Los abuelos maternos y los dos tíos del pequeño Émile Soleil, han quedado en libertad sin cargos. Los cuatro familiares del niño desaparecido en julio de 2023, y cuyo cadáver fue encontrado nueve meses más tarde, han pasado 48 horas en detención preventiva.

Francia contiene el aliento sobre uno de los sucesos que han mantenido en vilo a todo el país desde hace casi dos años. El pasado martes, los abuelos y dos tíos de Émile fueron interrogados bajo la sospecha de “homicidio voluntario” y “ocultación de cadáver”. El registro policial del domicilio de Philippe y Anne Vedovini, los abuelos maternos del niño, hace solo dos días, parecía confirmar que los investigadores tenían pruebas para incriminar a los sospechosos. El fiscal del caso debe pronunciarse a lo largo del día.

La desaparición de Émile supuso un despliegue espectacular de fuerzas policiales de investigación. Emile tenía menos de tres años cuando desapareció, el 8 de julio de 2023, en el pequeño pueblo de Haut Vernet, en una zona escarpada y aislada, a 1.200 metros de altitud, en la región de Alpes-Alta Provenza. En ese momento, el niño estaba a cargo de sus abuelos maternos, en cuya casa de verano pasaba las vacaciones. 

Durante nueves meses la búsqueda de Emile no dio resultado, a pesar de las múltiples batidas efectuadas tanto por los gendarmes como por los vecinos y otros voluntarios llegados a la aldea. Emile se había volatilizado y se sospechó también que había sido secuestrado. Todos los habitantes de la zona fueron investigados. Los gendarmes estudiaron todas las comunicaciones de móviles de la región el día de la desaparición.

Los jueces encargados del caso desplegaron decenas de investigadores, especialistas en “ingeniería de escenas de crimen”, antropólogos y perros especialistas en la búsqueda de restos humanos.

A finales de marzo de 2024, una vecina que paseaba a menos de dos kilómetros del pueblo descubrió el cráneo y algunos dientes de Émile. El pasado 14 de este mes, la policía encontró restos de sangre en una jardinera adosada a la capilla del pueblo.  Fue la última información policial hasta que el martes el Fiscal de Aix-en-Provence comunicó la detención de los abuelos maternos de Émile y de otros dos adultos – de 18 y 20 años -  que son los hijos menores del matrimonio y por lo tanto tíos de Émile.

Philippe Vedovini, el abuelo materno de Émile hoy libre, trabaja como osteópata. Hace años fue llamado como testigo en una investigación de violencia sobre menores en un colegio donde ejerció como profesor. Los abuelos de Émile son padres de nueve hijos de los cuales la madre del niño, Marie, es la mayor. Miembros de una iglesia católica tradicionalista, ninguno de los hijos fue al colegio y fueron escolarizados a domicilio. El alcalde de La Builladisse, el pueblo donde residen los abuelos de Émile, José Morales, los define como “una familia católica, muy creyente y que vive en autarquía”.

Por otra parte, el semanario “Paris Match” publica que Claude Gillot, el sacerdote que bautizó al pequeño Émile Soleil, hace dos años y medio, se suicidó la semana pasada. La hermana del cura, Claudine Vandenbroucke, reprocha a la familia Vedovini la desaparición del religioso.   

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