Internacional

Macron exige compromiso a la “cúpula” de militares europeos para plantar cara a Rusia

Los participantes coincidieron en que las garantías de seguridad "sean creíbles y a largo plazo" y "no estén desvinculadas" del marco de la OTAN

  • Reunión de Macron con líderes militares europeos -

La reunión de jefes militares en París coincidió este martes en que las garantías de seguridad que se den a Ucrania estén vinculadas a la OTAN. Los ejércitos de 36 países occidentales, con la notoria ausencia de Estados Unidos, analizaron este martes en París cómo prevalecer en favor de Ucrania de cara a una eventual negociación y, sobre todo, cómo edificar unas garantías para disuadir en el futuro a Rusia de intentar nuevos ataques.

Los participantes coincidieron en que las garantías de seguridad "sean creíbles y a largo plazo" y "no estén desvinculadas" del marco de la OTAN "y de sus capacidades", indicaron tras la reunión fuentes del Elíseo. Además, esas garantías deben estar acompañadas de "un apoyo sin fisuras al Ejército ucraniano", añadieron las fuentes.

La reunión de los jefes de Estado Mayor fue a puerta cerrada pero el presidente francés, Emmanuel Macron, quiso dar un mensaje de respaldo político a este primer ejercicio de reflexión técnica y estratégica acudiendo delante de las cámaras a saludarles en el mismo momento en que se llevaba a cabo en Arabia Saudí el encuentro entre una delegación ucraniana y otra estadounidense.

Macron pidió expresamente a los jefes militares "pasar del concepto al plan" para definir garantías de seguridad creíbles, a fin de hacer posible una paz sólida y creíble en Ucrania, añadieron las fuentes francesas. El presidente francés recalcó a los reunidos que ha llegado el momento de "asumir nuestras responsabilidades" porque "es el momento en que Europa debe poner todo su peso, por Ucrania y por ella misma". En la reunión participaron los jefes militares o sus representantes de 36 países, la gran mayoría mayoría europeos pero también de Canadá, Australia, Japón y Nueva Zelanda.

La cita de París, organizada en paralelo al Foro de Defensa y de Estrategia, tuvo como origen la iniciativa franco-británica para -según los anfitriones- "ofrecer garantías de seguridad robustas a Ucrania", puesta en pie en respuesta a la inflexión radical del presidente estadounidense, Donald Trump, en el apoyo de Washington a Kiev.

Una inflexión que ha desembocado en el parón del suministro de armamento y de información de inteligencia y que en la práctica está obligando al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, a aceptar un proceso de paz cuyos términos teme que estén fijados de antemano y sin contar con la única garantía que a sus ojos puede ser verdaderamente disuasoria para Rusia, la de Washington.

El centro del trabajo de los jefes de Estado Mayor, de acuerdo con Francia, fue "el desarrollo de opciones" sobre qué composición y qué capacidades militares serían necesarias para el despliegue de "una fuerza multinacional cuya misión será vigilar un alto el fuego firmado previamente".

"La imprevisibilidad del amigo estadounidense"

Durante la apertura del Foro, el ministro francés de Defensa, Sébastien Lecornu, insistió en que el objetivo es que no se pueda repetir el incumplimiento por parte de Rusia de los acuerdos de Minsk que había firmado con Ucrania en 2014 y 2015, y para eso "la primera de las garantías es el Ejército ucraniano". Eso significa, añadió Lecornu, que no se aceptará un pacto que suponga "cualquier forma de desmilitarización de Ucrania". Pero además, el ministro francés puso el acento en "un elemento nuevo" que, de forma eufemística llamó "la imprevisibilidad del amigo estadounidense".

Ante el riesgo de que Washington se retire no sólo de Ucrania, como ya lo ha hecho -o al menos temporalmente- sino que deje de ofrecer garantías a los otros miembros de la OTAN, éstos tienen que prepararse para sustituirlo. Porque una idea ampliamente compartida en los que hasta ahora eran aliados tradicionales de Estados Unidos, como dijo el titular de Defensa de Países Bajos, Ruben Brekelmans, es que la hostilidad de Rusia hacia las democracias europeas no es algo pasajero y que las ambiciones expansionistas del presidente ruso, Vladímir Putin, no se van a parar en Ucrania.

No obstante, hasta ahora los países que han manifestado su disposición a enviar tropas de interposición a Ucrania en caso de que se firme la paz se cuentan con los dedos de una mano: básicamente Francia, Reino Unido y algún otro como Dinamarca. Brekelmans sintetizó la posición de muchos de los países que enviaron a París a los jefes de sus ejércitos: "queremos formar parte de las discusiones" pero la decisión final dependerá de "algunas condiciones claras", como cuál es la misión, el objetivo, el mandato y si, en último término habría "suficientes garantías de un respaldo de Estados Unidos si hubiera una escalada".

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