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Internacional

Israel eliminó 13 terroristas que intentaron infiltrarse antes del alto el fuego de cinco horas

El ejército israelí (TZAHAL) ha identificado a 13 terroristas entrando en Israel a través de un túnel subterráneo construido por Hamás. El mismo conducía desde el sur de la Franja de Gaza hacia la comunidad hebrea de Sufa. TZAHAL actuó para impedir el ataque inminente y evitar que los palestinos llegaran a Sufa, un pequeño kibutz (poblado agro-industrial) fronterizo con Gaza, que cuenta con 250 habitantes. El ataque fue llevado a cabo por un avión de combate F16.

Según el Teniente Coronel Peter Lerner, portavoz militar, "esta mañana, nuestras fuerzas frustraron con éxito un ataque terrorista que podría haber tenido consecuencias devastadoras y mortales en Israel… es otro ejemplo de los tantos intentos de la organización islámica de violar la soberanía de Israel mediante la realización de ataques letales contra civiles. Como hemos demostrado en los últimos días, Hamás no será capaz de realizar agresiones contra Israel sin consecuencias, vamos a seguir actuando para prevenir, perseguir y contratacar las acciones de la organización con sus intenciones maléficas".

Como resultado de un diálogo abierto entre el gobierno de Jerusalén y representantes de las Naciones Unidas, el TZAHAL habilitó un corredor humanitario este jueves 17 de julio, entre las 10:00 y 16:00 horas. Se suspendió toda actividad operativa dentro de la franja y cesó el fuego, aunque no está confirmado que Hamás respete la calma. Este corredor humanitario tiene como objetivo el reabastecimiento de las necesidades de la población civil en Gaza.

En caso de que el corredor humanitario sea utilizado por Hamás y otras organizaciones terroristas con el propósito de continuar sus ataques contra objetivos civiles o militares israelíes, el ejército anunció que responderá con firmeza.

Según denunció el ministerio de Relaciones Exteriores hebreo, Hamás utiliza deliberadamente a civiles palestinos como escudos humanos, y lleva largo tiempo haciéndolo. Hamás espera alcanzar dos objetivos: impedir que TZAHAL alcance sus objetivos militares, y explotar cualquier daño causado como resultado de la actividad militar. El hecho que Hamás use a sus ciudadanos como escudos humanos es una violación deliberada del derecho internacional. En el marco del derecho de los conflictos armados, la presencia de la población civil no puede ser utilizada para resguardar y evitar operaciones militares, ni para cubrir las propias operaciones militares. Las acciones en este sentido son consideradas crímenes de guerra.

En los últimos días Hamás ha emitido mensajes en su televisión, radio, y medios sociales, alentando a los ciudadanos de Gaza a hacer caso omiso de las advertencias del ejército israelí sobre ataques inminentes exhortándolos a permanecer en sus hogares. "Hacemos una llamada a nuestro pueblo, en particular a los residentes del noroeste de Gaza, no obedezcan al mensaje escrito en los folletos distribuidos por el ejército israelí", anunció Hamás reiteradamente. Esta llamada ha causado indignación en gran parte de la población palestina.

La "estrella" de la defensa hebrea

Los enfrentamientos han producido hasta hoy 203 muertos palestinos y una víctima mortal israelí. El sistema de defensa "Cúpula de Hierro" supone una enorme ventaja estratégica para el estado hebreo. Israel posee siete sistemas de escudo antimisiles, distribuidos en puntos estratégicos del territorio. Cada batería cuesta unos 50 millones de dólares.

La "Cúpula de Hierro" ha logrado interceptar entre el 85 y el 90 por ciento de los proyectiles dirigidos a zonas pobladas, ignorando los que se dirigen a zonas abiertas. Los misiles disparados desde Gaza, que pueden llegar incluso hasta Haifa, en el norte de Israel, son destruidos en el aire.

El experto Ifta Shapir, del Instituto Nacional de Seguridad, advirtió que la población debe igualmente ir a los refugios cuando suenan las alarmas, pues "una seguridad del cien por cien es imposible". El proyecto para desarrollar el escudo antimisiles surgió a mediados de los años 90. En esa época, Hizbollá comenzó a disparar misiles sobre Israel desde el Líbano. El gobierno encargó el sistema en 2007.

Una nueva batería antimisiles está en construcción. Israel planea también otras instalaciones, con apoyo financiero de Estados Unidos. Las baterías constan de tres componentes: un radar de reconocimiento y localización, una unidad de control y la propia batería antimisiles. Danny Gold, experto que ayudó a desarrollar las baterías, destaca: "El objetivo principal del sistema es salvar vidas. Es un logro enorme para cientos de personas que trabajaron años para desarrollarlo. Es lo más selecto de la alta tecnología israelí… el sistema intercepta casi todo". 

Tras la breve tregua del jueves, se verá si Hamás acepta el desarme que pretende Israel para pacificar la zona, o si el choque continúa hasta producir el colapso total del grupo islámico.

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