'conquista' de una gran ciudad

Última hora de la guerra en Ucrania, en directo: Putin se ensaña con las grandes ciudades
La ciudad de Járkov (Ucrania) EFE

Séptimo día de la invasión lanzada por Vladimir Putin en Ucrania: Rusia intensifica los bombardeos sobre las grandes ciudades que sus tropas no han logrado tomar. Moscú también recrudece su ofensiva en el Sur del país: mientras el Kremlin anuncia la caída de Jersón –la primera urbe importante que habría sido conquistada, situada en el río Dniéper y a orillas del Mar Negro- los defensores aseguran que siguen combatiendo; también continúa el cruento asalto a Mariúpol, en el Donbás. La ofensiva también es cada vez más violenta en Járkov, la segunda ciudad más importante de Ucrania, donde paracaidistas rusos han tomado la estación de tren y el puerto fluvial tras una noche de ataques con misiles contra varios edificios y una universidad. Por el momento, aún permanece bajo control ucraniano.

La ofensiva también se ha recrudecido en Kiev, la capital, hacia la que se dirige un convoy ruso que ha resultado ser mayor de lo que se pensó inicialmente. Las víctimas civiles desde el inicio de la invasión rusa ascienden a 2.000, según el Servicio de Emergencias de Ucrania, un balance que choca con las declaraciones del Kremlin sobre sus esfuerzos para proteger a la población civil. Moscú, por su parte, ha reconocido este miércoles la muerte de 498 soldados rusos y 1.597 militares heridos. Estos son los hechos clave de la séptima jornada de guerra:       

Bombardeos sobre Járkov: ¿Rusia cambia de táctica?

Después de que Putin haya fracasado en su objetivo de derrocar al Gobierno ucraniano con una ofensiva relámpago, la comunidad internacional teme que el Kremlin cambie de táctica con ataques mucho más agresivos para abrirse paso en las ciudades que no ha logrado conquistar. Lo sucedido en Járkov, objetivo de los bombardeos más intensos de la jornada, parece confirmar sus temores. El centro de esta ciudad de 1,5 millones de habitantes, próxima a la frontera de Rusia, se ha convertido en objetivo de los ataques, así como áreas residenciales.

Los misiles de crucero han alcanzado el Ayuntamiento, ubicado en el Palacio del Trabajo, o los edificios más altos de la ciudad. También la principal comisaría y un edificio universitario. El alcalde ha reconocido que Járkov está "parcialmente rodeada" por el ejército ruso, al que militares ucranianos están aguantando "heroicamente", y que los ataques de artillería han dejado al menos 21 muertos y 112 heridos. Además, Rusia lanzó durante la madrugada tropas aerotransportadas que tomaron la estación de tren y el puerto fluvial y atacaron un hospital militar, donde hubo combates con los defensores.

Otro hecho apunta a un cambio de táctica en la invasión. Artem Semenikhin, alcalde de Konotop, un centro industrial cercano a la frontera rusa, asegura que las tropas rusas han dado un ultimátum a las autoridades locales: si resisten, la ciudad será atacada duramente con artillería. “Vamos a luchar”, dice Semenikhin, citado por ‘The Kiev Independent’.          

Jersón: ¿la primera gran victoria de Putin?

Las tropas rusas anunciaron esta mañana la caída de Jersón, importante ciudad a orillas del Mar Negro de 300.000 habitantes, aunque Ucrania lo niega. Si Moscú consigue su objetivo –las imágenes muestran a soldados rusos en las calles de la ciudad-, Jersón se convertiría en la primera población importante conquistada por Rusia. Las implicaciones estratégicas son significativas, porque la ciudad ocupa una posición estratégica en el río Dniéper que divide Ucrania y su control conllevará “estrangular la capacidad logística de las fuerzas ucranianas”, explica Jack Watling, experto del Instituto Real de Servicios Unidos para Estudios de Defensa y Seguridad en Londres citado por la ‘BBC’.

Un edificio del Servicio de Seguridad de Ucrania tras un bombardeo en Járkov / EFEEFE

También en el Sur, prosiguen los combates entre las fuerzas ucranianas y rusa por el control de la ciudad de Mariúpol, según el Ministerio del Interior ucraniano. Los separatistas prorrusos de Donetsk aseguraron esta mañana que habían bloqueado esta urbe a orillas del mar de Azov.

El avance sobre la capital

En la séptima jornada de guerra también se ha incrementado la presión de las tropas rusas sobre la capital ucraniana, donde unas 15.000 personas se refugian en el metro para protegerse de las bombas. Un proyectil ruso ha alcanzado un hospital privado de maternidad en la región de Kiev tras el ataque a la torre de televisión estatal que causó cinco muertos.

Mientras, el largo convoy militar ruso que se dirige hacia la capital -está ya a unos 30 kilómetros- es más grande de lo que se pensaba inicialmente. La columna alcanza ya los 64 kilómetros y consiste en carros blindados, artillería y otros vehículos militares, según imágenes difundidas por la empresa estadounidense Maxar Technologies.

El Kremlin anuncia una nueva ronda de negociaciones

Moscú ha anunciado el inicio de una segunda ronda de negociaciones este jueves entre las delegaciones rusa y ucraniana en busca de un alto el fuego. La región bielorrusa de Brest, en la frontera con Polonia, acogerá la sede del segundo encuentro entre Moscú y Kiev. Las partes beligerantes han elegido el lugar de la reunión de forma conjunta. "Estamos abiertos a la diplomacia", declaró el ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Dmitro Kuleba, quien advirtió que no establecerá nuevos contactos bajo los “ultimátums de Rusia”. “Las exigencias de Putin son las mismas que las que planteó Putin al principio de la guerra”, dijo Kuleba, refiriéndose a la exigencia rusa sobre la desmilitarización de Ucrania.    

La primera ronda de negociaciones tuvo lugar el pasado 28 de febrero en la frontera bielorruso-ucraniana, en la región de Gómel, y se saldó sin avances. Moscú dejó claro entonces que solo detendrá la invasión si se toman en cuenta los "legítimos intereses de Rusia en materia de seguridad, incluyendo su soberanía sobre Crimea", la península que Moscú anexionó ilegalmente en 2014, la "desnazificacion" de Ucrania y que Kiev mantenga un estatus neutral, es decir, que renuncie a entrar en la OTAN.

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