El primer ministro francés, François Bayrou ha recurrido al artículo 49.3 de la Constitución para evitar el voto de la Asamblea y aprobar por decreto los presupuestos del Estado y los de la Seguridad Social de 2025. “Es la hora de la responsabilidad”, ha manifestado.
Con esta decisión, ya aplicada por todos los gobiernos franceses desde el inicio de la V República (1959), Bayrou evita el debate y un sufragio parlamentario que, sin duda, le habría derribado. Fue el presupuesto de la S.S. la que provocó la caída de su predecesor, Michel Barnier. El jefe de gobierno ha provocado con su anuncio una moción de censura que, presentada por “La Francia Insumisa” de Jean-Luc Melenchón, recibirá el respaldo de ecologistas y comunistas el próximo miércoles.
Por su parte, los socialistas, que ya se alejaron de LFI, el PCF y Ecología Los Verdes (EELV), decidieron por mayoría en su Buró Nacional no censurar al gobierno Bayrou. Con ello, confirman su divorcio de la extrema izquierda y, en especial, de Melenchón, que les ha mantenido bajo su tutela desde la creación de la alianza electoral llamada “Nuevo Frente Popular”.
Concesiones al PS
El pacto de “no censura” del PSF se explica por las concesiones hechas por Bayrou, en especial, el freno a los recortes de 4000 puestos en la enseñanza pública, la dotación de 300 millones de euros en inversión para la transición ecológica o solo un pequeño recorte en la Ayuda Médica del Estado (AME) para los inmigrantes ilegales. Habrá que esperar al miércoles para ver cuántos diputados socialistas respaldan la decisión de su órgano directivo, pero no se esperan sorpresas y el PSF parece encaminado a volver a una senda más próxima a la socialdemocracia que al extremismo que representa Jean-Luc Melenchón.
Marine Le Pen y su formación, “Reagrupamiento Nacional” (RN), querían mantener hasta el miércoles el suspense sobre su voto, pero la no censura del PSF les permite respirar tranquilamente, pues no querían pasar por ser coautores del derribo del gabinete y ahondar así el caos que ya vive la política francesa. De todos modos, sus votos, unidos a los de la izquierda radical, ya no bastan para tumbar a Bayrou después de la decisión de los socialistas. RN se opone a las cifras del presupuesto Bayrou, pero insiste también en diferenciarse – subrayan - de la política de “burdelización” de La Francia Insumisa”, es decir, prefiere apostar sobre la vía de la gobernabilidad.
Toda la oposición está de acuerdo en que el de 2025 es “un mal presupuesto”. Por eso, la iniciativa de Bayrou reconoce que no hubiera resistido a un voto, pero obliga a los partidos a tomar la responsabilidad sobre la continuidad del gobierno o profundizar una inestabilidad que los franceses ya no soportan, como demuestran las encuestas y como reflejan las cifras crecientes del paro o el freno de los empresarios a la contratación y a la inversión.
Grito de protesta de los grandes empresarios
Las concesiones del jefe de gobierno a los socialistas encarecerán el presupuesto en unos 5.000 millones, como mínimo, pues la parálisis y el retraso en obtener un plan financiero para este año ha hecho perder también cientos de millones al Estado francés. Bayrou presume de haber obtenido un ahorro de 50.000 millones - un freno de gasto de 30.000 y 20.00 de ingresos -, algo inaudito desde hace años y que los sucesivos gobiernos han llevado a la monstruosidad de cifras como la de la deuda, 3.2 billones de euros. El objetivo es reducir el déficit del PIB del 6% al 5.4%, un reto que muchos economistas ven imposible.
A nadie se le escapa que el aumento de impuestos va a afectar a la clase media, a “los ultrarricos” y a los grandes empresarios, que han levantado de forma espectacular la voz contra el “impuestazo” del 40%, que se traducirá en 8.000 millones de euros que pagarán todas las empresas que superen los 1.000 millones de cifra de negocios. El impuesto de sociedades en Francia es del 25%, el más elevado de la Unión Europea, un 21% de media.
La decisión de los socialistas ha sido sin duda la noticia del lunes. De cara al electorado de izquierdas y para frenar la ira de los más radicales, el PS anunció que propondrá otra moción de censura “en nombre de los valores”, tras las declaraciones de François Bayrou que la semana pasada manifestó que Francia sufre “una inmersión migratoria”. Para el PS, en este juego político francés que se asemeja a una partida de póker, es una manera de salvar la cara, espantar las acusaciones de “haber entrado en el gobierno” o de “apoyar el macronismo”, a sabiendas de que esa moción no será apoyada ni por el centro, ni por la derecha ni, mucho menos, por las tropas de Le Pen. Eso sí, pondrá en entredicho a la extrema izquierda melenchonista, a la que obligará a apoyar la iniciativa, si son coherentes con sus críticas a Bayrou sobre la inmigración. De lo contrario, les devolverán la acusación de haber desgajado a la izquierda.
MataNarcisos
03/02/2025 18:05
El que va a ser CENSURADO, os saluda. Francia país Europeo, con eso está dicho todo. Que fácil lo tiene Trump, los Chinos, y Putin, y... porque no hay mas interesados.