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Internacional

China: los tres golpes definitivos que provocaron la revolución de las hojas en blanco

El episodio del 'héroe' de Sitong el pasado 13 de octubre, antes de la celebración del XX Congreso del Partido Comunista, o la muerte de 27 personas en un autobús de confinamiento son dos hechos clave

vigilia covid cero
Protestantes alzan hojas en blanco en Hong Kong en una vigilia por las víctimas del 'covid cero' EFE

La movilización general contra la 'covid cero' sigue extendiéndose en China, poniendo en jaque la estrategia sanitaria de Xi Jinping, el presidente el gigante asiático. El estallido, inédito por el alcance que está teniendo en los principales núcleos urbanos y el simbolismo que está generando, llega después de que el Gobierno aplaudiera las medidas severas de confinamiento y seguimiento del 'covid cero' en la celebración del XX Congreso del Partido Comunista y tras el repunte de casos que acecha el país por los rebrotes. En la mayoría de casos se trata de contagios asintomáticos. El estallido social de estos días encarna el hartazgo y la fatiga por el aguante de la población china desde hace dos años y medio, que ha acabado por lanzar su grito al cielo (o sus hojas en blanco, como nuevo estandarte de este movimiento) tras pasarse la 'linea roja' del incendio que tuvo lugar el jueves pasado en Urumqi.

El incendio, que ha funcionado como revulsivo final, ha sido el último de los tantos 'golpes' que las políticas chinas han dado a la conciencia civil. Sin embargo la indignación lleva meses fraguándose en diferentes episodios, desde el confinamiento de Shangái en abril, que fue traumático para los chinos, hasta la muerte en noviembre de un niño de tres años en Lanzhou que murió intoxicado tras esperar horas a ser atendido por los estrictos métodos de prevención del coronavirus. Estos hechos hirientes para el pueblo Chino han acabado en convertirse en ejemplos de la reivindicación. Ayer, algunos estudiantes de un barrio de Pekín respondieron a las autoridades que dijeron que "fuerzas extranjeras" estaban detrás de las protestas con estas preguntas retóricas que ejemplifican estos hechos traumáticos: "¿El incendio en Xinjiang (Urumqi) es causado por fuerzas extranjeras? ¿El autobús en Guizhou fue derribado por fuerzas extranjeras?".

El autobús de confinados de Guizhou

El 18 de septiembre al menos 27 personas murieron al volcar un autobús con 47 personas en el condado de Sandu Shui, en la provincia china de Guizhou. El accidente ocurrió en una autopista, según recogía el diario 'China Daily' citando a la Oficina de Seguridad Pública del condado, sin dar muchos detalles de lo ocurrido. Más tarde se esclarecía que las personas que viajaban en plena madrugada estaban siendo trasladadas a un centro de confinamiento por un "autobús sanitario" por ser contactos estrechos de Covid. El hecho indignó a la población.

El 'hombre tanque' del puente de Sitong

Unos días antes de la celebración del XX Congreso del Partido Comunista Chino un hombre colgó dos pancartas en en el puente de Sitong, en Pekín, en las que pedía la destitución de Xi Jinping mientras generaba una gran humareda por la quema de neumáticos. El hombre también pedía el fin de la política del 'cero covid'. Fue inmediatamente detenido por las autoridades chinas y se encuentra en paradero desconocido, en una desaparición que es un ejemplo más de la censura que impera en el país. El vídeo del suceso logró escapar a la eliminación de mensajes que el Gobierno considera subversivos y fue rápidamente compartido por We Chat y Weibo, las principales redes sociales chinas generando un gran revuelo. Algunos de los cánticos de estos días son los mismos que este hombre reivindicaba en favor de la democracia, de hecho algunos manifestantes estos días se han desplazado al mismo puente para homenajear al 'héroe' y protestar contra Xi Jinping. Algunos le llamaron entonces el 'nuevo hombre tanque' en referencia al hombre en frente de un tanque de Tiananmen en 1989. ​

El incendio de Urumqi

En el centro de estas protestas se encuentra el incendio registrado el jueves en una vivienda de la ciudad de Urumqi, en la región occidental de Xinjiang, donde fallecieron al menos 10 personas (entre ellas una familia de etnia Uigur) por la lenta respuesta de los bomberos precisamente por las restricciones contra el coronavirus. La ciudad en cuestión llevaba bajo cuarentena más de 100 días, lo que ha llevado a los residentes a permanecer en sus viviendas aislados durante un largo periodo de tiempo.

La indignación por la muerte de estas personas ha ido creciendo por momentos, desatando las manifestaciones desde el oeste al este de China desde el viernes pasado, pese a que las autoridades chinas se han apresurado a negarlo: desde la región de Xianjiang (donde fue el incendio, y prevalece un porcentaje de la etnia Uigur) hasta ciudades como Pekín, Nanguang y Shanghái.

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