Internacional

El frenesí ejecutivo de Donald Trump como parte de su estrategia del shock

¿Conseguir concesiones? ¿Poner las pilas a todos los países? ¿Caprichos? La estrategia de Donald Trump es incierta y puede provocar respuestas opuestas

  • Donald Trump y datos de archivo de Nikkei -

No es sencillo entender qué pretende, pero los expertos ya hablan de la "dimensión psicológica" respecto al presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Solo la última semana, el inquilino de la Casa Blanca y dueño del despacho con más poder del planeta ha hecho una lista ingente de anuncios. Desde su idea de emplear la cárcel de Guantánamo para albergar a personas inmigrantes arrestadas hasta prohibir a las deportistas trans competir en las categorías femeninas, así como querer tomar "el control de Gaza" de forma "permanente" y desplazar a los gazatíes a otros lugares. 

Desde que asumió el cargo el pasado 20 de enero, Trump comenzó a anunciar medidas que implementaría desde el primer minuto al frente de la Administración. No esperó. En el propio Capitolio lanzó promesas que ha ido cumpliendo y, tras la 'fiesta' de inauguración, el magnate acudió al estadio Capital One de Washington D.C., donde se encontraban unas 20.000 personas, para firmar delante de ellas y rodeado de focos y globos las primeras órdenes ejecutivas de su mandato.

Donald Trump en su regreso al Despacho Oval IMAGEN: Donald Trump firmando órdenes en el Despacho Oval. EFE.

Como si de un espectáculo de la WWE se tratase -el republicano ya tiene experiencia en este show-, Trump firmaba y mostraba a los asistentes cada orden con su rúbrica. Cuando los focos se apagaron y sin encontrarse en una cancha, el magnate ha continuado sellando documentos por doquier, eliminando, asimismo, decenas de los impulsados por su antecesor, Joe Biden.

Solo había que abrir los ojos a primera hora de la mañana para enterarse de que el republicano había anunciado una nueva medida que no iba a pasar desapercibida y que, muy probablemente, levantaría ampollas y provocaría un revuelo que se experimentaría en casi todos los rincones del globo

Empieza la estrategia del shock

Tras una semana en la que había anunciado la utilización de Guantánamo como albergue de presos inmigrantes, enviado varios aviones con ciudadanos colombianos deportados a su país de origen, desvincularse de varias agencias de la ONU o abandonar los acuerdos climáticos, en solo siete días, el mandatario, ha realizado más de 10 anuncios de transcendencia geopolítica, aunque otros también afectan al propio país, como el despido de miles de funcionarios. 

Febrero comenzaba con la noticia económica. Donald Trump anunciaba que los aranceles a los productos canadienses, mexicanos y chinos entrarían en vigor el primer martes del mes, el día 6. La respuesta no tardó en llegar. Canadá reaccionó con los mismos aranceles a productos estadounidenses. En concreto, gravaría con un 25% el equivalente a 155.000 millones de dólares (unos 149.584 millones de euros) en comercio con EEUU. China también contestó, asegurando que tomaría represalias y también impondría aranceles del 10 al 15%. México hizo lo mismo. 

Los casos concretos de México y Canadá se 'solucionaron' rápido. De repente se paralizó la orden, los impuestos no entrarían en vigor al día siguiente, se aplazaban un mes. Durante ese tiempo, se pretendía iniciar negociaciones para que Trump no asfixiase a ambos países con aranceles.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump IMAGEN: El presidente de EEUU, Donald Trump. EFE

Según el magnate, sus vecinos son demasiado laxos con el control de sus fronteras, y esto abre las puertas a la entrada masiva de personas inmigrantes en EEUU, así como el tráfico de fentanilo. El magnate pausó los aranceles, pero a cambio de que Claudia Sheinbaum, mandataria de México, aceptase enviar a 10.000 militares a la frontera con la promesa de que serán el muro de contención contra la inmigración irregular, el tráfico de fentanilo y los cárteles.

Por su parte, según la Casa Blanca, Trump logró arrancar a Canadá el despliegue de mayores recursos para detener el flujo de fentanilo, incluida una "fuerza de ataque conjunta Canadá-EEUU", así como una "directiva de 200 millones de dólares para combatir el crimen organizado y el fentanilo".

Caídas en bolsa e incertidumbre entre los inversores y empresas

No obstante, el mero anuncio ya había hecho su trabajo con disrupciones en el mercado pese a no haber entrado en vigor. Las bolsas a nivel global se vieron resentidas, algunas se desplomaron -como la de Tokio, el Nikkei, que cayó un 2,66%, o la de Taiwán, cuyo desplome se situó en el 3,53%- y todos los titulares del planeta hablaban de lo mismo: "Trump golpeará a México, Canadá y China con aranceles".

Los análisis, las tertulias, las compañías... todo el mundo, sin excepción, estudiaba cómo impactaría esta decisión en cada sector de la sociedad. La preocupación también crecía entre inversores y empresas por la incertidumbre en materia de política comercial, lo que obligaría a las compañías a ajustar sus planes de gastos de capital y estrategias de cadena de suministro.

Tiene una obsesión con generar efecto mediático". En Fox News, "todos los días tiene que poner a EEUU en el centro del mundo".

Así se iniciaba la maquinaria y la estrategia del magnate. El ataque de Trump se había iniciado con un 'modus operandi' al que ya tiene acostumbrados y, la respuesta había cumplido, de momento, con los planes del republicano. Aunque no puede resultar sorpresivo. El republicano ha ido desgranando todos su planes en la campaña electoral, por lo que, pese a que las propuestas sean chocantes, no ha mentido.

Medida de presión

En lo que sí coinciden los analistas y expertos es en que el presidente de Estados Unidos "utiliza estos anuncios como medida de presión". Según Frédéric Mertens, director del departamento jurídico y profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad Europea de Valencia, "no es fácil interpretar lo que pretende Trump" con tanto anuncio. "Su estrategia suele estar enfocada en obtener otras cosas", afirma para añadir que el mandatario "no puede pretender cumplir todo".

El fin del republicano podría ser, tal y como apunta, "mostrar que EEUU ya no es una nación 'blanda'", quiere "marcar territorio y dejar claros cuáles son sus intereses" pero el método utilizando está impulsando otro debate sobre la dimensión psicológica. "Tiene una obsesión con generar efecto mediático". En Fox News, "todos los días tiene que poner a EEUU en el centro del mundo". 

Puede que trate que todos los países "se pongan las pilas para participar en la pacificación y reconstrucción de Gaza". "Quizá así países como Arabia Saudí empleen sus millones en contribuir realmente a la reconstrucción de Gaza", añade.

En cuanto a la preocupación de que el líder poderoso del mundo haga anuncios como los de tomar "el control de Gaza" de "forma permanente" y desplazar a los gazatíes a otros países mientras reconstruyen el territorio, el experto asevera que "es probable que algunos soldados se queden en el territorio" para reconstruirlo.

Este método puede provocar dos posibles respuestas totalmente opuestas, sobre todo en cuanto a los aranceles. La primera, que le sirva, como hasta ahora, para lograr lo que quiere, concesiones y negociar. La segunda, que si continúa por la senda de dar marcha atrás con cada amenaza a cambio de alguna cesión, los otros líderes mundiales dejen de tomarle en serio

Hay otra respuesta, tal y como apunta Mertens analizando el caso concreto de la guerra en Oriente Próximo. El experto señala que "pese a que sus mensajes provoquen un shock", el mundo "está reaccionando" y puede que trate que todos los países "se pongan las pilas para participar en la pacificación y reconstrucción de la zona". "Quizá así países de Arabia empleen sus millones en contribuir realmente a la reconstrucción de Gaza", añade. 

¿Agotamiento de su influencia sobre sus socios comerciales?

Lo único certero es que Donald Trump ha conseguido cambiar el imaginario republicano, ya no es un partido tradicional e histórico, sino un movimiento más vivo. También ha cambiado la forma de hacer política, su red social, Truth, es muestra de ello. Utiliza los mensajes en un perfil para lanzar medidas, órdenes o nombramientos, pero también ha creado una nueva estrategia: convertir su política arancelaria (y a veces más amenazante que fehaciente y real) en un arma de negociación clave en su segunda aventura en el Despacho Oval.

Protesta contra Donald Trump IMAGEN: Una protesta contra Donald Trump. EFE

Aunque el impacto de sus gravámenes a largo plazo se mantiene incierto, a corto le ha servido ya para lograr concesiones simbólicas, aunque esta estrategia del shock puede provocar el agotamiento de su influencia sobre sus socios comerciales. La realidad de su supuesto aislacionismo estadounidense y su idea de, incluso, establecer "un arancel universal", tal y como defendió esta semana su nominado como titular de Comercio, se queda en una mera treta, al menos de momento. 

Evidentemente, Trump ha creado una nueva forma de hacer política, incluso una nueva narrativa y proceso en este ámbito. Sabe jugar a la ambigüedad y, como indican los expertos, puede lograr muchas concesiones, incluso que todos los países jueguen en el mismo equipo para evitar ser perjudicados, pero esa ambigüedad puede provocar el efecto contrario, ya que, en muchas ocasiones, se ve obligado a responder de forma clara y ante unos ciudadanos que verían mermado su propio poder adquisitivo por los caprichos del magnate.

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